Gordito...lleno de amor por tí..

Tres meses ♡

Después de tres meses de tantas emociones Loki de había vuelto más hermoso ya que usaba ropa con muchos holandes de tela, en ese momento usaba un hermoso vestido blanco, algo inusual en él pero eso no lo hacía ver nada mal, al contrario, poco a poco aquel hermoso azabache fue caminando hasta la habitación donde compartía con su esposo, lentamente entro y salió hasta el gran balcón para disfrutar el fresco de ese día, mantenía su pensamiento "Llevo tres meses casado" y con eso solto una hermosa risa, llevaba mucho tiempo escondiéndo algo sumamente importante pero aún no le decia nada a su querido esposo y sabía que todo había una restricción, debía no mantener secretos debía alzar la mirada y decirle pero Thor, Thor siempre le perdonaba. Agradecía eso a decir verdad.

—Thor...ya casi vendras...y yo te diré algo especial- musito con una sonrisa suave pero termino por sentado en el barandal del balcón.

El día empezaba a nublarse, se notaba que pronto lloveria y un pensamiento llegó a él.
"¿Está enojado?" se pregunto antes de suspirar, no pensaba que Thor estuviera enojado, lo confirmaba.

—Thor...-Suspiro ante su idea aunque termino por simplemente negar un momento, debía pensar diferente, solo que algo llamo su atención y fue cuando su esposo había llegado a casa.

—¡Loki!- llamo a su esposa el dios del trueno con voz alta pero también sonaba relajada, la tormenta decía lo contrario.

—¿Qué ocurre hermano?- quizo jugar con fuego pero lo único que recibió fue un gran y cálido abrazo, su gordito seguía siendo dulce y no dejaba de abrazarlo, se notaba avergonzado y feliz por ese abrazo.

—Eres mi todo amor...- Feliz le miro, la tormenta disminuyó en ese momento y Thor dejo de abrazarlo con fuerza.
—Soy felíz de saber que tengo a una hermosa esposa esperándome siempre en casa -musito en un pequeño beso en sus labios solo que se aferró a él.

—Loki en verdad tu eres mi todo- y nuevamente lo abrazo pero está vez lo cargo haciéndolo sonreír de nuevo, el azabache no entendía porque tanto amor pero le daba alegría así se la pasaron un momento hasta que volvieron dentro de la gran casa, que por cierto fue un regalo de bodas por la pareja de Steve, Tony podía ser de gustos obstentosos pero ahora se demostró su gusto menos llamativo.

—Thor, hice algo de comer, sabía que llegarías con hambre- menciono levantándose del sofá y poder ir a la cocina, había preparado una gran cantidad de comida.
Thor estaba acostumbrado a lo banquetes solo que no pudo decir más ya que Loki con su magia llevaba los platos y bandejas de un lado a otro.

—Loki...¿por qué tan feliz?- Pregunto curiosamente ya que se extrañaba por ver tanta comida, aún no recuperaba su figura del todo.

—Nada más tenía mucha hambre- confesó sin mentir, como si dijera una locura escondida entre esas palabras pero Thor creyó que Loki ahora sería de un buen apetito voraz al no verlo comer mucho como él en esos años pasados.

—Me alegra, entonces vayamos a comer!- Con una sonrisa acepto, creyendo que no le pasaba nada a su amado más que pura hambre.
Loki solo rio un poco negando, su amado era lento pero no arruinaría más ese día.