Neko

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Sus orejitas me dan cosquillas al rozarme la mejilla, tan suaves que no puedo evitar tocarlas. Sus hermosos ojos azules, que me miran con provocación. Su cola enrollada en mi cadera, junto con sus brazos a mi cuerpo. Acostados en mi cama. Eso pasaba todos los días desde que él había llegado a vivir conmigo.

Una día fui a casa de mi amigo Rin que me había llamado un día antes, no me dijo muy bien para que, solo dijo que me quería dejar algo, ya que se iría, así que fui temprano al día siguiente.

-Rin!- toque la puerta para ver si había alguien, pero nadie contestaba, volví a tocar, hasta que oí un pequeño ruido que provenía dentro, era algo como -tranquilo... ya quédate quieto... Haru!- Pude oír con una voz baja.

-Voooy- por fin contesto. Después de unos cuantos minutos abrió la puerta con unos rasguños en el brazo.

-Rin, ¿paso algo?

-Makoto, verás... -dijo mientras me invitaba a pasar- estaba peleando con mi gato.-

-gato? Tienes gato?

-si, sin embargo, es un poco peculiar.

-peculiar? -no sabía si era lo que estaba pensando.

-Haru!- le llamó, pude ver como un chico de complexión delgada, vestido con un short hasta la rodilla, una camisa con un dibujo de delfín, un collar negro en su cuello y un cascabel azul cielo, salía de una de las recámaras y caminaba hacia la sala donde estábamos sentados.

-Es él, él es mi gato.- Sí, era un neko, era de esos gatos humanos, eran un poco raros, ya que casi eran escasos encontrarlos, además que los pocos que había los tomaban los circos y los utilizaban para sus shows.

-Es un neko! Cómo?- dije.

-Te lo contaré lo más rápido posible- dijo Rin, mientras Haru se acomodaba al lado de él moviendo su cola, y mirándome fijamente. -Un día de regreso del club Iwatobi, vi un camión de un circo, donde estaban desempacando y vi que unos trabajadores tenían a varios nekos, entre ellos a él, ellos le estaban regañando: ¿por qué no te quedas quieto? No te puedes ir y venir cuando quieras!... Así que ellos me vieron que los estaba observando y halaran conmigo sobre que ya no lo querían y si lo quería o lo dejaban tirada, así que accedí a quedarmelo, al principio era muy independiente, hacia lo que quería y salia y regresaba cuando le daba la gana, pero con el tiempo se acostumbró a las reglas y todo, aunque a veces se pone terco, pero es un buen gato, pero ahora tengo que mudarme a otro país para unos cursos de natación, así que pensé en dejartelo, se que te gustan los gatos y ellos gustan de ti así que, pues él es un gato, se que podrás.- finalizó.

-Pero... no es un gato cualquiera Rin, es un neko, ellos son humanos también.

-lo se Makoto, sin embargo se que tu podrás y eras la persona más confiable para dejártelo.

-mmm...- me quede reflexionando unos segundos, iba a ser raro tener a chico en mi casa, pero también era un gato, y saben lo mucho que me gustan? Así que no lo pude evitar. -está bien Rin-

-Gracias Makoto, en serio. -dijo con una enorme sonrisa -mi vuelo sale en una hora, sé que podrás encargarte bien de él. Mira Haru, el es Makoto, el te cuidará de ahora en adelante, lamento tener que irme, vendré cada cierto tiempo y te llamaré algunas veces, ¿ok?- dijo con una cara un poco triste.

-Esta bien Rin. Gracias.- dijo sin ninguna reacción en su rostro.

Así fue como obtuve a Haru, mi neko.

Rin se fue hace dos semanas y yo cuido a Haru ahora, casi no demuestra sus emociones y sale cuando quiere, no me hace mucho caso aun, pero cuando Rin llamo la semana pasada, Haru no salió por un día entero. Él casi no habla, solo cuando de verdad es necesario o cuando quiere que lo acaricie, aunque esas veces el se acurruca a mi lado y me abraza por la cintura. Es un gato un poco peculiar aparte de ser un neko, a él le gusta el agua, no de una forma normal, le gusta de verdad, si salimos a la playa, al club iwatobi o ve una pequeña piscina se empieza a quitar la ropa para meterse, ademas creo que se baña tres o cuatro veces al día, y si utiliza la tina sus baños son muy largos, aveces debo entrar para asegurarme que siga vivo. Es tranquilo, a veces inquieto, a veces se pone un poco bipolar, pero es un buen gato.

Un buen gato (MakoHaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora