"HIDDEN"

[CAPITULO 26]

Tendo se acercaba cada vez más rápido a Ushijima, no aguanto más las ganas y se abalanzó a los brazos ajenos que lo atraparon levantándolo del suelo. Tendo estaba que no lo soltaba por nada del mundo y Ushijima pudo disfrutar otra vez de los abrazos de su pelirrojo peculiar.

- ¿Cómo saliste? ¿Te encuentras bien? ¿Qué paso? -miles y miles de preguntas salían de la boca del pelirrojo, este agarro no dejaba de acariciar el rostro ajeno que solo miraba con una sonrisa pequeña.

-Estoy en casa Tendo.

-Bienvenido tonto, ¡Estúpido que me pegaste tremendo susto! ¡¿Sabes lo que tuve que pasar mientras tu no estabas?! ¡Semi casi me mata! -reprochaba con golpecitos en su pecho. Claro que a este le parecían como cosquillas.

-Perdón, perdón ya no te dejare solo. Ahora ya no.

-Mas te vale idiota. Si no seré yo mismo quien te rompa una pierna para que no te vayas.

Esos dos parecían estar en su burbuja dejando a lado a los demás que empezaban a ponerse incomodos.

Un carraspeo los hizo regresar al presente donde Tendo se puso nervioso por tantas miradas encima de ellos.

-Y ¿Nos vas a ayudar?

-Es un trato. ¿Cuándo es?

-Esta misma noche.

[...]

El cuerpo de Hinata estaba que colapsaba. Pensaba que sus piernas no le funcionaban y las sentía pesadas, sus brazos los tenia flojos y la cabeza le dolía. Su cuerpo sudaba frio y quería vomitar.

Se sentía culpable porque todo esto ocurrió por su culpa. Desde el ataque a su grupo hasta el secuestro de Suga-san. Le llenaba de coraje saber que su propio padre haya hecho tal cosa, no quería aceptar que aquel que pensaba que siempre iba a ser su héroe ahora se convertía en su enemigo, aunque desde hace tiempo el mismo decidió convertirse en el villano del cuento.

Sus ojos comenzaban a picarle, paso sus manos sobre ellos limpiándose apenas las pequeñas lágrimas. No se podía permitir llorar en este momento.

Quiso entrar por donde había salido la última vez. Pero parece que le leyeron la mente ya que esa parte estaba llena de guardias y aunque sabía que era bueno no podía con tantos de esos hombres.

Opto por otro camino. Y ese camino era desde la entrada principal.

Respiro hondo y como pudo se tapó mas su cabellera naranja con el gorro del traje, lo último que quería era llamar más la atención.

Se movía ágilmente por los pasillos, ocultándose cuando tenia oportunidad. Aun no quería que supiera que estaba, aunque le quedaba poco tiempo, así que solo noqueada a los hombres que se lo encontraban o utilizando una arma con filo y lo mataba en ese instante.

Tenia la idea de ir por Suga primero, pero de verdad que las instalaciones eran grandes. Le tomaría horas en encontrarlo.

No quería dejarlo, pero ahora su mayor preocupación era su padre.

Siguió y siguió hasta que se detuvo en una parte. Varios chicos que se encontraban en malas condiciones eran llevados por un pasillo donde él no había pasado. Yendo por detrás de ellos llego a lo que parecía cuartos pequeños, a lo mucho cabía dos personas por cuarto.

Se escondió por detrás de un pilar a esperar que se fueran los hombres quienes los escoltaban. Cuando ya no vio amenazas cercas, salió para ver por cada ventanilla tanto a hombres como mujeres en terribles condiciones.

Se sorprendió al reconocer algunos como los que desaparecieron. Corrió y corrió mirando por cada puerta por si se encontraba a Suga, para su desgracia este no se encontraba en ninguna de las habitaciones del pasillo, ni del siguiente, ni en donde se suponía que estaba.

Angustia era lo que sentía en su pecho acumularse, no encontrarlo y pensar en algo peor.

Dejo esa tarea para después aun esperando encontrárselo de camino o alguna señal de él.

[...]

-A ver si te entendí, ¿quieres que nos infiltremos en una base de quien sabe qué tipo, localicemos a la mandarina humana, localicemos a tu esposa y que salgamos vivos? -el pelirrojo estaba un poco mareado por tanta información de pronto.

-Primero, conoces al tipo es el padre de Hinata. Segundo su nombre es Hinata, al menos apréndete su apellido. Tercero no es mi esposa. Y cuarto...se supone que es la idea -respondía Daichi con un notable enojo.

- ¿No tienen un plan? ¿Estas bromeando? ¿Sabes cuantos de nosotros puede morir ahí?

-Si y no. Solo...acabemos con esto y todos nos beneficiaremos.

-No es como si pudiéramos repartirnos todo entre todos como una sandía en partes iguales Daichi-san, se abrirá una nueva guerra entre bandos para querer poseer todo lo que ese tipo tiene -seguia hablando Tendo.

- ¡Bien! Donémoslo a la caridad, de seguro las casa hogar estarán contentas.

-Primero se lo robara el gobierno antes de que esas casas toquen algo.

No hablaron más durante el trayecto, en el camino se sumaron los mas integrantes del Karasuno y del Shiratorizawa, ninguno estaba contento de verse. Pero no había otra opción, estaban solos.

Los 2 grupo llegaron justo en el tiempo y sin perder mas se empezaron a moverse.

- ¡Ushijima-san!

- ¿Quién es el de corte de cabello raro? -Tanaka se adelantó con la pregunta que algunos se hacían.

- ¿El de negro o el de claro? – a Tendo le encantaba molestar a su compañeros.

-Los 2, ¿Son hermanos?

-Llegaron juntos, pero no exactamente tienen una relación como hermanos, pero Goshiki tiene una especie de admiración a Shirabu que hasta le copio casi el corte de cabello, feo fleco. -menciono el pelirrojo señalando primero al azabache y después al castaño.

-Confirmo.

Dejaron de charlar para que todos se prepararan con lo adecuado. Cuando todos estaban listos Daichi y Ushijima se dedicaron a mencionar el supuesto plan.

-Daichi-san, ¿puedo hablar con usted? -Kinoshita no había hablado casi nada en los últimos días, eso tenia inquieto al líder, pero al final no preguntaba nada al chico.

- ¿Qué sucede Kinoshita?

-Tengo que decirle algo importante, por favor escúcheme y luego de esto haga lo que sea necesario. -a Sawamura le tenia preocupado un poco sobre el semblante serio con el que hablaba Kinoshita.

-Te escucho.

-Yo...

- ¡Hora de irnos! ¡Muévanse!

[...]

En otra parte, estaba aquel hombre que tanto daño había causado en los últimos días.

-Veo que tus caballeros ya vinieron a rescatarte. Y no tarda y sale mi premio mayor, de seguro debe estar jugueteando en los pasillos; hare que lo lleven al punto de encuentro donde tú serás mi mayor exhibición.

-Antes muerto desgraciado.

-Cuidado con lo que dices Sugawara. No quieres causarle más problemas al tu grupo, ¿verdad? Se buen chico y compórtate.

Suga sentía como era llevado a arrastras a lo que parecía un patio como cualquiera, pero se veía mas como una arena lista para el batallón.

Implorara que nada saliera mal, aunque sabe que es imposible.

El mismo se condeno a ese mundo y de la forma que mato a muchos de esa misma forma iba a morir. Con una bala directo al cráneo.

Mientras que Hinata se desesperaba por no encontrar una salida que no fuera a un patio. No tuvo más opción que seguir en esa dirección para por fin marcar el final de esta historia.