Ray y tu // Indeleble

I

Hoy no hay nadie en casa, nunca hay nadie jamas habrá nadie.

Me gustaría llegar de la escuela y oír que alguien me dice ¿que tal? ¿Como te a ido en el cole? ¿Tienes muchos deberes? ¿Estuvieron bien los ejercicios que hicimos ayer?

No me importaría en realidad que estuviesen mal hechos por que ELLOS no sabrían hacerlos o tal vez si pero no ayudarían.

¿Quienes son ELLOS?

Dos desconocidos.

Escucho sus pasos cuando estoy en la cama, aveces... Abren la puerta y no les digo nada.

Podría decirles tantas cosas... No se por que pero me callo, no se por que no les pregunto como les a ido en el trabajo y en su empresa.

Pero no digo nada, ni ellos cuando yo me voy a estudiar.

nadie. se levanta. por. nadie.

Al llegar del instituto hago los deberes, pongo la television o estoy un rato en el celular, juego algún gameplay... Pero todo me hace sentir mas sola.

Aveces me pregunto si me pasa algo, si es normal que me quede mirando estas paredes siempre iguales.

¿me pasa algo?

O... ¿Es simplemente que me gusta estar sola?

El dia de hoy está lloviendo y algún que otro trueno resuena en la ciudad.

Mi habitación se ilumina gracias a las luces del coche de mis padres, al que no le presto mucha atención, al terminar de empacar me acuesto sobre mi cama y no tardó mucho en quedarme dormida.

Al día siguiente la alarma me despierta, seguramente por que mi madre jamás lo hará, son las 5:00 de la mañana y el sol apenas sale por mi ventana.

Creo que están un poco perdidos lectores.. Les contaré más sobre mi miserable o tal vez deseable vida.

vivo en Canadá, soy una adolescente de quince años, mis padres son los empresarios más famosos del país, dueños de una empresa popular en la industria de la economia, gracias a esto el dinero nunca falta y muchas veces sobra ¿Crees que es increíble? ¿Verdad?

No tengo hermanos, soy hija única desde primaria he estudiado en colegios privados en donde las personas critican y los amigos no existen, hasta te critican por respirar.

Literalmente.

En este instante nos vamos a vivir a Japón, siempre estamos de este país hasta este país, nunca hay nada fijo.

Sin embargo mi padre (si esque a eso se le puede llamar padre) me prometió que siempre le a gustado vivir en Japón y posiblemente duremos más de un año en este país.

El idioma no es importante, aprendí cinco idiomas desde que tenía dos años.

──recuerda _____, siempre debes lucir bien, no te maquilles así. ──dijo mi madre y yo rodé los ojos.

──como si te importara. ──susurre para que pudiera escuchar pero el celular es mucho más importante que yo.

──¿estamos listos carl?. ──le grito mi madre a mi padre con su mirada fija en el teléfono

En el camino nos dijimos nada, al llegar al aeropuerto, nadie llegó a despedirse de mi, excepto por alguna que otra amiga de mi madre que decía que debía dejar de comer por que estaba engordando y que me peinara un poco el cabello.

Por obvias razones solo les sonreí y les agradecí, creo que eso me vuelve una persona hipócrita pero la verdad esque no me importa, todos aquí lo somos.

En el avión el camino se hizo lento, dormi un rato y empecé a leerme un libro llamado "mi última nota" de joana marcus, al llegar varias personas esperaban a mis padres, estaba perdida en mi celular jugando candy crush.

──que tal leslie ¿cuanto tiempo a pasado? ──. escuché a mi padre hablar, le estrecho la mano a un señor peli morado.

──Isabella querida ¿como has estado?──. hablo mi madre con un tono hipocrita reí un poco al saber que ella no podía fingir su hablar.

── Oh leslie, isabella ella es nuestra hija ______ ──. creo que no escuche lo que dijeron o tal vez si, pero quería joderles un poco la vida.

Mi madre me golpeó el brazo y me hizo perder un minijuego, hice una mueca y dirigí mi vista a los adultos presentes.

──oh, hola un gusto en conocerlos y todo lo demás ──. hable rápido sin ni siquiera levantar la cabeza.

──Esta un poco mal ya saben transferirse de un lugar a otro es difícil y encima problemas de adolescentes. ──hablo mi madre riendo falsamente

──bueno ¿vamos?──hablo leslie cortésmente.

──Claro que si hombre y cuéntame como has estado hombre ──. continuo hablando mi padre mientras nos dirigíamos hacia nuestra nueva casa.

──Rayos por que no puedo ganar──. susurre rendida, así que saque mis audífonos y empecé a escuchar mi playlist favorita.

Subimos al auto y los presentes empezaron a hablar sobre cosas de negocios dinero y MÁS.

Al llegar desempaque y empecé a organizar todo para mañana, nuestra nueva casa era muy grande y mi habitación tenía una vista increíble, tenía una terraza y era gigante creo que eso es lo único bueno que puedo sacar de todo esto.