SINCERIDAD 🕯

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IZUKU

Salí tan veloz como me fue posible, no soportaría tener a Kirishima tan cerca y sin embargo estar imposibilitado para poder demostrarle con libertad cuanto lo amaba. En encima tener que aceptar que él no me amaba.

Respiré hondo intentando calmarme mientras me dirigía a la otra confitería. Por supuesto que esa era horrorosa pero ¿qué más podría hacer?

Tan ensimistado iba que no sentí cuándo Kirishima me hubo alcanzado. Me tocó e inmediatamente supe que era él por su roce. Era el único que provocaba en mí esa maravillosa sensación de seguridad.

—¡Izuku! — dijo y me detuve pero miré para otro lado sin dejar que me mirara a los ojos
— ¿Qué quieres Kirishima?
— ¿Es broma?
—No

Él me volteó obligandome a mirarlo a los ojos. Era tan hermoso que me dolía, provocandome furia hacia Tomura, y la maldita ley que nos colocaba a quienes tenemos algún don, como objetos a disposición de las crueldades de los envidiosos y mugrosos humanos. 

— Te quiero a tí Izuku ¿cómo es que aún no lo ves?
— ¿A mí? ¿De veras?
— No estoy jugando Izuku, ven conmigo.

Sin esperar respuestas me arrastró con él lejos de indiscretas miradas. ¿Acaso él...me amaba? ¿En serio semtía eso por una basura como yo? Extraño.

Una vez solos el me abrazó mientras me acariciaba con termura.
—Izuku, mi amor — nuestras miradas se fundieron en una sola — ¿Por qué dudas así de mí? Si sabes que te amo tanto.

Lo abracé fuertemente mientras las lágrimas humedecían mi rostro. Escucharlo decirme que me amaba me colmaba de dicha.

Enterré mi rostro en su hombro y lloré a más no poder. Mi vida era una porquería y no aguantaba más.

Él me consoló al punto de hacerme regresar, en sus brazos volvía a ser el que solía ser antes de perder mis derechos como persona para ser vendido como un esclavo,  solo por el mortal pecado de haber nacido con un don. Bueno dos en realidad. Y para rematarlo ser alejado de mi gemelo.

Antes de todo eso yo era alguien totalmente diferente y por alguna razón Kirishima me hacía volver a ser aquel que una vez fuí.

— Kirishima tú...tú sabes que soy....y aún así....
— No me importa, de echo te salvaré de ese monstruo.
— Pero la otra noche....
— Lo haré legalmente Izuku.

— Deku es....es  mi gemelo....
—¿Qué?
— Es mi gemelo la propiedad de Tomura no yo pero....
—¿Te estás haciendo pasar por él?
— Si
— ¿Por qué?
— Necesito saber qué le pasó

— Entonces nosotros nos conocimos....
— Cuando te dije mi nombre. Nunca viste a Deku. Solo que me ausenté una semana porque me llamó él y aunque se oía desesperado, cuando llegué al lugar donde debíamos vernos él nunca llegó. Investigué y descubrí que....su desaparición estaba relacionada con el club donde me viste y con Tomura. Su maldito dueño.

Kirishima me miraba como si estuviese loco, me dolió eso y dije:
— No tienes que creerme. Me voy.
Cuando me tocó queriendome retener me hice soltar con rabia, echo que lo asombró ya que era la primera vez que veía esa otra cara de mí.

— ¿Izuku?
—¡No! En este momento no.
Me fuí porque no quería que él me viera así. Entré a la maldita clase sentandome alejado de todos.

Cuando acabó me fuí, pero Kirishima me sujetó y sin importarle mis protestas me llevó a su auto. Empezaba a sentir nauseas. Maldita sea, no quería sentirme así con Eijiro. Maldita suerte la mía.

Una vez dentro él puso seguro en las puertas. Respire profundo recordandome que era Kirishima quien estaba junto a mi y no....ellos.

— Izuku — me dijo él — No voy a dañarte. Confía en mí. Dejame ayudarte a encontrar a tu hermano.
— ¿Ahora me crees?
— Siempre te creí, solo que me tomaste a mal.
—¿ En serio?
— No tienes por qué seguir haciendote pasar por Deku, no dejaré que regreses junto a Tomura.....Izuku.

No era tan fácil aquello, Tomura no se quedaría de brazos cruzados pero quería escapar de la esclavitud de una vez por todas.

— ¿Me amas Eijiro?
— Demasiado Izuku.
— Entonces....ayúdame por favor — me lancé a sus brazos y él fue muy suave conmigo. — Yo no solo te amo, eres mi vida Kirishima. Te amé tanto tiempo.

Él me besó logrando encenderme una vez más. Pero se limitó a rodearme con sus brazos. Cuando nos separamos para respirar me dijo:
— Descuida Izuku, no dejaré que Tomura te toque. En cuanto a tu gemelo, lo haré buscar con un detective privado. Ni siquiera tienes que ir al club nocturno.
— Gracias mi amor, muchas gracias.

Él arrancó el auto y nos fuimos. Tenía que contarle la verdad sobre mí. Así que aproveché la ocasión para decirselo todo. Kirishima me escucho sin interrumpirme nada. Al acabar él estacionó el auto y me abrazó fuertemente.

— Solo contigo no siento nauseas ni odio ni asco cada vez que me tocan. Por favor mi amor ayúdame.
— Lo haré mi vida. Lo haré. No dejaré que te separen de mí.

Nos besamos  con pasión y yo sentía cómo me excitaba. Era tan maravilloso que me aferré a él con fuerza mientras movía las piernas.

— Serás un adicto a mi cuerpo Izuku.
— No es....justo....
Ya lo era maldita sea, mi miembro se endureció y eso que él no me tocó ahí.
— Eso es mi vida, olvida todo lo malo ¿de acuerdo?

Kirishima acariciaba todo mi cuerpo enloqueciendome. Gemí entre sus labios moviendome en el asiento.
— Te deseo Kirishima
— Cuando lleguemos a casa recién tendrás lo tuyo. Ahora no.

Como respuesta volví a gemir con desesperación. Movía con desesperación mis piernas. El auto se puso en movimiento y yo me sentía super incómodo. Eijiro reía complacido.

Llegamos a su departamento y con desesperación nos quitamos la ropa para sumergirnos en la cama. Si lograba quedarme a su lado todo estaría bien.

ERES MI HEROE  (KIRIIZU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora