Capítulo 56. Caballeroso!

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Los dos primeros años de los gemelos fueron bastante duros, tuvieron que aprender todo de cero, ambos tenían sus mañas para dormir, cambiarles el pañal, ponerles la ropa, ya que ellos huían así sin nada puesto por los pasillos de la casa, hubo un día que Altagracia estaba descansando un momento en el cuarto cuando vio entrar corriendo a Nando desnudo y con algo de espuma en la cabeza, José Luís era el encargado de darles un baño ese día y ya había perdido a uno de los niños, sin excepciones los dos eran terribles, no existía el gemelo más calmado.

Pero eran sumamente listos, no se les escapaba una, por eso cuando el día de la boda llego fue difícil separarse de ellos para ir a la luna de miel, pasaron dos semanas en Hawaii, fue ahí donde concibieron a Helena quien llego tan sólo nueve meses después, ahora tenían dos pequeños minions corriendo por todas partes y una bolita que armaba berrinche cada rato pero que en los brazos de su papá se calmaba, Helena se volvió mamitis a partir del primer año pues todo empezó con celos hacía sus hermanos ya que ellos eran muy apegados a ella, así que ahí tenías a niños de tres años contra una de un año compitiendo por la atención de su mamá.

Altagracia logró muy rápido abrir su propia empresa pero no pasaba mucho tiempo ahí pues disfrutaba demasiado estar con sus hijos, además estaban en la edad más tierna quería sacarle provecho a eso pronto los gemelos empezarían el kinder lo cual le generaba mucha nostalgia, todavía no podía creer lo mucho que habían crecido, José Luís retomó las clases en el hospital, las cirugías pero dejo en pausa aún las investigaciones ya que eso consumía mucho tiempo y la verdad quería estar más en casa, le encantaba preparar el desayuno con los chicos, mimar a su princesita con todo lo que ella quisiera y claro, complacer a su reina, su esposa.

Los abuelos de ambas partes de la familia estaban cada vez más enamorados de sus nietos, a pesar de ser muy inquietos sabían comportarse, eran cariñosos, amables y muy curiosos, todo querían saberlo, fue justamente eso lo que hizo que Damian entrará a clases de piano, Fernando le gustaban más los concursos de deletreo, armar aviones, barcos y otras cosas más, la ciencia era algo que a ambos los tenía flechados, todo el tiempo se la pasaban haciendo experimentos con José Luís en el jardín, ya que tenían prohibido hacerlo en la casa, anteriormente casi quemaron la cocina así que las cosas peligrosas que a ellos les encantaba se hacían afuera.

Mientras los chicos tenían eso en común, Altagracia llevaba a su pequeña hija al spa para arreglarse las uñas, Helena era muy vanidosa, pasaba varios minutos frente al espejo antes de decidir con que saldría y eso se debía a que veía a su mamá hacer lo mismo, todo el tiempo trataba de imitarla, no podía usar tacones pero si zapatitos con mucho brillo, las dos iban de compras juntas, comenzó a llevarle a los desfiles de moda cuando la prensa dejó ver el buen gusto de ambas, así que ambas tenían invitaciones para estar en primera fila siempre, a pesar de ya andar cómo una versión mini de su mamá, Helena no dejaba de lado sus ganas por jugar.

Jugaba con sus hermanos en el jardín aventandose globos con agua, hacían pasteles de lodo, al tener muchas plantas también tenían una gran variedad de insectos, así que cuando se enteraron que había un capullo de oruga, se la pasaban horas observándolo esperando el día que se abriera, hacían noche de campamento los cinco ahí afuera con sus tiendas y todo, realmente cuando estaban todos juntos en casa aprovechaban al máximo el tiempo, José Luís creaba juegos de búsqueda, les enseñaba a guiarse por las estrellas, las constelaciones y sus historias, era un muy buen papá, Altagracia se lo repetía siempre ya que tenía ese poder de captar toda la atención de los chicos cuando iba a contarles algo o explicaba las reglas del juego.




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