Capítulo 24. Un Día Diferente

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Durante las siguientes semanas, Altagracia puso en venta su casa y comenzó con la búsqueda de otra, mientras lo que se les puede ir adelantando a estas queridas lectoras, la relación de ambos se volvió a algo más que amigos, ya que compartían bastante tiempo juntos, José Luís redujo un poco su tiempo en cirugías para lograrlo, sin embargo, les aclaro esto porque sus mentes cochinas como la mía ya pensaron que los dos probablemente fueron a la cama, la respuesta a eso es no.

Altagracia no se encontraba lista aún y el se lo respetaba, pero eso no quiere decir que no se agarraban a los besos por el hospital en sitios donde nadie pudiera verlos, además del departamento, incluso había conocido a su madre pues ella lo vino a ver para saber como había resultado lo del salto en paracaídas, le cayó muy bien Altagracia pero ella pensaba que estaban juntos, luego de saber que no regaño a su hijo en privado, volviendo al presente pues las cosas en el hospital iban bien.

Las cosas con José Luís también, el juicio de Trigve sería pronto, a pesar de ser extranjero le tocaría cumplir su condena en Estados Unidos, no iba a ser extraditado para Italia, cuando el juicio llego, Altagracia fue acompañada de su familia y José Luís, quien miraba con mucho odio a Trigve, cuando el la vio parecía emocionarse, se hubiera levantado de no ser que estaba con custodia policial, el juicio avanzo rápido, ya que Altagracia no quería estar allí mucho tiempo frente a ese animal.

Fue condenado enseguida y derivado a una prisión de máxima seguridad, la razón? No era su primera violacion, descubrieron que en Italia fue acusado varías veces pero dada a su influencia nada salió a la luz y no pudieron probarle nada, hasta ahora, por todas partes apareció su historial delictivo incluyendo lo que le hizo a Altagracia, intentaron mantenerlo aún ocultó pero de todos modos se termino sabiendo, ahora ese asqueroso pagaría por lo que le hizo y a esas mujeres, seguramente la bienvenida que le esperaba en la prisión sería perfecta para el.

Le harían lo mismo que le hizo a todas esas mujeres, esperaba que no lo mataran aquella primera noche para que el se volviera su esclavo hasta que su condena terminará y déjenme decirles que no era nada corta, al salir de ahí se fue con José Luís al departamento, no quería estar con nadie más, necesitaba correr bien lejos del juzgado, estar allí le hacía sentir que el aire le faltaba, por lo que decidieron retirarse, José Luís prometió a su familia que los mantendría al tanto sobre el estado de Altagracia ya que ella a penas y se despidió, se notaba su incomodidad, unos pocos minutos después estaban en la sala, le había entregado una botella con agua helada pues se veía pálida.





- Trata de relajarte -- pide -- Estás a salvo aquí conmigo, el no volverá a ver la luz del día

- Lo siento es que volverlo a ver... -- suspira dejando la botella sobre la mesa -- Me desequilibro totalmente -- junta las manos pues las sentía temblar

- Lo entiendo -- asiente -- Pero no voy a dejar que nada te pase

- Lo sé -- toma aire -- Gracias por ir conmigo hoy y por sacarme de ese lugar tan rápido, había mucha gente de la prensa, no hubiera podido lidiar con ellos

Recuerdos Y PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora