14. Actos inesperados.

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La situación era la siguiente: NamJoon tenía una junta en la noche con varios inversionistas internacionales que pensaban asociarse con la empresa, todo calculado; Taehyung saldría de la escuela, el auto lo traería a la casa en dónde la niñera lo esperaría para almorzar, luego ésta lo llevaría a su clase de karate y de vuelta al hogar para continuar con la cotidianidad. En la noche ella lo arroparía y le leería un cuento, con respecto a esto no había problemas, el jovencito sabía que las llamadas con JiMin solo se hacían con papá presente, ya era un niño bueno.

Así que todo saldría perfecto, ella se quedaría hasta el momento en el que el Sr. Kim regresara de la reunión, recibiría paga doble y listo... Bueno, al menos todo eso estaba planeado en el esquema de la cabeza de NamJoon, el único problema...

—¿Cómo que no puedes venir? Dime que es una broma, por favor, sé que tenía que haberte avisado con tiempo, lo siento, pero realmente necesito que te ocupes de Taehyung...— su ceño fruncido, su postura estresada y su cabello revuelto con la corbata a medio hacer, esas no eran las pintas de un hombre con la vida resuelta o al menos el día—Esta bien... buscaré la manera—suspiró y cortó. La niñera lo había plantado—¡TAEHYUNG!—Gritó.

¿Desayunar en paz un jueves? Imposible, parecía ser el día en el que más tarde se levantaban aun sabiendo todas las actividades que tenían. El niño apareció con el uniforme completamente arrugado y los zapatos sucios.

NamJoon lo miró incrédulo, su hijo nunca tenía esas pintas. Se arreglaba la corbata mientras el niño se sentaba en la mesa para desayunar al fin.

—¿Me esperará en casa campanita?—Preguntó llevando una generosa cuchara de cereales con leche a la boca.

—¿Campanita?—preguntó confundido—¡Ah! Bell, tu niñera, no. Me temo que no podrá venir... pero papá ya pensará en algo, si no consigo que alguien te cuide vendrás conmigo a la empresa.

—¡Nooooooo! No quiero ir a la empresa, es aburrido...—se cruzó de brazos.

—Ya sé que no te gusta pero, no siempre hacemos lo que nos gusta—le acarició el cabello—. Como sea, falta mucho todavía, ni siquiera hemos ido, así que...—le besó la frente—¡Desayuna!

...

Mientras conducía hasta la institución de su hijo, NamJoon pensaba en cómo iba a solucionar su problema, se le cruzó en desesperación llamar a Hye, su antigua niñera, pero las cosas con la pobre mujer no habían terminado muy bien. Descartado. ¿La tía Kim? De viaje y no había manera de hacerla volver. Él sabía cuanto su hijo odiaba estar en la empresa, nadie lo podría culpar, prácticamente creció en ella, y en general, no era un sitio para niños.

Todos estos impedimentos lo llevaban a una sola persona como opción probable. Sentía que estaba volviéndose loco, al pensar en esa probabilidad, pero antes de hacer nada debería tomar ciertas medidas de precaución.

Desabrochó el cinturón de seguridad de Taehyung una vez que llegaron a la puerta de la institución, y le deseó un buen día, recibió un tierno beso en la mejilla seguido de un "Te amo, papi" y sonrió al ver a su hijo tan saludable y en pleno crecimiento llegando al encuentro con algunos amiguitos que lo esperaban más lejos.

Puso sus manos en el volante y se fue directo a su trabajo, al llegar le pidió amablemente un café a la secretaria y se sumergió en sus pensamientos un rato. Todo hubiera sido más fácil si él se hubiera casado luego de que su esposa falleciera. Pero ¿quién tendría tiempo para citas con prácticamente un bebé en brazos? Eso era simplemente imposible.

Taehyung creció sin la figura de su madre en carne y hueso, pero jamás se le negó que haya existido, aun así, el niño es feliz, tiene problemas como cualquier otro niño de siete años pero nada que deba sonar una alerta.

Línea Erótica [NamMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora