Todo parecía caos, el mundo desbordante de energía maligna con un aire tóxico que casi podía matarte la paradójica vida. En los ojos del pequeño no había más que un profundo terror, no sabía lo que sucedía y por más que se había esforzado en entenderlo, las respuestas sólo parecían fabricar complejas situaciones donde uno se arrepentiría por haber buscado una explicación. A veces la realidad supera a la ficción y a veces es mejor no buscar la lógica en un mundo que gusta de abstraer la perspectiva.
El sujeto de delgadas proporciones terroríficas se acercaba cada vez mas al niño Auron. Sus pasos resonaban en el espacio creando un eco que le ponía la piel de punta al pequeño. Por más que intentó alejarse, parecía que no había habitación suficiente para poder apartarse, se encontraría completamente indefenso, ya lo era antes de llegar a este lugar pero ahora no encontraba respuesta de supervivencia en el ingenio como en el pasado. Su corazón no parecía rebosar de valentía como antes, como cuando tenía entrelazada la mano de su querido niño del impermeable. Oh, como quería saber dónde se encontraba su querido Luzu, por quién estuvo dispuesto a arriesgar la vida incontables veces, quería volver a escuchar la voz del castaño agradecerle por haberlo salvado de todos esos lugares aterradores, pero para Auron esos agradecimientos no eran ni siquiera necesarios de mencionar, pues estaban solos en un mundo que les quería pillar para hacerles daño, eran su esperanza mutua. Él siempre estaría convencido de que no había rescatado a Luzu, de hecho su niño le había salvado a él, de la desesperanza y la soledad, que aunque sonarán menos dañinas, para los humanos eran las armas que contra sí mismos podían matar más que su propio cuerpo físico; sin Luzu estaba seguro de que su alma habría muerto mucho camino atrás.
Pero ahora, se encontraba ahí, a punto de pasar a una mejor vida, sin nadie que acudiera a sus plegarias de auxilio. ¿Quién decidió que tendría un destino como este?A penas pudo jadear un poco cuando el aterrador hombre delgado le tomó de ambos brazos para cargarle como quién sostiene a un cachorro asustado, de hecho así se sentía. La cara de ese hombre de cerca lucía mucho mas sombría de lo que se había podido percatar a la prudente distancia de su defensa. Apretó los ojos para prepararse ante el dolor que le tocaría experimentar, sin embargo lo que sucedió fue algo que jamás se espero.
—Aléjate de Luzu ... — la voz ronca del sujeto delgado se escuchó por primera vez en incontables años, rota, como si le hubiese dolido cada sílaba pronunciada. El pequeño Auron le miró con sorpresa. El hombre comenzó a desplomarse en el piso mientras unas lágrimas amargas bajaban de sus ojos. Aprovechó esto para deshacerse del agarre del mayor y bajar al piso. Una vez tocó tierra, se encargó de colocar sus manos enfrente de él para contener la misma energía que había utilizado para distorsionar la realidad en las pantallas. Puso todo su empeño para conseguir que finalmente el hombre comenzará a desmoronarse hasta desaparecer de este mundo para siempre.
Auron juró haber sentido por un momento había reparado una fractura del espacio-tiempo que por mucho había estado molestándolo, pero no se detuvo a pensar exactamente qué era esa sensación. Salió corriendo en dirección opuesta. Sólo tenía una cosa en la cabeza y eso era reencontrarse con su niño, ver su rostro temeroso reconfortarse cuando se tomarán de las manos, utilizar su poder una vez más llevarlos a los dos a un mejor mundo o lo que sea que estuviera en el portal brillante, seguro que cualquier cosa sería mejor que este jodido mundo caótico.
No planeaba irse sin Luzu, porque ahora él era la única luz que alumbraba la penetrante oscuridad en la que había estado viviendo todo este tiempo. Seguro que Luzu pensaba lo mismo ¿No?
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Luzuplay Month Bitch
Fanfiction30 one shots Luzuplay Cada día de Abril por el LuzplayMonth