Han pasado un mes y medio, Haru ha estado actuando mejor, ya no sale cuando quiere, o por lo menos avisa si saldrá un rato, cada vez que Rin marca sigue contestando con un tono serio, pero cuando habla conmigo se escucha gentil y con ganas de que le cuente mis pequeñas historias que he tenido con mis amigos Nagisa y Rei, podría decirse que se lleva mejor conmigo que con Rin que lo cuido por mucho mas tiempo que lo que llevo yo. No he visto ya sonrisa suya en el tiempo que ha estado aquí, pero no puedo pensar que es infeliz estando aquí conmigo, recibe un buen cuidado, me preocupo por él y le hago su comida favorita todos los días, que como es normal al gato le gusta el pescado, y pues a Haru le gusta la caballa, no entiendo como puede comer eso todos los días, yo lo veo y me siento asqueado por unos cuantos días.
-Makoto... -oí desde su cuarto que estaba a lado del mío.
-Que pasa Haru?
- Ayuda... arg!... -oí una caída, y salí corriendo al cuarto de Haru.
-Haru! Que haces?. -vi un montón de hilos de estambre de todos los colores por todos lados en el cuarto, hilos que iban desde las patas de la cama a su closet, de este al cerrojo de la puerta, del cerrojo a las patas y al rededor de la mesa que tenia una lampara con mas estambre, en la cómoda había hilo y bolas de estambre, y el estaba en el piso tirado enredado en hilos de mil colores, no sabia por donde comenzar así que trate de caminar entre los hilos sin tratar de enredarme... pero ¡bam! En cuanto di cuatro pasos me tropecé con una bola de hilo, y luego me enrede en otros, y caí en algo suave, al abrir los ojos había quedado sobre Haru, mi cabeza había quedado a unos centímetros de la suya, sus ojos azules me penetraban mi mirada, y sus labios habían quedado un poco cerca, muy cerca, mis brazos cada uno a lado de su cabeza, y una de mis rodillas quedo encima de su miembro, pude sentirlo con mi rodilla, pero como estaba enredado mis movimientos hacían que lo tocara a un más, parecía que lo estaba frotando, y Haru reaccionaba ante ello, oí uno que otro suspiro, y yo, yo, al verlo me estaba sonrojando, también me estaba excitando, podía notar como mi miembro hacía que mi pantalón me apretara cada vez más, trate de levantarme lo más rápido que pude, Haru no se movía, solo suspiraba y sacaba uno que otro gemido, su cola, por otra parte, si se estaba moviendo, de un lado a otro, me acariciaba uno de mis brazos, y cuando por fin pude liberarme del hilo que estaba atado de mi pie, ya no quería quitarme de encima de él, -no Makoto, no, deja de pensar en cosas raras- me dije a mi mismo, y me levante, él seguía ahí enredado entre tanto hilo, y su cuerpo se veía tan débil, pude ver que el pantalón de Haru también le estaba apretando, pero trate de no mirar allí, y a toda velocidad le quite el estambre que tenía enredado en los brazos, pies y el cuerpo, y yo tapándome lo más que podía allí, no quería que Haru viera esto, así que una vez siempre termine con Haru salí directamente al baño, encerrándome.
-Makoto, gracias. -oí al otro lado de la puerta.
-Haru...- no había salido del baño por una hora, eso era raro de mí, era más típico de Haru, sin embargo esta vez me quede aqui para hacer que me calmara un poco, ya que me había puesto un poco caliente al verlo es esas circunstancias, me estaba empezando a tocar mi miembro, era raro que yo hiciera esto, no tenía tanta necesidad, pero esta vez no pude negarme, lo acaricie de arriba hacia abajo, proporcionándome cierta satisfacción por mi cuenta, pero no pude venirme, no pude desahogarme por completo, así que tome una ducha para calmarme y después salir.
Haru estaba dormido en su cama que seguía con bolas e hilo de estambre, se veía tan tranquilo, no supe como hizo para que "eso" se le quitara, pero tampoco quería saberlo, o eso quería hacerme creer. Le acaricie un poco el cabello y lo tape con una sabana y me fui a mi cuarto.
