IV.I

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Ver a Hoshi bailar era impresionante, su cuerpo se movía exacto, nunca con menos fuerza y nunca de más, siempre en el momento indicado. Tenía un poco de envidia, la suficiente como para quedarse horas en silencio observándolo, lo suficiente como para recordar sus horarios de práctica y saber que todas las mañanas tenía aquella aula vacía para él solo. No es que la gente no quisiera unirse al club de baile, Dino, Minghao y Jun eran compañeros de Hoshi y ellos insistían que al siguiente año tendrían más alumnos interesados.

Dino pasaba horas bailando junto con Hoshi, sin embargo sus clases de regulación (porque era pésimo en clases) le absorbían el tiempo de la mañana. Minghao era casi lo mismo, solo que únicamente tenía tiempo entre clases, y Jun...Jun era un caos en los horarios, a veces estaba, a veces no, a veces tenía clases, a veces no, era una suerte verlo porque nunca estaba donde debería.

"Únete al club de baile." Le dijo Hoshi cuando aún no eran pareja, y Jihoon se negó porque no quería que un club interfiriera con sus clases, no era necesario unirse a uno.

"¡Únete al club de baile, aprenderás mucho!" Le dijo Dino la primera vez que lo vio ahí.

"¿Por qué no te unes?" Preguntó Minghao llevándole el formulario para entrar. En ese tiempo ya le gustaba casi todo de Hoshi y por su cabeza pasaba la loca idea de estar todo el tiempo posible a su lado, pero se negó.

"¡Por favor!" El último que le propuso entrar fue Jun, y le rogó durante toda la clase que Jihoon estuvo presente.

Todas las veces dijo que no, pero seguía yendo cada que podía solo para verlos bailar...Solo para ver bailar a Hoshi. Y aunque ahora podía admitirlo directamente con él no mencionaba ni una sola palabra sobre el tema.

Ese día en especial Hoshi practicaba una nueva coreografía, la terminaba y la repetía constantemente, hacia muecas al espejo, lloriqueaba, hacia berrinche, se iba y se sentaba en una esquina para escribir un par de cosas en su libre y despues regresaba, daba vueltas en el lugar, se lanzaba a las piernas de Jihoon, hacía berrinche ahí, le lloraba preguntándole porque era tan malo en eso y despues de animaba a si mismo por minutos para despues repetir todo el proceso. Y Jihoon amaba verlo así, tan dedicado y puesto en su objetivo.

—¡Esta vez lo haré mejor!— Hoshi se gritó a si mismo. Jihoon sonrió. Hoshi pareció desbaratarse de un segundo a otro para despues emitir un montón de sonidos emocionados, señaló el espejo frente a él. No había nada ahí, solo el reflejo de Jihoon. ¿Había sido por eso?

—¿Qué tienes?— Preguntó con la voz apagada.

—¡Eres tan lindo!

—Solo cállate y empieza a bailar.— Se quejó sintiendo el rostro hervir.

Hoshi no tuvo tiempo de responder, desde el pasillo se escuchaba claramente a una persona acercarse, lo cual era extraño porque era demasiado pronto como para que alumnos llagasen. Ambos miraron a la puerta, justo donde estaban las ventanas que daban al interior del pasillo.

Suni apareció ahí, caminando como cualquier otro día. Se detuvo en la puerta y le sonrió a Hoshi.

—Suni ¿necesitas ayuda en algo?— Preguntó Hoshi sonando amable.

Suni negó.

—Solo quería ver.

Oh. Jihoon estaba siendo casi invisible para ella.

—¡Llegue, llegue, llegue!— Gritó Jun apareciendo de la nada, esquivando a Suni para entrar. —¡Solo tengo quince minutos antes de mis siguientes clases!

Suni tan solo sonrió y ella solo se fue.

Parásito [SoonHoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora