Tomamos un taxi para ir al parque de diversiones, abrazados, se pasaba el tiempo lentamente, esperaba poder disfrutar tranquilamente de la visita a la gran zona de juegos.
Al llegar notamos que había mucha gente, no estaba tan aglomerado, pero si eran muchas personas entrando, comprando boletos. Compre las entradas y empezamos con el recorrido. Eran las 2:01pm, decidimos ir a algún local de comida rápida, lo se llegando y comiendo.-mm... Estan muy buenas, ¿quieres?-le señale el plato de unicel repleto de papas fritas.
-aah... -Haru abrió su boca esperando por la comida. Tome una papa y se la iba dando hasta que volteo la cara. -Makoto, ponle catsu por favor. -arrugo la nariz de forma tierna.
Terminamos y tomados de la mano empezamos a andar entre la gente. Las personas se quedaban mirándonos, no todos, pero la mayoría, trate de no hacerles caso, este día lo disfrutaría con Haru.
-Makoto, tu celular esta sonando.
-¡oh!tienes razón, no me di cuenta, gracias Haru.
-hola, Rin. -recorde en ese instante las palabras de mi amigo pelirrojo "volveré pronto".
-Makoto, llegue hace unos cuantos minutos a la ciudad.
-que bien Rin, me alegro. ¿vendras?
-claro, pero me tomara un poco de tiempo, las calles están aglomeradas, me retrasare un poco. Diganme donde puedo verlos.
-estaremos en la primera nave, ¿en cuanto tiempo llegaras? -pregunte para estar prevenido.
-en unos veinte minutos mas.
-ok. Te esperamos. -colgo.
Le dije a Haru en lo que habia quedado con Rin, asintió y me pidió ir a una zona de pinturas. La tela estaba pintada de varios tonos, entre ellos el que mas resaltaba era la pintura rosa de los pétalos del cerezo en aquel árbol solo y vacío, no se veía mal, era un pintura muy bella, con un lago atrás y un pasto increíblemente verde, además de esta había muchos mas, pequeños retratos de paisajes verdes y otros con flores, algunas tenían chozas de madera en el lienzo, no todos llevaban personas o si traía alguna solo le hacían pequeñas sombras para hacer el cuerpo. Compramos esa pintura de cerezos que no habia encantado, ya habíamos pensado en donde colocarlo al llegar a la casa, le daría un toque mas tranquilo y refrescante con ese taño promedio y hermosos colores.
Habíamos visto menos de la mitad de la zona, la nave en la que estábamos era cultural, habían zonas en donde podíamos ver algunos bailables tradicionales, juguetes y ropa. Jóvenes con yukatas pasaban entre la gente, era un gran festival, donde podías ir desde tu ropa tradicional hasta ropa casual o extravagante, siendo uno mismo.
-Makoto, tu celular.-gracias Haru. -si no fuera por él, ninguna de las dos veces hubiera escuchado el celular.
-Makoto, ya entre a la primera nave. ¿donde están?
-Rin, ¿donde estas tu? Iremos para allá.
-apenas llegue, lo siento.
-no te preocupes, iremos por ti. -colgue.
-ya llego Rin, Haru, iremos a buscarlo. -lo tome de los hombros y le di la vuelta.