Deseo

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Los dulces labios de Haru estaban a unos centímetros de los mios, quería sentir esos labios que me gustan demasiado. Hasta que Nagisa interrumpió. Nos habíamos hecho una pareja un poco acaramelada, creo que era mas yo que Haru y Nagisa lo sabia y trataba de molestarnos lo mas posible. Rei lo regaña pues ya sabía lo que había pasado. El único que aun no se enteraba era Rin. Tenia un poco de temor al oír su reacción por celular, no sabia cuando decirle. Ya había hablado con Haru y el también quería decirle a Rin, a pesar de ser un neko y no haber entendido muy bien sobre el romance al principio ahora era casi un experto entre nosotros dos. Aun era un poco tímido y serio, pero cuando empezábamos con juegos era el mas divertido y lindo. Se comporta como un verdadero gato que quiere ser mimado.

-Haru. -llame desde la sala. Acababa de llegar de la escuela y Haru no había venido conmigo por culpa de un resfriado. Lo extrañe mucho y solo quiero abrazarlo. -¿Haru?-entre a mi cuarto y vi un bulto en mi cama, tapado de pies a cabeza y una cola que sobresalía recostada entre dos almohadas. Fui entrando poco a poco para no hacer ruido y me sente a un lado de Haru. Tome la sabana y la baje un poco de su cara. Estaba sudando y tenia la temperatura alta, tenia fiebre, era obvio con solo tocarlo. 

-mm.. ¿M-makoto?- giro su cuerpo destapándoselo un poco mas, su torso lo tenia completamente desnudo. -me siento mal.

-¿muy mal? -asintió con la cabeza. Y se apoyo en mis piernas. -tendremos que ir al medico Haru. -le quite el cabello de la cara, dejándo completamente despejada su frente. Le di un beso. -estaras bien. Yo te cuidó.

                   ………………

-vera joven Tachibana, los nekos son unas especies muy difíciles de encontrar y de ver. No todos son especialistas. No puedo ayudarles pero si viene en tres días mi superior tal vez lo pueda atender.

-esta bien. Lo entiendo. Muchas gracias.

Estuve buscando por todo la pequeña ciudad algún buen doctor que supiera sobre estas especies un poco extrañas, pero ninguna sabia nada, mi ultima esperanza era aquel especialista que el doctor me había dicho.
Esperamos los tres días. Haru aun se seguía sintiendo mal, la fiebre no le bajaba muy seguido y permanecía constante, su cuerpo estaba demasiado débil, para cargar un plato y para sostenerse el mismo. Tuve que ayudar a bañarlo y le estuve atendiendo todo el día, claro no me molestaba, pero es cansado con las clases y pidiendo permisos para salir salieron poco antes y para que no le contaran las faltas.

-¿usted podrá ayudarnos? -me sentí muy nervioso, era nuestra última opción y Haru estaba cada vez peor.

-le tomare la temperatura y necesito hablar con él a solas joven Tachibana.

-esta bien. Haru ve con él. -el doctor lo ayudo a pararse y se lo llevo a una habitación. Se tardaron menos de diez minutos para salir. Me sentía muy nervioso pues no tenia ni idea de que le estaba pasando.

-joven  Tachibana, ahora podría venir conmigo. -me levante y fui con el, después de sentar a Haru y taparlo. Una habitación blanca con muchos utensilios.

- ¿que le pasa a Haru doctor? -me miro unos segundos.

-ustedes han tenido relaciones ¿verdad? -mi cara se puso pálida al oír esto. ¿como el doctor sabia esto? Acaso le pregunto ese tipo de cosas a Haru.

-yo... Si. -me sentía tan nervioso. -¿como sabe?

-le he preguntado al joven Nanase. Usted no esta bien informado sobre los nekos.

-¿a que se refiere?

-vera. Cuando los nekos llegan a tener su primera relación con un humano normal después de una o dos semanas se presentan los síntomas. -me sentía mas confundido. -ellos empiezan a enfermar, les da calentura y su cuerpo es débil, como el del joven Nanase actualmente. Ellos no deberían tener relaciones con otros que no fuesen de su misma especie. -me había quedado en blanco. Todo había sido por mi culpa.

Un buen gato (MakoHaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora