Dulce noche

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Loki vestido con un corset resaltando esas curvas más de lo que ya estaban daban ese toque majestuoso a uno mucho más sensual, Loki no necesitaba eso y Thor lo sabía porque él ya había tocado ese cuerpo así como se lo grabó en tacto y memoria.

No faltaba más, Loki y sus malevolos planes de hacer caer a Thor a sus pies no acababan ahora el azabache sostenía un bote con chocolates derretido que al dejarlo caer sobre su pecho creo un camino que empezó a secarse pero seguía húmedo, sus pezones ya erectos estaban cubiertos de ese delicioso chocolate, hoy romperían la dieta y más el gordito de Thor que solo se saboreaba a su aún más dulce hermano.

—¿No te gustaría probar?- pregunto el ojiverde con una sonrisa maliciosa dejando a la vista todo de él, si iniciaban un juego lo terminarían hasta el final.

La bestia interna del rubio salió a flote y sin importar nada dejo nuevamente a Loki en la cama y ataco su cuello con besos y lamidas que fueron bajando lentamente hasta esas clavículas que no dudo en morder de forma suave, sin lastimarlo, solo causando ese dolor placentero.

La voz del menor empezó a salir dulce y suave como si esa estimulación fuera única haciendo que el contrario lamiera más ese camino de chocolate hasta topar con uno de sus pezones, succionó suave causando ese sonido de chupeteo, algo que hizo que el azabache exclamara de esa forma erótica. Su camino no se detenía ahí cuando limpio el pezón derecho fue directo a atacar el izquierdo, mordiendo, chupando y lamiendo hasta que ambos estuvieron brillosos por la saliva que había dejado. Sus manos empezaron a desabrochar aquella prenda que marcaba esas curvas pero sus labios se entretenian con los contrarios en un profundo y húmedo beso.

Esos labios no dejaban de besarlo, sus caricias en esa espalda tampoco dejando que  caminarán sus dedos por la espina dorsal al punto de causarle escalofríos al dueño de ese cuerpo.

Después de una guerra entre sus lenguas habían cambiado de posición, ambos estaban sentados pero Loki estaba en el regazo de su hermano mayor donde besaba con amor sus labios y enredaba sus finos dedos en esa cabellera rubia en lo que el contrario preparaba esa entrada hasta dilatarla, primero fue un dedo húmedo y apretado era como se sentía ese interior, después de un par de movimientos circulares entro un segundo dígito que está vez hizo un suave movimiento de tijeras hasta abrir y cerrar esa entrada que se contraia por la sensación de abrirse y el ambiente normal de la habitación.

La preparación había sido un éxito esa belleza que tenía entre sus manos ya estaba lista así que sin esperar más lo había penetrado de forma suave, lenta y dulce causandole un gran sonrojo a Loki, quien dejó caer sus lágrimas acumuladas de la exitacion, una vez que ya tenía todo dentro de él empezó a mover sus caderas de forma suave, en pausas sintiéndolo más a dentro, sus manos se fueron a esos hombros dónde apretó y clavó sus uñas, Thor por su parte se dedicaba a besar y morder ese cuello dejando grandes marcas de propiedad, nadie se lo quitaría, NADIE.
Mediante las embestidas subían de nivel la voz armoniosa de un azabache era acompañada por gruñidos y jadeos roncos del rubio quien cambió las posiciones dejando a su Loki sobre la cama y él sin parar de embestir esa entrada que se contraia humedeciendose en el proceso, sus gruñidos eran altos y como todo Alfa apretó esas caderas dando embestidas cada vez más profundas.

El azabache se retorcía bajo aquel cuerpo sudoroso por el acto que estaban haciendo, su cabello se pegaba en su frente, sus manos se aferraban a esa espalda y su cuerpo subía y bajaba una y otra y otra vez, era algo que lo hacía enloquecer, la brutalidad de su amado jamás nadie la tendría como él, en una de esas sus pensamientos fueron interrumpidos por un golpe certero en su punto dulce que no solo le tocó una vez, sino varias veces en el mismo sitio enloqueciendolo cada cierto rato hasta que no pudo más y se corrió de golpe manchando a ambos con su escencia, Thor por su parte se había corrido mordiendo el cuello del menor dejando su mandíbula marcada, entre agitaciones y la sensación de ser llenado ambos se besaban de forma más suave, dulce como si el calor hubiera disminuido.

—¡Mañana estarás a dieta!- fue lo que artículo el azabache despejando su rostro de su azacahe cabello.

—¡Loki! No puedes hacerme esto- lloriqueo mientras salía de su interior y lo abrazaba de la cadera, no podía creer que después de ese consumado acto con su amor de por medio le dijera que debía continuar con su dieta.

Gordito...lleno de amor por tí..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora