Cuidate

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-Rin , lo siento. -le mire de reojo con la cabeza agachada.

-Makoto, yo, vine por Haru. -su voz era tan firme.

-Rin, yo, enserio lo lamento, quería decírtelo, queríamos decírtelo, pero no habíamos encontrado la manera. Por favor, no te lleves a Haru contigo. -le mire, su rostro se había vuelto inexpresiva.

-Volvi por Haruka, y me lo llevare Makoto. Decidí inscribirlo en la escuela conmigo, ahí podrá comenzar con clases de natación, y yo cuidare de él, no sera un peso para ti.

-Haru no es ningún peso para mi Rin, lo sabes muy bien ahora. Dejalo, por favor. Yo cuidare de él como lo he estado haciendo.

- Tal vez si me hubiesen dicho mucho antes sobre lo que pasaba entre ustedes dos, no hubiera tomado esta decisión.

-R-rin, te lo pido...

-No, Makoto, no. Me llevaré a Haruka no importa lo que opines. -se levantó y giro su cuerpo con seguridad. Se había ido de la cafetería.

¿como hacer que Rin no se lleve a Haru? ¿como hacer que entienda que no podre vivir sin él? ¿acaso debo escapar con Haru? No, eso empeoraría las cosas... Entonces, ¿que?
Rin pasaría las vacaciones con nosotros aparte de estar con su hermana, había venido para vernos. Lo único que pude saber es que Rin había pensado en decirle a Haru sobre irse con el como una asombrosa sorpresa para estar juntos, pero para su sorpresa, no fue así. Rin pasara por lo menos dos semanas aquí, debo mejorar las cosas y hacerlo entender o si no, perderé a Haru.

.................

Eran las 10:32 de un martes, todo se oía tan silencio, en mi cama solo estaba yo y unas almohadas a mi alrededor. Pensé en ir a darle los buenos días a mi pequeño minino durmiente pero para sorpresa no se encontraba en cama. Frunci el ceño y fue directo al baño, no había nadie, camine a la sala y note en una de las paredes un papel amarillo pegado.

"Makoto, buenos días. Rin ha venido para que lo acompañe a la playa. Son las 9:00a.m. Regresaremos para comer. No te preocupes.
~Te quiero"

Quite el papel de la pared y lo coloque en la mesa. Lo mire por unos dos minutos y fui a tomar un baño. Las cosas no estarían fácil.

Prepare la comida para cuando llegara Haru y Rin. No sabia sobre que habían platicado, el plato de Haru aun seguía intacto.

-Haru, ¿estas bien? -pregunte preocupado.

-si Makoto, es solo que no tengo mucha hambre. -siguio observando su plato lleno de comida como si fuera algo fuera de lo normal. Mire a Rin que ya habia empezado a comer. Levante una ceja.

-no te preocupes, esta bien. -dijo de una forma muy normal.

-¿que le haz dicho Rin? -mi voz tomo un tono serio. Llamando la atencion de Haru.

-nada, solo he hablado con el sobre sus cosas. Soy su amo y tengo el derecho de platicar con él y aclarar sus dudas.

Las palabras de Rin sonaban en forma burlesca. El ambiente fue serio, sin ninguna charla.

Paso la primera semana y Rin seguia viniendo a mi casa, salia con Haru y llegaban a comer o aveces a cenar, habian salido todos los dias, aveces los acompañaba su hermana menor. Haru aveces llegaba muy feliz y otras con una cara un poco ¿deprimida? podria decirse. Sus labios se veian tan secos estos ultimos dias, sus ojos se dejaban llevar por cualquier cosa causandole distraccion, esas suaves orejas se ocultaban de forma repetitiva. Le mire desde un pequeño espacio de la puerta, tapado con un cobertor, recargado en la pared, mirando hacia la nada, jugueteaba con su larga cola inconscientemente. Di un paso hacia atras y toque la puerta.

-Haru, ¿puedo pasar? -no respondio. Volvi a tocar, despues de un minuto la puerta se movio, detras de ella se asomo un delicado gatito tapado aun con su cobertor. -¿estas bien? -sus brazos rapidamente me tomaron por el cuello y sus labios dieron un toque a los mios, aquel cobertor cayo a el suelo.

