9. Recalentado.

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"—...Los peces limón son chiquitos, amarillos y chiquitos como un dedo meñique, y solo comen limones. Cuando se hace de noche los peces limón nadan hasta la playa, sacan unas patitas que tienen debajo de las aletas, respiran una gran bocanada de agua salada, mantienen la respiración y corren rapidísimo hacia los jardines de las casas. Cuando llegan se trepan a los limoneros y comen un poco de cáscara de limón. La gente los deja comer tranquilos porque los peces limón comen muy poco, apenitas la cáscara, y nunca destruyen la cosecha de limones*—" Leía con una dulce y calmada voz.

—JiMin ¿son como sapitos bebés?—Preguntó Taehyung curioso.

—Mmm tal vez, pero muy chiquitos, según dice el libro...

—¿Renacuajos?—Preguntaba confundido.

—Si, puede ser como ellos...

—Quiero tener un pez limón—Expresó serio.

—Yo también quiero uno.

—¿Le pedimos a papi que nos compre uno?—se quedó callado y se apresuró a corregir—¡Dos! Uno para mi y otro para ti.

—Bueno, después le preguntamos a tu padre... ¿Quieres que termine de leer?

—Sip.

"—Estos peces tienen un arma para defenderse, un arma muy especial. Si un pez limón cree estar en peligro, enseguida se transforma en limón. Claro que cualquier persona puede advertir la diferencia de un limón de verdad y un pez limón convertido en limón; en primer lugar porque los peces limón nunca se transforman en limones grandes, sino más bien limones chiquitos; y, en segundo lugar porque las patitas siempre les quedan colgando, y los limones, como se sabe, no tienen patas. Pero los peces limones no pueden permanecer mucho tiempo tranformados en limones: tienen que volver al agua para respirar. Entonces, se tiran cabeza abajo desde las ramas de los limoneros y regresan rodando al mar.*"—Terminó de leer la primera página. Escuchó al niño bostezar y tragar saliva como si se hubiese quedado dormido o estuviese en proceso—Tae...—susurró. Pero el niño no respondió—Bueno, buenas noches Tae, sueña cosas bonitas.—Dijo.

—Hola...—susurró una voz adulta—¿Sigues allí?

— ¿NamJoon?—Cerró el libro y se sentó con su espalda recta en la cama como si realmente el otro pudiese verlo.

— Si...—Se escuchó el ruido de una puerta cerrarse y la voz del moreno comenzó a oírse normal—Tae se quedó dormido.

— Lo supuse...—sonrió dejando el libro en la mesa de luz—. Generalmente lo hace a mitad del cuento, pero hoy se quedó dormido casi al principio.

— Es que estaba cansado, Tae tiene clases de karate los jueves.

— Ahh entiendo, no lo sabía.

— Es reciente, comenzó hace dos semanas, estaba buscando en qué entretenerlo, quería alejarlo del celular, ya sabes...

—Está muy bien, es saludable.

—Quería agradecerte por esto...—Dijo algo tímido.

—Recuerda que me estás pagando...

—Ya lo sé, pero, se supone que esto debería hacerlo una niñera o yo...

—No te agobies, estás haciendo lo que puedes, ve de a poco, el niño te lo agradecerá cuando crezca.

—Gracias, JiMin...

—De nada ¿cenaste?

—¿Disculpa?— Estaba algo descolocado por la pregunta.

—Si has cenado, porque yo tengo hambre—rio. Salió de la cama pisando sobre sus pantuflas y fue hasta la cocina.

—Amm no, aún no... ¿cocinas?

Línea Erótica [NamMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora