Línea Erótica [NamMin]

23. Doble cara

Taehyung no puede comprender cómo es que la luz de la heladera se apaga cuando cierra la puerta, así que la abre y la cierra, la abre y la cierra. Todos los empleados que pasan por su lado en la amplia cafetería de la empresa, lo miran y murmuran pero nadie lo detiene, ¿quién se atrevería a darle una orden al hijo del vicepresidente de la empresa?

—¡Ey, niño!— susurró YoonGi parado a su lado—¡Ey, niño!—volvió a repetir y al no recibir respuestas solo desenchufó el electrodoméstico.

—¡Lo tengo!—manifestó muy contento el joven sin importarle nada—Aquí hay un botón y cuando la puerta se cierra lo presiona, y la luz se apaga, es como la luz del cuarto de baño—miro entonces al mayor y le sonrió—Tío YoonGi, ¿dónde está Minie?

—¿Por qué piensas que lo sé?— se agachó un poco hasta su altura apoyando las manos en las rodillas.

—Obvio, porque eres el jefe y los jefes saben todo de sus empleados—paso a su lado y se sentó en una de las sillas del patio de comidas. Habían pasado varios minutos desde que el niño vagaba por la empresa sin supervisión... bueno, en realidad Min tenía que cuidarlo en lo que NamJoon iba a su oficina y volvía.—Papi sabe todo de Minie...—Y de aquel suceso ya habían pasado al rededor de diez minutos.

—Ah, ¿si?—preguntó curioso, fue en este instante que a Min se le encendió una lamparita sobre la cabeza, ¿qué tan difícil podría ser sacarle información a un niño de siete años? Es que él no se creía aquella historia del servicio de niñeras que Kim le intentó hacer tragar—¿Qué sabe tu papi de JiMin?

Según YoonGi, Park no tenía pinta de niñero y desde hace ya bastante tiempo se le había instalado una pequeña piedrita en el zapato con respecto al pelinegro. Pero lo que el jefe no podía determinar era si estaba interesado en aquel bonito de baja estatura y fuertes piernas simplemente porque se lo quería follar o porque había algo en la voz de este que lo hacía trasladar a su amor platónico virtual; es decir, Dulce angelito.

—Sabe que es guapo, que vive solito—comenzó a enumerar con sus dedos—Que trabaja de noche con el teléfono y...— al parecer iba a ser muy fácil conseguir información valiosa con la que pueda jugar a su beneficio.

—¡Momento! ¿Trabaja con el teléfono? Pero si JiMin trabaja a la tarde aquí en la empresa, en la noche no usamos el teléfono del trabajo— entonó sus ojos para mirarlo mejor, se removió apoyando parte de su pecho en la mesa y se acercó al niño para escuchar mejor.

—¡Si, con el celular, tío! Así nos conocimos, yo fui amigo de Minie primero, hasta que papi se enojó porque Minie no quería ser su amigo y ahora es amigo de papi también—contó mientras jugaba con sus pies.

—Pero no entiendo, Tae... —fingió.

—Tío...—se puso de pie y caminó hasta su lado, le puso el manito en el hombro—Eres un jefe muy tonto—le palmeó con la poca fuerza que tenía—Estaré en la oficina de Minie, si lo ves, dile que allí lo espero, papi dice que no debo vagar por estos lugares porque me puedo perder—le dijo como si fuera todo un señor de negocios que intentaba evadir a un empleado que le pedía aumento salarial.

—Bien, hazle caso a tu padre, nos vemos después— Entonces Min se quedó pensando un momento—¿Será la misma persona?— solo él maquinaba en su cabeza la idea de que JiMin y Dulce angelito eran lo mismo pero no le duro mucho, si bien pensar en aquellos lo ofuscaba, había cosas que solían despejarlo al instante, como por ejemplo un hombre guapo, estaba viendo a uno que nunca antes había visto y no iba a perder oportunidad para pavonearse frente a la carne fresca—¡Qué lastima que se fue Tae! podría haber llegado con él a saludar a aquel fulano sexy.

Se puso de pie, se acomodó el cabello y cambió radicalmente su expresión a una seria, si, era un bastardo por pensar en usar a un niñito para sus conquistas, pero así era él.

En otro sitio, en específico la oficina de NamJoon, la espalda de JiMin estaba pegada a la puerta mientras las piernas de este se aferraban al alto jefe con la esperanza de no caer y de seguir rozando aquella parte tan íntima y viril que su amante tenía.