30 - FINAL

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En aquel entonces pensaste que había salvación para ti.

Tu mayor enemigo siempre habías sido tu misma, tu mente siempre jugandote en contra con respecto a cualquier situación.

Lo único que debías hacer era dejar de pensar.

Eso dijo tu amigo aquella noche.

Y tu le creiste.

Ese suceso había ocurrido hacia ya seis años.

-"Te ves bonita con ese vestido!" Bokuto dijo en una sonrisa al verte

-"Gracias" respondiste en una sonrisa

-"Yo mismo lo elegí para ella" Akaashi apareció detrás de ti, sujetando tu cadera y dejando un beso en tu mejilla

-"Eh! No vale! Yo también quiero un beso!" Bokuto se quejó ante aquella acción

Su reacción hizo a ambos reír levemente.

Se acercaron a él y cada uno besó una mejilla del chico.

Cuando hicieron eso él se vio bastante satisfecho.

Antes de que se pudieran separar de Bokuto, rápida mente él los rodeó con sus brazos en un abrazo.

-"Soy muy feliz de tenerlos conmigo! Gracias por acompañarme a todos lados!" dijo en una sonrisa mientras los apegaba más a su pecho "Me van a ir a ver al partido. Verdad?" ladeo levemente la cabeza mientras los observaba

-"Como puedes decir eso? Claro que iremos" el otro chico respondió por ambos

Era cierto.

Bokuto ahora era un jugador profesional, pero le costaba mucho separarse de ustedes, así que siempre se las arreglaba para que viajen con él, y así ustedes también podían ver sus juegos en carne propia.

Después de todo, el dinero ahora no era ningún problema.

Akaashi trabajaba desde la casa, y muy pocas veces salía por temas de trabajo.

Mientras tanto tu...

Eras la pequeña muñequita de la casa.

La solución de Akaashi, para que dejarás tu mente en paz, era que empezaras a dejar que los demás tomen decisiones por ti.

Con los demás se refería a Bokuto y a él.

Lo único que debías hacer era portate bien y dejar que ellos se encarguen de todo.

Cuando acabaste la preparatoria, si pensabas estudiar, ellos te dijeron que no, que no era necesario, que ellos se iban a encargar, que no debías preocupar tu cabecita por esa situación tan estresante.

Cuando te sentiste presionada por tus padres, que empezaron a decirte que no podías vivir de esa manera, te dijeron que debías mudarte con ellos, para no tener que tolerar más a aquellas personas.

Y poco a poco, empezaste a adaptarte a eso, empezaste a acostumbraste e incluso a disfrutarlo.

Ellos siempre eran tan buenos y gentiles contigo, y te halagaban y mimaban mucho cuando hacías lo que te pedían.

Bokuto no puede evitar comprarte todo lo que parece gustarte, le encanta verte sonreír y agradecerle con besos. Lo que más le gusta es comprarte ropa y hacer que te la pruebes, le pareces tan adorable con todo tipo de prenda que lleves. Si te nota desanimada no durará en empezar alguna tontería o llenarte de besos y abrazos para que sonrias.

Akaashi siempre está pendiente de ti, y te anima de maneras más dulces, si nota que te duele la espalda, no dudará en darte un masaje para que te ayude, si estas agotada, él mismo se encargará de llenar la bañera y sumergirte allí para bañarte él mismo, si nota que tienes dificultad con algo, irá a ayudarte al instante y explicarte como hacerlo.

Te tratan muy bien.

-"Estás muy callada, sucede algo pequeña?" Bokuto te preguntó acariciando tu mejilla suavemente

-"Oh, sólo estaba pensando..." dijiste alzando la mirada para encontrarte con aquellos ojos dorados de depredador

-"Oh? Y en qué pensabas?" Akaashi acudió al instante, colocándose detrás de ti

-"En lo mucho que me cuidan y lo bien que me tratan" sonreiste levemente

-"Mm... Eso es bueno, no debes olvidarlo" el de cabellos negros mencionó con una sonrisa

En ese momento tu cerebro no podía procesar que al final habías acabado como la fantasía que tenía Bokuto.

Los tres juntos.

Estando así, incluso habías olvidado lo ocurrido en el pasado, las horribles acciones de Bokuto, las tuyas incluso.

Él era como un niño pequeño, necesitaba atención y personas que lo quieran, teniendolos a ustedes dos era como si se hubiese apasiguado, casi actuando como alguien normal.

Se debe haber sentido muy sólo antes de que finalmente pudiesen estar todos juntos, sus padres se vieron muy contentos cuando finalmente su hijo se mudaba.

Era obvio que nunca supieron como amarlo, más los sucesos que ocurrieron en su vida, no era extraño que acabará de esta manera.

Necesitado todo el tiempo de estar rodeado de quienes ama y lo aman, necesitado de atención, de que lo halaguen, que le digan que todo está bien, que lo tranquilicen.

Akaashi, desde el momento en que conoció a Bokuto supo que no iba a tener completa escapatoria de él, intentó huir haciendo que él se encariñe contigo, pero todo resultó peor. Acepto su nuevo futuro rendido, no pareciendole tan horrible y te terminó arrantrando con él.

Y tu...

Sólo estabas feliz de alguna manera, ahora con tu cerebro lavado.

Alegre de tenerlos a ellos.

Y solo a ellos.

Una regla muy importante es que no podías salir con otras personas, sólo debías mantenerte en casa, y sólo podías salir con ellos.

Pero, no necesitabas a nadie más que ellos.

Verdad?

Después de todo te tratan tan bien.

Son tan buenos contigo.

-"(T/n)-chan~" Bokuto dijo alegre colocando sus manos en tu vientre "Te verías muy bonita con tu pancita abultada!" comentó con una sonrisa

-"Si?" ladeaste la cabeza

-"Por supuesto!" besó tu cuello "Y sería bueno que tengamos un bebé! Ooh va a ser tan tierno! Lo voy a cuidar muy bien! Lo prometo!"

-"Koutaro" la otra voz llegó a tus oídos "Te ves muy animado, tendré que asegurarme de que no te pases de la raya con ella"

Akaashi mencionó acariciando tu cabello.

Les dedicaste una leve sonrisa, y ellos lo tomaron automáticamente como un si.

Como si tuvieras otra opción para elegir.

Después de todo ellos sabían lo que era bueno para ti.

No?

Al fin y al cabo.

Tu eres su muñequita y ellos te cuidaban muy bien. 

My dolly - Lectora x Bokuto (Yandere)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora