[EPISODIO 11]

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La llegada de un nuevo ser puede ser de las más emocionantes para los padres de este, Kageyama y Hinata no eran la excepción pues esperaban con ansias de tener a su bebé en brazos y no veían la hora de que estuviera con el grupo entero. Aunque este no fuera esperado, su llegada si que lo es. Aun si Hinata tuviera temor pues sabia a que riesgos se estaba enfrentando si continuaba con su embarazo.

Mentiras y más mentiras cubrían su vida, no le importaba, pero no quería que su bebé creciera en un ambiente como ese y mucho menos con una vida como la de él.

Desde pequeño sufriendo abusos y maltratos de personas que creían ser superiores por otras. Aguantar golpes que su cuerpo no resistía, llorar hasta sentirse seco, querer desear no escuchar o ver. Algo que ningún niño debería pasar, pero desgraciadamente el mundo no es color rosa ni tiene genios que cumplirán tus deseos.

Ser un juguete totalmente manejable le aborrecía, buscando que comer y como vivir aun teniendo todo a su alcance. Nunca le gusto esa vida de lujos ni joyas por doquier, nunca le gusto tener miles de juguetes, pero sin nadie con quien compartirlos o jugar, nunca le gusto ser ese recipiente vacío que esperaba ser rellenado, nunca le gusto su vida de ensueño que muchos deseaban.

¿Por qué? Porque estaba muerto en esa vida.

Ser un recipiente que esperaba ser llenado. Las risas se reemplazaron con muecas sin ninguna gracia, esos ojitos llenos de vida se transformaron en vacíos sin esperanza, su piel levemente morena manchada de marcas rojas y moradas, su cuerpo y figura envidiados por mujeres y tomado por hombres, su cabello naranja y fragancia embriagante tomado bruscamente por manos ásperas que tenían el descaro y honor de acariciar su piel.

Era una mercancía para aquellos con deseos carnales. Y no se podía quejar. "Si hago esto, mami y papi me querrán y juntos podremos jugar." "Si hago esto me dijo mi papi que tendrá menos trabajo y jugará conmigo." "Si lo hago mami se pondrá feliz." "Si lo hago..."

Si lo hago... Cada vez que era usado sus padres se ponían felices por la cantidad de dinero que recibían por su hijo mayor. Y se emocionaron más cuando el próximo Hinata resulto ser una bella niña. Pero descartaron esa idea cuando se enteraron de que su hijo era un doncel.

Aquellos que tenían un valor alto en el mercado, aquellos que tenían la gracia de poder dar a luz a bebés y criarlos. Muchos de ellos mueren, muchos de ellos desaparecen, muchos de ellos mueren a manos del hombre, mujer o violador, muchos de ellos pueden ser ricos pero pobres de corazón, muchos de ellos que prefieren matarse antes que llevar una vida de infierno a lado de un completo desconocido

Hinata no era la excepción. Cumplía los caprichos de sus padres y de sus amigos de estos, es más de una ocasión le tuvo miedo a su padre al sentir como recorría su mano descaradamente por su pierna debajo del mantel de la mesa. En más de una ocasión lo tuvo de probas y desde ahí su vida estaba hecha mierda para él. Aquel que creía que era su héroe y en cualquier momento lo iba a rescatar de aquellos hombres malos. ¿y su madre? Apenas y le devolvía la mirada. Desde que escapo de aquella fiesta para nunca volver no ha sabido nada de esa mujer.

Su padre siempre daba con él, no podía escapar fácilmente aun cuando Sugawara lo encontró y lo mantuvo un tiempo oculto aun cuando era niño. El peligris no pudo dejarlo a la deriva aun cuando solo era un crio, lo acogió en su casa junto con Daichi y entre los dos le demostraron que era el amor. Le enseñaron también el mundo en que viven, pero no le importo y decidió seguirlos hasta donde se lo permitan, en vida y en todo.

Pero su padre era esa piedra en el zapato que no te dejaba en paz. En mas de una vez se reencontró con el y desde ese momento mantiene contacto con el para que no le pase nada a sus "queridos padres Suga y Daichi" sabia que estos eran peligrosos si te metes con ellos, pero no quería saber lo que su padre pudiera hacerles ya que mas de una vez vio a personas irse con su padre para nunca más volver.

Los años pasaron y más personas se unían a Suga y Daichi formando una pequeña familia en donde conoció el verdadero amor y calidez que siempre sonó. Y ahora quería que su pequeña o pequeño se emocionara igual que el al ver aquellos rostros que lo sacaron de su infierno para entregar un pan con leche y techo.

Es donde conoció el amor de familia y donde conoció al hombre de sus sueños. Y aunque sabia la relación de su padre con el nunca le juzgo y se mantuvo en secreto ya que no quería perjudicarlo también a él. "Vamos a jugar a las escondidas Shoyo..." ocultarte. Ocultar la verdad y disfrazarla de mentiras. Ocultar a tus seres queridos de un mal que tú mismo viviste. Jugar a las escondidas no esta tan malo.

"HIDDEN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora