Gordito...lleno de amor por tí..

Un día tranquilo

A pesar de que Loki descansaba agusto en la cama donde su amado Thor le había hecho dormir pudo despertar un poco viendo a su alrededor, claro estaba que quería levantarse y como no estaba aquel rubio gordito pudo hacerlo.

Sabía que tan protector era su esposo así que mejor saldría de cama sin que este se diera cuenta, fue por eso que pudo caminar hasta la ventana donde observó el lugar, la calma lo invadió sin estropear esa misma atmósfera en toda la habitación.

—Pronto estarás aquí con nosotros pequeño...- Musito bajito acariciando su vientre en ese momento aunque no se había dado cuenta que un dios del trueno lo estaba viendo fijamente, parecía enojado pero también enternecido por la escena que veía en ese momento de su amado esposo acariciando su vientre.

—Te había dicho que no te levantaras..-Musito una voz suave y grave proveniente del dios rubio asustando claro al azabache que estaba muy tranquilo en ese momento.

—Thor! No debiste entrar así!- Le reclamo con un hermoso rubor en su piel blanquecina que parecía pálida por el cansancio, aún así ahí estaba de pie frente a la ventana observando el hermoso y blanco paisaje de afuera.

—No, y tu no deberías estar de pie- Menciono de vuelta sacándole un gruñido al azabache quien cruzo sus brazos ofendido por eso aunque después se rindió al sentir los brazos fuertes y cálidos de su amado.

Así fue que Thor lo llevo de vuelta a la cama cargándolo estilo princesa y dejarlo en esa cómoda cama para comodidad del menor quien solo suspiro resignado estando en la cama con mullidas almohadas que le hacían relajarse.

—Te traje algo de comida, dulces si gustas o algo para tomar- Menciono llendo de nuevo por la charola que dejó en un mueble de la entrada de la habitación y se la extendió con calma para que el dios de las travesuras comiera de lo que deseara, después de todo no se había despertado escuchando a su Loki pedir y pedir muchas cosas deliciosas entre sueños.

Para Loki era una gran sorpresa ver la mayoría de cosas que había soñado y creyó que había comido, así que no pudo evitar avergonzarse mucho y empezó a comer de ese delicioso pastel de chocolate con fresas a demás de esos palitos de pan con algo dulce para acompañar, claro que no estaría su vino pero se confirmaba con el jugo de frutas que le había servido el rubio, después de todo no era un idiota en captar sus deseos así que una gran sonrisa de satisfacción se mostró en su rostro al comer casi todo.

Por otro lado estaba Thor sonriendo satisfecho de haberlo dado todo lo que había pedido, así que no dudo en relajarse más que tranquilo en la cama hasta que su amado terminara de comer, claro estaba que debía cuidarlo y eso hacia aunque nadie hablara en ese momento ya que uno estaba disfrutando y el otro estaba encantado viendolo comer de esas delicias.

—¿Estuvo rico?- Pregunto con una voz suave para no asustar al azabache quien comía agusto pero se detuvo al escucharlo, eso le alegro pues creía que sería ignorado en ese momento pero lo bueno es que no lo fue.

—Lo estuvo.... gracias...- Aunque pareció haber hecho un puchero al ser interrumpido, pero sonrió al saber que él estaba atento a lo que hacía.

Así fue que su día paso de una manera tan linda que el pequeño azabache no dudo en acurrucarse de nuevo en ese cuerpo grande y disfrutar de la comodidad así como también de la paz que le brindaba esa calidez de su amado esposo, de su amado dios del trueno.