Línea Erótica [NamMin]

7. SIN OPCIONES.

Definitivamente todo se había ido a la mierda y si en un principio las llamadas que recibía JiMin eran pocas, entonces ahora todo iba en picada sin control. Ya no podía meterse en su papel, las charlas le resultaban algo incómodas porque no podía dejar de pensar en que en cualquier momento la policía iba a irrumpir en su casa. Tampoco podía dejar de pensar en Taehyung, nunca quiso mentirle o prometerle cosas que no iba a cumplir, jamás pensó que el niño se tomaría en serio las charlas, pero efectivamente lo hizo.

Pasó una semana en la que el niño no volvió a llamar y lo extrañaba, esa era la única verdad, pero tal vez era mejor así, tal vez incluso todo le había generado algo bueno al niño, como que ahora su padre iba a prestarle más atención y tendría una niñera que si se tome en serio su trabajo. Él rogaba que Taehyung pueda tener una vida feliz junto a su padre. Sin embargo, todo cambió una noche:

— Dime lo que quieres oír y lo diré para ti...— Se anunció algo desanimado.

— JiMin, te perdono.

— ¿Tae?

— Papi te retó, yo lo escuché, dijo groserías, papi no tiene que decir groserías...

— Taehyung... ya no podemos seguir hablando por teléfono.

— ¿Por qué no?

— Porque...—no sabía que decir—Porque ya no usaré más este teléfono.

— ¿Y por qué?

— Porque está roto...—minitó—Tae, lo siento, pero esta será nuestra última charla...

— Te regalo mi sulular, puedo comprar otro si vendo mis juguetes y ahorro el dinero que me da papi... JiMin no me dejes solito.— Lloriqueó.

— No Tae, no me puedes regalar nada. Tu padre no quiere que hablemos y yo creo que tiene razón ¿entiendes?

— No.—se escuchó como si sorbiera los mocos de su nariz.—A mi me gusta hablar contigo, no le diremos a papi y...

— No Taehyung, mentir no está bien, no debes mentirle a tu padre ni a nadie, siempre tienes que decir la verdad.

— Es una mentirita piadosa...— Susurró.

— Las mentiras piadosas no existen, una mentira siempre será una mentira.

— Voy a llamarte igual...

— No estaré aquí cuando eso pase, lo siento. Se un niño bueno y pórtate bien.

— Pero, JiMin... te quiero JiMin, por favor, no te vayas, los amigos no se van... eso dice un dibujito que me gusta, los amigos siempre están ahí y te atienden el teléfono, te dan regalos, vienen a tu cumpleaños...—el niño guardó silencio—¿JiMin estás ahí?— Pero lo único que escuchó fue la línea muerta del otro lado.

Taehyung comenzó a llorar y tiró el celular al piso, salió corriendo de su habitación y fue hasta la sala, donde su padre estaba en una entrevista con una niñera.

— Por tu culpa JiMin no quiere ser mi amigo—acusó entre lágrimas—te odio, yo quiero a JiMin—Gritó.

— ¿Qué pasa, hijo? ¿Por qué dices eso? ¿Quién es JiMin?— Se puso de pie disculpándose con la señorita presente.

— Mi amigo del sulular—se limpió las lágrimas.

— CELULAR—corrigió— ¿Agarraste el celular de mi cajón?

— Sip...

— ¿Por qué? Te dije que ya no quería verte con eso. Desobedeciste una orden directa.

— Pero, papi...