-Mako Chan! -sentí unas manos en mis hombroz, que me hicieron tropesar un poco.
-Nagisa, tenga cuidado por favor. -en efecto, Nagisa y Rei, ¿por que debía encontrarmelos tan pronto?
-hola Mako chan ¿y Haru Chan? ¿no te esta acompañando?
-¿se ha enfermado Haruka senpai?
-lo siento chicos. -mi rostro se volvió deprimente. -yo... Debo ir a hacer las compras, nos vemos luego. -avance rápidamente en la acera, caminando entre la multitud para poder perderlos facilmente, no tenia muchas ganas de hablar con ellos y contarles lo que paso.
-estoy en casa- habia llegado, el silencio permanecía. Había pasado una semana desde que Haru se había ido con Rin, pensar en el era inevitable, mi celular se encontraba repleto de nuestras fotos, en el acuario, en la playa, en todas se nos veía tan felices. Pero había una que me hacia sentir feliz pero a la vez roto, en aquella foto Haru permanecía sentado en la arena de la playa frente al mar, escasos centímetros quedaban entre sus pies y el agua, sus brazos abrazaban sus piernas y su mirada permanecía en el reflejo naranja del sol, sus facciones se veían relajadas, sus labios permanecían cerrados pero con una pequeña y delicada sonrisa, sus orejas salían a la vista y su cola extendida, aquella foto mostraba al Haru que conocia.
Pasar los días sin el no era lo que había tenido planeado. -si tan solo te tuviera aqui... regresa. -mi corazón se sentía quebrado, sentía que algo le faltaba, la calidez de una persona que aparentaba frialdad era buscada pero no estaba.
Solo.
Marcaba los días que pasaban con un plumón negro en un calendario que había comprado hace dos días. -¿sere masoquistas?- Me dije a mi mismo en mi habitación. -¿a que persona le gusta contar los días?- a varias, pero no estos días infelices. Ya pasaban dos semanas, solo me quedaban tres para entrar de nuevo a la escuela, a ese lugar lleno de edificios, con mis amigos. Sonreí.
Levante mi cuerpo con pesadez de la cama y me quede frente a la puerta del cuarto de Haru, su ex cuarto. No había entrado en él desde hace tiempo, por que sabia que si me paraba allí mis sentimientos brotarían. Y allí estaba yo, en medio de todas las cosas de mi amado neko, su cama aun seguía vestida con las ultimas sabanas con cuadritos azules y blancos, su mesa desocupada, sus cosas estaban completamente en su lugar. Me pare de espaldas a su cama y de una forma suave me fui sentando en ella hasta acostarme, cerré los ojos y sentí algo con mi mano en una de las esquinas, un pequeño papel blanco. Lo tome con un poco de nerviosismo.
"Rin Matsuoka" -se leí en la parte superior.
"Makoto si lees esto ya debía haber pasado unos cuantos días desde que me lleve a Haru. No quiero que te molestes y lamento hacer que sepas esto por medio de una carta . Sabes que cuando me entere lo de Haru y tu no estuve muy de acuerdo, actúe imprudentemente y te he lastimado, pero, quiero que Haru escoja."
-¿pero que es esto? -me sentía totalmente confundido.
"Se que no le habrás llamado a Haru, se que quieres ser fuerte por ti y por él, pero después de haber leído esto sigo pensando que lo mejor es no marcar. No le dire a Haru que no le marcas por que no lo extrañas ni esas cosas, solo le diré la verdad que es difícil para ti y claramente para él.
Espero entiendas que solo quiero hacer lo mejor para él, si el decide qué quiere regresar no lo detendre, sólo tendrá una condición, que terminen las vacaciones y podrá regresar a tu lado, pero, si no me lo dice, no volverá contigo hasta final del curso.
Cuidate Makoto. Gracias por entender."Mi cabeza estaba en blanco, cada una de las palabras retumbaban en la habitación. Tome el celular para marcarle a Rin... Pero me detuve, había dicho que no hablara, pero solo dijo que con Haru, aun así, creo que debere mandarle un mensaje para ser mas ¿discreto?
-"Rin he leído tu carta, ¿de verdad me regresaras a Haru?"- enviar.
Tomó unos diez minutos para que contestara.
-"hola Makoto. Claro, si el lo decide no me opondre. Esperaba tu mensaje."
-"esta bien, entonces... ¿como esta?"
-"bien, últimamente ha sonreído un poco mas de lo habitual". -eso me hizo sentir un tanto incomodo.
-"¿enserio?Entonces, creo que es hora de llamarle."-rápidamente volvió a timbrar el celular.
-"te he dicho en la carta que no puedes"
-"¿por que?"
-"si andas por ahí marcandole, harás que el te recuerde mas y mas. Él debe hacer lo que sus sentimientos le digan sin que tu estés presionando."
-"no es presión. Solo quiero saber como esta."
-"ya te lo he dicho Makoto. Esta bien, no te preocupes. Debo irme, cuidare, saludos a Nagisa y Rei".- volvió a sonar el celular - "( imagen de Haru acostado en una cama) te mando esto para que veas que esta muy bien. No te preocupes."
-"gracias Rin. Cuidalo por favor".-enviar. Y ese fue el ultimo.
.................
-Mako chan! -oí desde fuera de la casa.
-Na-nagisa, ¿que haces aquí?
-¿eeh? ¿y esa actitud Mako Chan? He venido a verte a ti y a Haru, he traído nieve y palomitas, ah, y unas películas. Por cierto Rei no tarda en llegar.
-espera... ¿¡que!?
-¿donde esta Haru chan?-entro a la casa caminando de prisa.
-yo... Lo siento, debo contarte. -hice que Nagisa se sentara y llene mis pulmones de aire para poder soltar cada palabra con firmeza. Sus expresiones habían sido de sorpresa al oír toda la historia, pregunto varias cosas, ¿cuando se había ido?, ¿va a volver? Y si los había detenido. Hizo un pequeño gesto y me miro.
-no te preocupes Mako chan, Haru chan regresara.- y paso una mano en mi hombro. Mi pequeño amigo rubio sabia como hacerme sentir mejor. No paso mucho tiempo después de que llego su novio y tuvimos que contarle todo por que el también había llegando preguntando por el pequeño mínimo que había habitado esta casa conmigo. Esta vez, Nagisa ocupo mi lugar y le explico todo a Rei, supongo que se dio cuenta de lo doloroso que era para mi hablar sobre este tema. Rei asintió.
-Makoto senpai, todo estara bien. -las palabras de ellos dos me habían hecho sentir mejor, con mas confianza en mi y en Haru.
Estuvieron todo lo que restaba del día conmigo, vimos unas cuantas películas, jugamos videojuegos, otros juegos de mesa, contamos historias, que Nagisa termino contando de terror y eran las que menos gustaban, me daban miedo... Fue un buen día con ellos, un día imprevisto, pero lleno de lindos recuerdos con mis dos buenos amigos. Ellos dos me hicieron sentir mejor, fue el primer día después de dos semanas que sonrei y reí de nuevo lo mas que pude. De verdad, gracias amigos.