Se sentía tan natural para JiMin hacer lo que hacía, su voz acaramelada y sensual, su sonrisa dulce, sus delicados toques sobre su cuerpo eran armas naturales, no por nada fue el favorito por mucho tiempo.
—¿Estás muy caliente, cariño?—canturreó relamiendose los labios. Para ese instante NamJoon se quitó de encima para sentarse delante en posición de indio, y el pelinegro lo imitó. Estiró sus pequeñas manos y con la mirada le pidió que las tomara, como si le ofreciera seguridad antes de hacer un salto en bungee.
Era irónico, porque así se sentía Kim que en un principio no hizo absolutamente nada más que mirarlo a los ojos mientras JiMin le sonreía al hablar con el cliente, estaba un poco incómodo de ver al chico con tanta soltura, pero había una especie de magnetismo en las manos del joven que le impedía irse y eso que Park solo lo sostenía como simbolismo. Pronto el joven se recostó nuevamente y abrió sus piernas invitando al otro a meterse entre ellas, no dejaba de charlar con aquella persona del otro lado de la línea que convenientemente le estaba pidiendo que describa cada uno de sus movimientos. Pero, NamJoon parecía estar inmóvil, así que entonces decidió hacer las cosas al revés, lo arrastró hasta el respaldo de la cama y se le subió encima, aún estaban vestidos. Park comenzó a besarle el cuello esperando que el mayor reaccionara y le costó bastante hacerlo.
—Ahora estoy en una posición muy cómoda en la cama acariciando mi c*lo— le dijo y NamJoon comenzó a tocarlo—Me encanta apretarlo hasta ¡mmm!—gimió de dolor cuando las bellas y grandes manos de Kim lo estrujaron como un trapo mojado. Park sonrió aunque el rostro de NamJoon seguía muy serio—¿Tan rápido, cariño?—preguntó sorprendido. Entonces JiMin tomó una de las manos de su amante y comenzó a chuparle los dedos—¿Quieres que juegue con mis deditos?—susurró con los dedos de Kim en la boca.
Los chupaba hasta que NamJoon logró prenderse y comenzó a meterselos muy profundo en su boca, provocandole asquerosas pero sensuales arcadas. Los hilillos de saliva se le cayeron sobre la ropa y el mentón. JiMin se sintió ruborizado y se removió para quitarse sus prendas. Se puso de pie sobre la cama y de espaldas con ambas piernas a cada lado de NamJoon, para hacerle un pequeño y sensual baile, donde deslizaba sus prendas de manera delicada hasta por fin quedarse desnudo. Giró su cabeza para verlo desde los hombros y recibió una pícara sonrisa, pronto las manos de Kim subieron desde sus tobillos pasando sobre sus muslos hasta su lindo trasero, el cual masajeo y admiró en silencio, mientras Park describía para el cliente cada toque que su hombre le hacia fingiendo ser él mismo el que se tocaba.
NamJoon comenzó a nalguearlo como si esas bellas y redondas masas musculares fueran una bolsa mini de boxeo, haciendo que se queje de dolor, comenzó a amar esa enrojecida piel. Todo eso era suyo, le pertenecía al menos esa noche y comenzó a sentirse afortunado, ya que aunque Park este calentando a otro hombre, era NamJoon quien en definitiva iba a terminar acostándose con él.
—¿Quieres que pase mis deditos por mi pequeña entrada?—aún de pie llevó su mano para intentar tocarse, pero NamJoon la quitó y se escupió la suya acariciándole, haciéndolo gemir de sorpresa por el frío de la saliva— Se siente muy bien, cariño...—comenzó a gemir, NamJoon lo miraba incrédulo mientras con una mano lo tocaba y con el otra lo sostenía desde la cadera para que no pierda el equilibrio.
—Quiero escucharte gemir más, acerca el micrófono a tu boca, sé una zorra para mi...—pidió el hombre con una voz grave— Necesito un poco más de ti para correrme, vamos, me dijeron que eras el rey en esta mierda de servicio, hazte valer zorra—decía.
JiMin entrecerró sus ojos, ¿era acaso un desafío?, claro que él era el rey en esa línea y se lo iba a demostrar. Se apresuró a darse vuelta y agacharse para solo desabrocharle los pantalones a NamJoon y sacar su erección, el moreno intento desvestirse pero Park se negó, no necesitaba su cuerpo desnudo, necesitaba su polla.
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Línea Erótica [NamMin]
DiversosPark JiMin es tele operador en un servicio para adultos. Debido a que un trabajador se suma al equipo, sus servicios ya no son tan solicitados; es así como conoce a un niño de siete años que llama cada noche para escuchar cuentos infantiles. Estas l...