Día 24. Primera vez

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Recordaba con felicidad. Bien podía sentir en su nariz el cosquilleo de ese aroma suave de rosas que había en el ambiente deslizándose entre la pasión, ese mismo aroma que se coló en su casa y les hizo más memorable lo que sucedió ese día de verano.El castaño podía recordar de forma fotográfica la forma en la que sucedieron los eventos. Cada detalle tenía que ser admirado con suma atención, pues no habría un día como este, todo lo que había soñado estaba a punto de suceder, tenía que ser agradecido, ser cuidadoso pues no habría forma de arrepentirse.

Recordaba el esmero con el que preparó un par de bebidas dulces, las favoritas para la ocasión, su pareja adoraba las cosas dulces, esta ocasión estarían frías pues el calor era un poco más palpable que el resto de los días.

Auron llegó en punto de las 7:00 de la noche, como habían acordado, le pareció tan maravilloso que sintiera la misma necesidad por disfrutar cada segundo de la velada como él. Como siempre, le recibió de una forma cálida, dulce como sólo él podía hacerlo. Amaba, revivir en su memoria el tono carmín que había adquirido el hermoso rostro de su amado, sabía que también estaba pensando en el mismo escenario de la escena final de la noche.No quería adelantar nada. Dejaría que las cosas fluyeran como hasta ahora lo había hecho.

La noche les abrigaba, las estrellas titilaban al son de sus corazones. Se hallaron juntos en la azotea disfrutando del delicioso sabor del postre que el mayor había preparado. Luzu afirmaba que no se dijeron palabra alguna después de haberse saludado y no era porque no supieran que decirse, era porque el momento no necesitaba de palabras, todo se había dicho ya o se dirían después pero justo en este instante las acciones fueron comunicación maravillosa, jamás sintió este nivel de sincronía con nadie más.

Pasaron un buen rato abrazados sobre la azotea. Se querían tanto ... Luzu le amaba tanto que casi olvidaba que quería terminar la noche de una manera poco convencional, sin embargo Auron se lo recordó cuando le vio hacer un puchero extraño mientras hundía su cara en su pecho. Le pareció haber entendido algo como "Me apetece ... " casi inaudible. Le respondió acariciando sus cabellos con suavidad, se acercó a su oreja para susurrarle un par de cosas que prefería dejarse en privado, un momento para olvidarse de la vergüenza, palabras que debían continuarse susurrando en la alcoba.

Bajaron. Pero desviaron su camino de la salida para dirigirse entre besos al lecho en una habitación que les esperaba con el ambiente adecuado. Las cortinas se hallaban cerradas, la iluminación era baja y ese aroma de rosas seguía presente, llamándoles para entregarse a la pasión.

Recordaba cómo le dejó en el centro de la cama y la forma tan sutil en la que le empezó a despojar de su ropa. Era su sueño hecho realidad mirar de esta forma a su amado, verle avergonzado por finalmente revelarle los secretos de su cuerpo. Respetó que quisiera desnudarle de la misma manera suave en la que él lo había hecho primero. Ambos se estaban tomando un tiempo para admirarse, pues sí, está era la primera vez.

En su memoria tenía grabadas en piedra los gestos de dolor y de placer que su amante le dedicó, cada beso, caricia y rasguño ahora formaban parte de su piel, hasta este momento creyó conocer lo que significaba belleza pero estaba muy equivocado, esta noche marco un fin y un comienzo. Su amado niño entregándose a sus brazos, enseñandole a Luzu que tan sensible estaba a su tacto, era sublime, su excitación no podía pedir mejor estímulo, pero aún así nunca se olvido de ser cuidadoso y tratar cada parte de su cuerpo con el amor que merecía, el castaño parecía estar adorando el cuerpo de su amante con cada uno de sus gentiles gestos.

El momento más especial lo recordaba con especial cariño, el instante exacto en el que ambos se convirtieron en uno solo. La firmeza de su cuerpo contra la suave piel de su querido amante, se hicieron uno solo en una sinfonía de sonidos eróticos. Finalmente dejo de imaginarse las hermosas expresiones, ahora las veía claras, agradeció que la realidad fuera tan superior a la fantasía. Entre la sincronía de sus cuerpos y la hermosa melodía de los jadeos, pronto se encontraron disfrutando el extasis en un par de segundos del paraíso.

Luzu salió del interior de su amado quien respondió con un suspiro prolongado. Estaban exhaustos, abrazados el uno al otro mientras se recitaban algunas frases vehementes. Se dedicaron un par de besos antes de caer dormidos en el lecho conyugal, bajo la noche, aquella noche de verano que dio paso a la primera vez de una pareja que se amaba, un amor bendecido por los dioses, un amor que estaba escribiendo un nuevo capítulo en sus vidas.

Luzuplay Month BitchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora