ERES MI HEROE (KIRIIZU)

TOMURA 🕯

IZUKU

¿Cómo decirle a Kirishima la verdad? ¿Por dónde empezar? ¿Por qué todo es tan complicado?

Desde que lo conocí fue el amor de mi vida. Recuerdo ese día en que fuimos a trabajar a su casa por tres días. Fue suficiente para mí, desde entonces solía verlo pasar por la misma esquina en compañia de sus amigos. Sumergido en su mundo, pensando en sus asuntos.

Me gustaba desde siempre. Pero ¿quién iba a imaginar que cuando él se hubiese fijado en mí, no sería libre para amar?

Si, soy un esclavo. Pertenezco a Tomura Shigaraki. Aunque quisera me es imposible escapar de su poder porque me tiene bajo juez atado a él.

Me obliga a hacer las cosas más denigrantes que pueda ser humano imaginar. Pero aún así pude amar a Eijiro aunque más no sea una sola vez.

Anoche Tomura me castigó por descubrir que amo a Kirishima. Es que es muy celoso y posesivo. Pero no puedo evitarlo. Es más fuerte que yo éste sentimiento que albergo en mi corazón.

Sin embargo por ese sentiemiento hoy me encuentro postrado en la cama, lastimado y dolorido. No puedo moverme, debo esperar a que mis huesos y todo mi cuerpo se regenere al  completo. Es mi otro don, la curación inmediata.

Pero los dolores son otro cantar, eso perdura en tiempo real. Ahora me encuentro acostado esperando que mi cuerpo cicatrice y los dolores mermen.

Shigaraki entró justo cuando mi cuerpo cicatrizaba. Me sonrió con crueldad posesiva y sin piedad me fue manoseando. Él sabía que no solo sentía dolor sino asco también. Pero debía obedecer ciegamente a mi dueño.

Cerré mis ojos para controlarme mientras temblaba con cada roce. Me dolía tanto.

No importaba cuanto corra o escapar, Tomura siempre me encontraba  y me castigaba cruelmente. ¿Cómo decirle todo eso a Kirishima? Era muy vergonsozo. Pero el maldito de Tomura le dijo todo solo para vanagloriarse de ser mi dueño.

— Deku, no dejaré que entregues nada de tí a otro que no sea yo. Mucho menos tu corazón. ¡Eres mio! — me separó las piernas con violencia y yo grité de dolor una vez más — ¡Mi exclusiva propiedad! — Me ató las piernas separadas una de la otra — ¡Odio saber que intentas huir de mi! — Amarró mis brazos a la cama con cadenas — Sabrás que solo debes entregarte a mí, en cuerpo y alma Deku.

En esos momentos posó sus manos en mi entrepierna y activó su don. La putrefacción. El dolor fue inaguantable, lancé un estruendoso alarido que desgarró el aire. Mi entrepierna se pudrió pero al segundo fue regenerandose gracias a mi.don.

Sin soportar más me desmayé. Mi pensamiento corrio hacia mi amado Kirishima mientras lloraba. Deseaba morir con toda mi alma pero no tenía esa suerte. La oscuridad se adueñó de mí.

"Kirishima ojalá pudieras oirme, ayúdame mi amor. Liberame de esta esclavitud o mátame. Lo harás si es cierto que me amas tanto....mi amor"