Al día siguiente, me levante temprano para ir a la preparatoria Iwatobi, mire en el cuarto de Haru y noté que aún seguía arriba de todo el estambre, durmiendo. Le escribí una nota y la coloqué en su puerta:
Haru me fui a clases, por favor ordena tu cuarto. En la tarde ven a la preparatoria Iwatobi, te dejo un pequeño mapa. Cuidado.
Mientras camino a la preparatoria Iwatobi puedo admirar la vista del hermoso mar que se encuentra en frente de mis ojos, su color azul me hace recordar un poco a los ojos de Haru, esos que no muestran expresión alguna con solo verlos. -amm... ah...- se me vino a la mente el suceso de ayer, sus ojos entre cerrados y su cuerpo frágil -Makoto por favor no seas un pervertido- me dije a mi mismo.
...........
-Mako chan!
-Nagisa! por favor no corra así en las escaleras se puede caer.
-Tranquilo Rei chan, apurate!
Escuche mientras subía las escaleras del edificio de la escuela. Mire hacia atrás.
-Nagisa, Rei, buenos días.
-Buenos días Mako chan.
-Buenos días Makoto senpai.
-Le haz dicho a Haru chan? -pregunto Nagisa saltando de un lado a otro.
-Le he dejado una nota, aun estaba dormido cuando salí de casa. No creo que se pierda, ya que antes salia mucho.
-Makoto sempai de verdad le gusta el agua a su gato?
-Si! Y muchoo! Solo nada estilo libre, pero es el mejor... -les platiqué mientras subíamos a la azotea de la escuela para desayunar.
Ya es de tarde y estamos esperando a Haru, pero aun no ha llegado, quiero ver si pondrá una sonrisa al ver lo que le tenemos preparado. A Nagisa se le ocurrió una sorpresa para cuando lo conociera, así que decidimos que viniera a la escuela para enseñarle la piscina.
-Ya se está tardando Haru chan
- Sí... será que se habrá perdido Makoto senpai? Y si no sabe donde esta? ¿Y si está realmente perdido? Makoto senpai hay que ir a buscar a su gato!
-Y si algún extraterrestre vino y se llevó a Haru chan! ¡No, no, quiero conocer a Haru chan antes que un alien se lo lleve!
-Eeeeh!. - me sobresalté.
-Nagisa no diga esas cosas! Los extraterrestres no existen! ¡Deje de ver ese tipo de películas! Y deje de asustar a Makoto sempai.
Desde lejos vemos como una silueta viene caminando hacia la entrada de la preparatoria.
-Rin chan, Mako chan, un alien!
-Nagisa! .- me escondí detrás de Rei.
-Makoto sempai los álienes no existen. ¡Mire... viene un chico con orejas de gato! ¿Ese es él?
-mmm... -me fijé bien en la silueta que se va acercando poco a poco. -Haru! ¡Aquí! Ven!- Noté como apresuraba el paso.
-Makoto... -estaba mojado, completamente, no estaba lloviendo ni nada.
-Haru... porque estás mojado?
-...
-Haría.- le dije con un poco más de autoridad. Voltio hacia atrás.
-mar...
-eeeh?? ¿El mar? ¡Te has metido al mar antes de venir aquí!
-...- no dijo más.
-Bueno, ya estás aquí, es lo bueno. No vuelvas a atrasarte por algo así otra vez Haru. Mira, ellos son Nagisa y Rei.
-hola Haru chan! Soy Nagisa, eres muy lindo, mira esas orejas y esa cola que bonito!.- jugueteaba con su cola mientras acariciaba sus orejas.
-hola, Soy Ryugazaki Rei. Espero llevarnos bien...mmm... Haruka senpai?. -se podía ver que Haru era un poco más grande que Rei.
-hola, me llamo Haruka.
-¡Bueno, Haru vamos! Te tenemos una sorpresa.
Le dijimos que cerrara los ojos hasta que nosotros le dijeramos y lo llevabamos hacia la piscina. Cuando llegamos en frente de ella, apreciamos una vista increíble que hasta para nosotros fue sorprendente. Observamos como el sol se reflejaba en la piscina, de un color anaranjado, las flores rosas de los cerezos habían caído también gracias al viento que había estado soplando y se encontraban a los lados sobre ella, era como ver un campo de sakuras, era realmente hermoso, y nos quedamos atonitos ante asombrosa vista.
-amm... Makoto?
-oh, Haru, ya puedes abrir los ojos.
Estábamos mirandolo haber que reacción hacia. Sus ojos se agrandaron y observábamos como movía la cola y sus orejas se paraban rectamente, creo que pudimos ver una pequeña sonrisa en su rostro, y antes de darnos cuenta desapareció de nuestra vista, ya se estaba tirando a la piscina mientras se sacaba la playera que trai y sus pantalones. Estaba feliz. Estaba nadando boca arriba con sus brazos y piernas extendidas, sus ojos cerrados y su pequeña y casi imposible de notar sonrisa nos permitían ver la tranquilidad que el agua le proporcionaba. Se lo merecía en el tiempo que ha estado conmigo, era un buen gato.