Sus delgadas manos sostuvieron las mias, los delicados, suaves y cortos besos se sentian tan calidos. La mirada que tenia me hacia querer hacerlo mio, sus delicadas facciones eran simplemente perfectas. Nos recostamos en la suave cama, mirandonos el uno al otro, jugueteando con nuestras manos. Comencé a hablar, preguntar como se la habia pasado con Rin en estos dias, en su cara se dibujo una sonrisa, era una pequeña sonrisa tranquila llena de alegría, me dijo que se la habían estado pasando muy bien, que tenia mucho tiempo que no platicaban tanto y que quería pasar mas tiempo con él, que le gustaba ver a Rin sonreír. Sus expresiones aveces cambiaban de repente, sonrisas, miradas a la nada, serio, risas, cada una de ellas mostraba sus sentimientos.

-sabes, cualquiera que sea tu decisión te apoyaré. -no te vayas. -quiero que estés con la persona que te haga sentir mas cómodo. -solo quedate conmigo. -estaré contigo apoyandote aun sea lejos. -no te apartes de mi. -te amo. -en verdad.
Cada minuto que pasaba viéndolo dormir quería que fueran años, años para poder estar con él, sin preocupaciones. Las vacaciones de Rin se estaban volviendo cada día mas cortas. Nos habíamos llevado bien en todos estos días, tratamos de llevarnos como siempre, como los buenos amigos que somos, salíamos juntos claro que con Haru, fuimos al cine, a la playa , centros comerciales. Sólo faltaban tres días para que él volviera con o sin Haru.

..............

-Hola Makoto, he venido por Haru. ¿esta listo? -la maleta de Haru se asomaban del cuarto. Faltaba poco para que se fuera, para no volverlo a ver, para no tener a mi pequeño mínimo. Un sentimiento de temor y tristeza me invadía.

-Makoto, Rin, estoy listo. -sus ojos me miraron mientras salia con su maleta, se acerco y me abrazo, un corto y cálido abrazo. Suspire.

-bien, vamos. ¿quieres acompañarnos Makoto? -pregunto Rin.

-mm... Si. -tome la maleta de Haru y la lleve al taxi que nos esperaba afuera. Rin se había sentado en la parte del copiloto, mientras Haru y yo estábamos atrás. Un gorro negro cubría su cabeza, una camisa azul tapaba su torso y la pulsera que habíamos comprado en el parque de diversiones se lucia en si muñeca. Quería recordarlo, quería que no se fuera. Lo abraze en todo el camino. Le susurraba cuanto lo quería, que todo iba a estar bien, que lo llamaría todos los días, quería que supiera cuanto lo amaba y preocupaba por él, mis voz se escuchaba quebrada aveces y trataba de decir algo gracioso para él y para mi, su sonrisa se dibuja en su cara y esta hacia que me sintiera mejor. Sus manos se habían vuelto frías y sus ojos de alegría se mostraban un poco acuosos.

-bueno, te prometo que cuidare bien de Haru.

-esta bien. Aprende bien Haru. No dejes que Rin te regañe por todo. Iré a visitarte a ti y a Rin. Les llamare. Come bien. No llegues tarde a clases. -verlo en frente de mi se estaba haciendo pesado para mis sentimientos.

-no te preocupes Makoto. Me cuidare. Esperare tus llamadas. -lo tome de los hombros y lo acerque a mi, sus brazos me rodearon y di un pequeño beso en la frente. Rin seguía ahí parado, simplemente no dijo nada. Me separe de él y lo mire unos segundos mas, quería grabar cada facción.

-¿y yo?-pregunto Rin para acabar con esta aura.

-ti también cuidate. No te sobreesfuerces, cuida a Haru.Se que eres bastante estricto y muy buen estudiante, así que no tengo mucho que decirte, solo, sigue así Rin. Gracias.

-¿por que me das las gracias?

-solo, gracias por haber hecho que cuidara a Haru, es lo mejor que me pudiste haber dicho.

-Makoto...-susurro Haru.

-ve a visitarnos, te estaremos esperando con ansias. -me dio un fuerte abrazo. -gracias a ti. -oí en voz baja.

Espere a que entraran en el avión, la cola de Haru se había hecho notar de los nervios, se veía tan lindo, era como un pequeño gatito perdido recién nacido. El avión se había esfumado después del ultimo adiós de ellos.Te voy a extrañar.
Rumbo a casa me invadió la melancolía, me dolía el pecho, sentía que una parte de mi había sido arrancada con fuerza. Me acostó en la cama y suspire, una, dos, cuatro, siete, perdi la cuenta de ellas cuando me quede dormido viendo las fotos, los recuerdos que habíamos pasado.

Un buen gato (MakoHaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora