Una dulce caminata

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Después del desayuno y poder arreglarse como se debían para poder salir, la recidencia donde se llevó a cabo la fiesta era grande así que su caminata sería relajada y llena de paz.

—Vamos Thor, tu dijiste que debíamos salir y yo acepté- hizo un puchero el azabache quien estaba jalando al dios nombrado ya que no se separaba de la cama en ese momento.

—¡No! ¡Yo me quedo!- musito en drama el dios del trueno quien se abrazo a una almohada.

—¡Bien! Entonces iré solo a caminar...- con molestia Loki salió de la habitación azotando la puerta, se notaba que se había molestado con su ahora esposo, no podía creer que Thor le haya dejado plantado con salir solo que algo lo distrajo y no pudo moverse ya que sus pies no tocaban el suelo sino que todo su cuerpo era cargado gracias al rubio de ojos azules que venía para disculparse.

—Lo siento mi amor, no era mi intención hacerte enojar....perdón amor- suspiro pesadamente mientras le daba un beso suave en su frente como disculpa aunque no pudo llegar a esta por una mano que no dudo en besar, su pareja lo amaba como era y por eso cumplía sus caprichos al pie de la letra. Loki era suyo y nadie, nadie se quedaría con él.
Porque nadie lo satisfacería como él lo hacía, nadie lo besaría como él, nadie aguantaría esos lindos caprichos.
Loki no sería de nadie porque él estaba ahí vivo para complacerlo.
Thor siempre sería el indicado para atenderlo, amarlo, respetarlo y para molestarlo.

—¿Thor? ¿¡No, qué no querías salir!?- hizo un hermoso puchero ahora que su esposo estaba frente a él.

—Cambie de opinión amor...- en una pequeña sonrisa recibió el golpe de su vida pero lo tenía merecido. Puño limpio contra pecho firme quien termino adolorido fue Loki que con el dolor aún presente apuñaló a Thor con fuerza.
A pesar que la sangre había caído al verde suelo de pasto, Thor no dijo nada solo sonrió suavemente encantado con su esposa.

—¿Ya no estás enojado?- pregunto tranquilamente ahora que su amor se había desquitado con él.

—¡Sigo molestó!- menciono en un puchero antes de sacar la daga de la piel contraria y con su magia lo curo para evitar cualquier accidente, en tranquilidad ambos caminaron tomados de la mano, se notaba que eran una pareja mucho más unida y enamorada. A pesar de sus peleas que obviamente Thor iniciaba solo para sacar de quicio a su dulce esposa.

Pasaron por el gran jardín hasta llegar a un lago tan hermoso que dentro de este los peces nadaban agusto y algunas hermosas flores acuáticas adornaban de rosado el lago, enfrente de este había un frondoso árbol dónde podrían disfrutar de un descanso después de una larga caminata.

—Todo es muy bello...- musito Thor, pero lo que él azabache no se espero fue que este lo tomara en brazos y fue llevado al suelo para descansar a un lado de un pequeño río que  llevaba el agua al lago.
—¿Cómo se siente?- pregunto el rubio mojando suavemente las piernas de su esposa quien tranquilo disfrutaba esa fría agua hasta que se quedaron en silencio viendo un hermoso paisaje azul con esponjosas nubes blancas. Un día perfecto para la recién pareja casada.

Gordito...lleno de amor por tí..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora