━ Capítulo 6

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|Es decisión tuya|

𝚃𝙷𝙾𝙼𝙰𝚂

Eran las 7:00 de la mañana cuando llegué a casa de Michelle. Cogí mi teléfono móvil y le escribí un mensaje diciéndole que estaba en el portal. Un par de minutos después, la puerta se abrió y pude subir hasta su piso.

   La puerta de arriba estaba entornada, entré en el apartamento y la cerré con mucho cuidado. Michelle estaba preparándose para ir a la universidad, pero Cass seguía durmiendo y tampoco quería despertarla.

   Caminé hacia la habitación de Michelle y la encontré poniéndose unos tejanos. No pude evitar fijar mi vista en sus piernas enfundándose en la tela. Reprimí las ganas que me entraron de ponerme encima de ella y desnudarla de nuevo. Michelle alzó la mirada y caminó hacia mí con una sonrisa.

   —Buenos días —susurró rodeando mi cuello con sus brazos.

   —Buenos días —respondí pasando mis manos por la piel desnuda de su cintura, todavía no se había puesto una camiseta.

   Sonrió antes de juntar nuestros labios con suavidad. Algo que tenía que aceptar, era que me encantaban los besos de Michelle. Se apartó de mí, pero yo la atraje de nuevo con ganas de más y la besé otra vez, haciendo que nuestras lenguas rozaran.

   —Vale, ya está —dijo separándose—. Acabaré llegando tarde, no quiero entretenerme.

   —Podemos seguir esta tarde —propuse observando cómo acababa de vestirse.

   —He quedado con unas amigas para estudiar —dijo empezando a calzarse—. Lo siento, amor. Pero no creo que pueda pasarme por tu casa hoy. Tal vez mañana, ¿vale?

   —Sí... Vale —murmuré. No me gustaba que Michelle estuviera siempre tan ocupada.

   —¿Has venido para llevarme a la uni? —preguntó dirigiéndose al baño.

   —No —negué caminando detrás de ella—. De hecho, quería hablar contigo sobre esto.

   —Claro, te escucho —asintió agarrando su cepillo de dientes.

   —Bueno, ya sabes que Cass... Cassie —corregí rápidamente—. Ya sabes que éramos amigos y que estuvimos unos meses viviendo juntos.

   —Ajá... —dijo enjuagándose la boca.

   —Pues... Sé que ha cambiado radicalmente. Supongo que estarás acostumbrada a verla así. Pero está deprimida, creo que necesita nuestra ayuda. Sinceramente, me preocupa su comportamiento y las cosas que hace.

   —Ya, lo sé —dijo con un suspiro—. Se lo he dicho miles de veces. Como siga saltando de cama en cama, acabará pillando algo. Por no hablar de las borracheras que se pega.

   Bajé la mirada al suelo. Michelle no sabía que la mitad de esas cosas, Cass las hacía por lo que pasó conmigo el verano que nos conocimos.

   —Había pensado que, ya que ambos tenemos las mañanas libres, podríamos hacer algo juntos. No lo sé; sacarla de casa, intentar que vuelva a tener motivación... Ese tipo de cosas.

   —Me encanta que seas tan bueno —dijo antes de besar mi mejilla—. Y ya sabes que me alegra que seáis amigos. Me parece una buena idea, Thomas. Y creo que a Cassie le vendrá bien. Ya me dirás qué salidas hacéis y si no te pone tantos problemas como a mí.

   Los dos nos reímos y volvimos a la habitación de Michelle. Ella acabó de arreglarse y se puso el abrigo dispuesta a marcharse. Me deseó buena suerte con Cass y nos despedimos con otro de esos besos lentos con los que me torturaba a veces.

𝐒𝐎𝐌𝐄𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆 ➢ Thomas Brodie-SangsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora