XXIX

1.4K 177 69
                                    

*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*

──hey ¿estas bien?──pregunté al parecer esto lo sacó de su trance porque volvió a mirarme.

──¿tu lo estás?──pregunto y yo asentí.

──¿a que se refieren con que sin tu ayuda ellos estarían en la mierda? ──pregunto.

──no tengo idea──me burle──¿podemos hablar de otra cosa que no sen mis padres? , me está cansando el tema.

──¿quieres hablar de como beso? ──pregunto, no podía evitar su pregunta no aquí, no ahora y el lo sabía, por eso preguntó.

──¿en serio?

──en serio.

──mm te doy un seis de diez.

──ocho ──dijo el azabache.

──siete y medio ──le di yo.

──nueve──contrataco el otro

──ocho ─dije al fin.

──bien, ocho──dijo y yo solté una carcajada.

──¿quieres intentarlo de nuevo? Seguro soy un diez. ──hablo este y yo decidí mirarlo, en sus ojos no había ninguna pizca de ironía o diversión, estaba hablando enserio y eso me ponía nerviosa.

──no seas tonto ray.

──no estoy bromeando──se encogió de hombros para luego mirarme.

Nos quedamos unos segundos mirándonos, este miró mis labios y se acercó un poco, dándome la opción de separarme pero no lo hice por que yo también deseaba besarlo en ese momento, lo hizo, allí me beso, de nuevo.

Esta vez no era nada comparado con la anterior, me besaba con miles de emociones y sentimientos por delante, yo también lo hacía, con sus manos me tomó las mejillas y profundizó el beso, lo hacía con pasión con suma delicadeza, de improvisto el tomó la delantera y su lengua peleaba con la mía, era un beso desgarrador y apasionado ya no era para nada delicado, iba dejando pocos mordiscos en su labio inferior, el también hacía lo mismo con los míos, ambos soltabamos pequeños quejidos que se mezclaban con el sonido de pequeñas gotas que aún caian en afuera, ya había parado de llover.

Repentinamente un rayo cayó, haciéndome saltar y separandonos del desesperado beso, este sonrió de lado aún mirándome, nadie decía nada, porque no era necesario.

Me dio un beso en la mejilla que me hizo sentir mariposas por todo el estómago y mi rostro se torno totalmente roja, después de hacerlo se puso de pie y me tendió la mano para también lo hiciera.

──no quiero irme a casa──dije sincera.

Este retiro la mano y se sentó a mi lado de nuevo.

Ray y tu // IndelebleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora