Sus ojos se mantenían cerrados, su respiración era tan suave y tranquila, hubiese estado en su tal vez quinto sueño si no fuese por los golpes en su puerta, ahora se sentía tan amargado que le encantaría haber agarrado el arma de fuego que reposaba en su mesa de noche.
Se levantó con pesadez y cansancio, ni siquiera se fijó por la mirilla para comprobar que no fuese un loco a punto de matarlo o su vecina de a lado buscando su gato.
Pero tan solo al abrir la puerta unos brazos le rodearon, claros sollozos lastimeros y lágrimas empapando su camiseta, no necesitaba preguntar o ver a la persona, sabía que era el joven que se había robado su mente y corazón, pero que hace tiempo ya no veía.
Iba a corresponder el abrazo hasta que el olor a alcohol llegó a sus fosas nasales, estaba borracho. Se alejó del acto y atrayendo al menor dentro de la propiedad, cerró finalmente la puerta.
Vio que el menor se sentó como pudo es el sofá de la sala, y fue ahí cuando notó lo terrible que se encontraba el joven, su ropa maltratada y diversos moretones y marcas se veían en su cuerpo, se preocupo porque antes de que llegara se hubiese peleado en algún bar o algo por ese estilo, pero el menor no dejaba de llorar.
Se encontraba de cierta manera asustado, pero su cuerpo no lo mostraba, buscó el botiquín y al encontrarlo se dirigió con el menor a empezar a curarlo.
Mentiría si dijese que no sintió rabia y una gran preocupación por ver que muchas, por no decir casi todas, ya parecían tener más de una semana ahí.
Y fue cuando el menor empezó, o trato, de contarle al ahora castaño sobre sus desgracias. El mayor escuchó todo perfectamente, más no mostró interés, moría de rabia al escuchar todo, pero más el hecho de que el joven estaba triste por el haber roto la relación, ¿Cómo podía ser tan jodidamente idiota? ¿Qué acaso no le importaba los maltratos que le hizo? ¿Por qué le lloraba a un imbécil? ¿Tan malo era estar con él para que se haya ido con ese sujeto?
Sentía una gran impotencia porque el menor lo dejó solo, lo insulto o hasta le dejó de hablar, y todo porque estaba cegado con que aquel hombre era su "verdadero amor", y ahora, después de tanto tiempo, vuelve a él, llorándole a aquel sujeto como si ellos nunca hubiesen discutido, y él no podía hacer nada, el ver al menor tan frágil le ponía tan mal, que lo único que quería hacer era abrazarle, y volver a entregarle su corazón a ciegas.
A tropiezos llevó al menor al cuarto de invitados, y lo ayudó a ponerse cómodo; justo cuando se iba, el menor tomó su mano reteniendolo, y un "lo siento" tan suave salió de aquellos labios, simplemente asintió y se marchó nuevamente a su cuarto.
Sintiendo su corazón latir rápidamente, porque él ya había perdonado al menor desde hace tiempo, y aquél día que se fue de su lado, se llevó con él su corazón, y ahora, nuevamente este latía con pasión y amor.
Estaba jodido, añoraba palabras aún que de mentiras se tratasen, añoraba vivir en una mentira con tal de tener su atención, y fue que entre deseos, se dio cuenta que tal vez el ciego sea él, por creer ser amado por alguien que simplemente no le apetecía notarlo.
Está jodido, están jodidos.
Como les dije, aquí la otra parte para compensar esas dos semanitas jajs, ya me diran ustedes quien es más pendejo, Gus u Hori.
Espero hayan disfrutado estas actualizaciones, recuerden que suelo actualizar una vez por semana, y que se agradece todo el apoyo que se le ha dado, sois lo más <3
584 palabras
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A Song With Love || Gustacio
Fanfiction"A ᴠᴇᴄᴇs, ᴘᴀʀᴀ ᴛʀᴀᴛᴀʀ ᴅᴇ ᴛʀᴀɴϙᴜɪʟɪᴢᴀʀ ʟᴀs ᴀɢᴜᴀs, ʟᴏ ᴍᴇᴊᴏʀ ᴇs ʜᴀᴄᴇʀᴛᴇ ᴇʟ sᴏʀᴅᴏ ʏ ᴇsᴄᴜᴄʜᴀʀ ᴛᴜ ᴄᴀɴᴄɪᴏ́ɴ ғᴀᴠᴏʀɪᴛᴀ"