Las cosas no estaban del todo bien: tres llamadas en lo que iba de la noche era muy poco.
— Dime lo que quieras oír y lo diré para ti— Canturreó.
— Hola cariño, ¿quieres ser mi papi?— Una voz forzada intentaba sonar amistosa.
— ¿Quieres ser mi bebé?—jugueteó JiMin. Aunque no estaba acostumbrado a ser el dominante, algunas que otras veces los clientes le solicitaban serlo.
— Bebé quiere mientras papi le dice cosas al oído.
— ¿Qué tienes puesto para mi?— Había aprendido muy bien cómo actuar ese papel después de tantos llamados con esa temática. Era tan común ese fetiche y la mayoría del tiempo se excitaba escuchándose gemir, era algo egocéntrico, pero al encontrarse con alguien con el mismo tono de voz que él, simplemente lo aprovechó... allí comenzaba su segundo orgasmo de la noche—. Eres un buen chico.
. . .
— Hoy en la escuela un niño robó un dulce a otro niño y yo le dije a la maestra— Contaba el pequeño niño.
— ¡Muy bien! no hay que permitir injusticias, eres un buen chico.
— Grashias— Sonaba congestionado, al parecer tenía algo en la boca.
— ¿Qué estás comiendo, TaeTae?
— Una paleta que me dio el dentishta.
— ¡Ja! Qué ironía, ¿no crees? Vas por ortodoncia y te dan dulces... es todo un negocio fraudulento.
— ¿Qué esh frauddulentdo?— se oía realmente confundido.
— Mmm es... es como un engaño, ¿entiendes?
— Ship, Minnie... ¿hoy qué cuento me leerás?
— ¿Sobre qué quieres saber hoy?
— Dinoshaurios...—rió— Me gushtan los dinoshauriosh.
— Bueno, pero antes de que te acuestes debes cepillarte los dientes o tus padres habrán pagado al dentista en vano... ya deja ese dulce—un sonido parecido a "pop" se escuchó.
El niño realmente era muy obediente y tierno. JiMin casi, casi que se estaba encariñando con él, claro que no iba a admitirlo, ya no era una cuestión de dinero, sino que le causaba intriga saber por qué ese niño lo llamaba; ¿dónde estaban sus padres? ¿Por qué tenía un celular? ¿Por qué razón el número de la línea erótica estaba en el? Incógnitas por doquier.
— JiMin ¿sabes a qué hora vendrá papá hoy?
— No Tae, no lo sé, pero te puedo asegurar que cuando menos te los esperes llegará y te dejará un lindo beso de buenas noches...
— ¿Tú no quieres venir a darme un besito? Es que papá casi nunca me los da...—sonaba triste— A veces me da un besito en el desayuno y luego se va por la puerta y ya no lo veo. La señora Hye dice que papá trabaja para comprarme todos los juguetes que yo quiera, pero yo ya no quiero juguetes... quiero a papá, ¿sabes a qué hora llega hoy?
— No Taesito, lo siento mucho— Realmente lo sentía. Tenía algo en común con ese niño y era que ambos pasaban la noche solos— ¿Ya te lavaste los dientes?
Le recordaba un poco a su niñez, a pesar de que sus padres fueron buenos con él, algunas noches sintió que necesitaba algo más de afecto del que le daban, y aunque con el correr del tiempo descubrió el amor propio, en algunas ocasiones aquello podía doler demasiado. Park abandonó su hogar cuando tenía dieciocho años de edad para encontrar su identidad, para intentar construir algo que realmente fuera suyo y de nadie más.
— ¡Siiiiiiiiiiiip!— Gritó.
— Tae.. ¿dónde está la señora Hye ahora?
— Está durmiendo JiMin, ya es muy tarde, siempre se duerme temprano—explicó—. Pero a mí no me gusta dormir temprano, ¿a ti te gusta?
— No, tampoco me gusta—rió—. Tae ¿de quién es el teléfono?
— Mío...
— ¿En serio? Pero tienes siete años— Se sorprendió.
— Papá me lo dio para emgrncias... emrgencia, ¡Ay! Emegrncias ¡Jimin, no me sale!
— E- mer- gen- cia. Repite conmigo después de un aplauso: E...—aplaudió y el niño lo imitó— mer...—otro ruido.
— E..—aplaudió
— Mer...
— Mer.
— Gen
—Gen
— Cia
—Cia
— Ahora repetimos todo seguido E- MER- GEN- CIA.
— ¡EMERGENCIA! ¡EMERGENCIA! ¡EMERGENCIA!— Comenzó a gritar feliz.
— Muy bien, eres un buen chico, TaeTae...
— JiMin...—bostezó— ¿Le puedo contar a papi que aprendí a decir emergencia?
— Claro que puedes...
— ¿Se pondrá feliz? Me gusta cuando papi está feliz y sonríe porque se le hacen pocitos en los cachetitos... ¿A ti se te hacen pocitos?
— No lo sé, no he prestado atención a eso.
— ¿Y a mí se me hacen?
— No lo sé Tae, no te conozco.
— ¿Puedo pedirle a papi que me lleve a tu casa así me ves?
— Bueno, algún día. Pero Tae, sabes que no debes irte a la casa de extraños, ¿cierto?
— Sip, papá siempre me lo dice—bostezó—. Papi dice que los extraños pueden ser malos... ¿tú eres malo?
— Mm no, no lo soy, ¿tienes sueñito?—el silencio se hizo presente—¿Tae te dormiste antes del cuento?—nadie respondió—Bueno, descansa pequeñín, ten dulces sueños—JiMin colgó la llamada y sonrió.
Ese niño era muy simpático...
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Línea Erótica [NamMin]
RastgelePark JiMin es tele operador en un servicio para adultos. Debido a que un trabajador se suma al equipo, sus servicios ya no son tan solicitados; es así como conoce a un niño de siete años que llama cada noche para escuchar cuentos infantiles. Estas l...