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Una unión detrás de un muerte...
¿Un ángel y un humano, podrán ir en contra de todo lo que existe para estar juntos?
Off y Gun fueron unidos por los cielos. Sin emb...
Billie Eilish, es una de mis cantantes favoritas. Esta canción en concreto relata a una persona que ya no pudo más con el medio donde estaba, así que toma la decisión de matarse. Puede que las cosas no sean fáciles en este momento, pero mejorará, lo hará. Pero si necesitas a alguien que te escuche, estoy aquí ♡ TE AMO 3 MILLONES. Sin más... Comencemos...
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1457 – EUROPA
Un hombre de aproximadamente 32 años de edad caminaba a paso lento por las calles de aquella ciudad.
Una muleta de madera, ayudaba mucho a aligerar el cansancio que tenía su pierna sana. Aunque el peso de las bolsas lo hacían inclinarse demasiado hacia el lado izquierdo. Pero bueno, eso era lo menos que le importaba cuando sabía que debía llegar a tiempo a la colonia baja.
Un par de maderas hacían el intento de un arco que te daba la bienvenida a una de las muchas ciudades que habían quedado destruidas por una batalla que se había dado hace unos años.
En cada pequeña casa, el hombre se detenía a dejar una bolsa de alimentos para la semana. Cada una de las familias lo abrazaban con mucho fervor al mismo tiempo que le daban las gracias por la ayuda que les había dado desde hace un par de años.
A pesar de que eran 7 horas de caminata hasta la última casa, él nunca mostraba cansancio, en cambio en cada parada él se tomaba el tiempo para sonreírle a los niños que se inclinaban ante él de forma muy respetuosa.
Ange, un hombre de gran altura, fornido y un poco moreno por estar expuesto al sol constantemente. Unos ojos inconfundibles y una gran sonrisa que te daba paz y felicidad. Era el más respetable en aquella colonia.
Ange Miller había participado como soldado en la guerra. Lo que claramente había dejado secuelas, y no solo por la pierna perdida, sino también por los dolores musculares en todo el cuerpo y los espantosos pitidos que sonaban en su cerebro por haber sido expuesto a muchos sonidos fuertes. Pero eso era algo típico entre los pocos soldados que habían sobrevivido.
Sí, había sido complicado, pero al no tener poder. Muchos fueron obligados a hacer cosas que jamás habían pensado que serían capaces... lo que claramente conllevó a la muerte de millones de personas, y entre ellas... la de su madre y su hermano...
El dolor de regresar a su pequeña casa y ver las fotos de su madre sonriendo, le producía mucha tristeza. Ver las ropas de su hermano que para aquel entonces solo tenía 17, le daba impotencia. La culpabilidad en su ser lo carcomía cada noche, con solo pensar que, si se hubiera esforzado más, quizás podía haberlos salvado...
Sin embargo, ahí estaba aquel olor a primavera. Aquella mezcla de diferentes flores que lograban tranquilizarlo. No explicaba cómo, pero solo con ese olor se sentía más tranquilo... con solo el olor que le recodaba al jardín que su madre tenía en su casita, con aquel aroma se sentía con más ganas de continuar.
