━ Capítulo 2

2K 182 152
                                    

|Amistad poderosa|

𝙲𝙰𝚂𝚂𝙸𝙴

—Faltan dos cafés con leche en la mesa cuatro —dijo Lucy apareciendo a mi lado.

   —Bien, lleva estos cubiertos al hombre de la terraza —dije extendiéndole un tenedor y un cuchillo completamente limpios.

   —Vale. —Se alejó y empecé a preparar los cafés que me había pedido.

   —Disculpe, señorita. ¿Podría cantarme el menú?

   Alcé la vista por encima de la barra encontrándome con la mirada expectante de Thomas, puse los ojos en blanco para disimular que me había puesto ligeramente nerviosa.

   —¿Tengo que acostumbrarme a que aparezcas sin avisar? —pregunté centrando mi atención en las bebidas de nuevo.

   —Tal vez —dijo encogiéndose de hombros.

   —¿Qué haces aquí? —pregunté con un suspiro.

   —Bueno, un alumno que esperaba a las seis ha faltado. Así que tengo una hora libre. Y ahora que sé que trabajas aquí, he dicho: "Voy a visitar a mi querida amiga Cassie, seguro que se alegra de verme".

   —Es verdad —asentí—. Se me olvidaba que ahora somos amigos del alma.

   —He venido para hablar contigo —dijo utilizando un tono de voz un poco más serio.

   —Pues no tengo tiempo —dije agarrando los cafés.

   Salí de detrás de la barra y me dirigí a la mesa 4.

   —Perdón por la tardanza —me disculpé con una sonrisa algo incómoda.

   —Tranquila —dijo la mujer a la que estaba atendiendo.

   Volví a la barra y Thomas siguió hablando.

   —Hemos dejado muchas cosas pendientes y...

   —Oye, si no vas a tomar nada... —le interrumpí estresada.

   —He venido para hablar contigo —repitió.

   —Thomas, estoy ocupada —dije pasando una bayeta húmeda por el mármol del mueble.

   —¿Cuándo tienes un descanso? —preguntó siguiéndome con la mirada mientras me movía de un lado a otro.

   —¡O'Brien! ¡A la cocina! —dijo Dave desde la otra punta de la cafetería.

   —Dentro de veinte minutos —contesté rendida.

   —Bien, te espero afuera —dijo dándose la vuelta para salir del establecimiento. No me dio tiempo a discutir, debía irme.

   Sentía curiosidad por saber qué era aquello tan importante que tenía que decirme. Aunque conociendo a Thomas, podría ser cualquier tontería.

   Todavía me sentía rara al pensar en él otra vez, al volver a tener su presencia cerca. No sabía si aquello era bueno o malo, pero no me molestaba del todo que hubiera aparecido en mi vida de nuevo. Y esta vez, parecía querer quedarse.

   Al estar tan ocupada con mi trabajo, los 20 minutos se pasaron deprisa. Me quité el delantal, pero no el uniforme. Volví a recogerme el pelo en una cola alta y agarré mi paquete de tabaco para salir a la calle.

   Respiré hondo cuando estuve fuera del local. Miré a ambos lados y vi a Thomas a la izquierda, apoyado en la pared que hacía esquina en la cafetería. Me acerqué a él mientras sacaba un cigarrillo y lo encendía.

𝐒𝐎𝐌𝐄𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆 ➢ Thomas Brodie-SangsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora