ERES MI HEROE (KIRIIZU)

GUERRA CIVIL 🕯

Fuyumi vestía un short azúl, una remera mangas largas color azúl, rojo y blanco. Sus blancos cabellos con mechones rojos resaltaban con su blanca piel y sus ojos color del cielo.

Había encendido la cámara de su celular para filmarse junto a Dabi Todoroki, transmitiendo en vivo para su canal de YouTube. Tenían a un jóven de no más de quince años amarrado con cadenas a postes en un sótano.

Aquel prisionero tenía un don y había sido capturado por ellos para asesinarlo en vivo. Dabi se había maquillado el rostro con un fuerte color violeta oscuro y negro el mentón, las mejillas, el cuello. Sus negros cabellos brillaban.

Llevaba puesto un jeans negro ajustado, remera blanca y tapado negro largo. Sujetaba un cuchillo mientras miraba al prisionero con odio intenso.

Fuyumi reía mientras incentivaba a la población, para salir a matar a todo aquel que poseía un quid, en especial a los esclavos.

-Recuerden que el poder que éstos monstruos se vanaglorian de poseer, le corresponde únicamente a dios.

Dabí degolló al prisionero frente a la cámara, quien suplicó por su vida inútilmente. Aquella imagen gore invadió de rojo la escena al completo.

Las risas enloquecidas de Dabi y Fuyumi resonaron como ecos, ante una imagen en cámara lenta con una extraña y embriagante cortina musical.

Dabi acercó su mano derecha a la cámara tornándose una imágen colmada de rayitas blancas en un fondo negro.

Aquel segundo video se volvió tan viral como el anterior. Los comentarios de la gente abundaban, y en su mayoría a favor de las acciones de los primos Todoroki.

En las calles comenzaban a salir personas, en su mayoría jóvenes, con armas lanzando disparos al aire en motos algunos, en autos otros, lanzando risotadas enloquecidas.

Las muertes se sucedieron a diestras y siniestras. A los pocos esclavos que se conocían los agarraban para matarlos en la plaza pública bajo intensas torturas.

Algunos se podían defender valiendose de sus poderosos dones, pero debían ocultarse para preservar sus vidas. Algunos eran recapturados y asesinados definitivamente.

Fuyumi y Dabi estaban complacidos con la revolución que habían generado. Sus aliados eran quienes guiaban y lideraban a las masas, a hacer lo que ellos querían. Acabar con quienes tenían un don por envidia.

Por supuesto que ellos estaban ocultos lejos de las.mansiones de sus padres, para evitar que los buscaran.

Sabían que la mayoría de sus parientes condenaban aquel accionar de ambos. Pero no les importaba en lo absoluto.

Poco a poco ambos ganaban mayor popularidad en las redes sociales y en la realidad misma. La policía solo intervemía cuando había un ciudadano en peligro, de lo contrario no se molestaba a nada.

La ley no consideraba personas ni ciudadanos a quienes tenían dones, ésto fue presionando a todos ellos. Nadie supo darse cuenta del daño que estaban causandose a sí mismo, hasta que fue demasiado tarde.

Quienes tenían dones y habían sido expuestos por sus padres, eran muy sufridos. Pero la paciencia de ellos estaban llegando a su fin.

En otro lugar totalmente diferente del que estaban sus asesinos, se encontraban Shigaraki y Deku. Habían tomado una cámara para intervenir todos los canales.

Deku se encontraba de pie frente a la cámara, y tras de él se encontraba el palacio de justicia de la ciudad. Su rostro reflejaba el odio más absoluto, y sus palabras estaban cargadas de ácido.

- ¡Nos subyugaron siempre! ¡Jamás nos consideraron personas ni nada! ¡Ahora nos están masacrando y la justicia no hace nada! ¡Aquellos que tenemos un don somos superiores! ¡Por eso nos hacen eso, nos temen! ¡Somos dioses y estamos ocultos! ¡Pero nosotros diremos basta!

Deku iba llegando al corazón de cada persona poseedora de un quid, era la voz de aquellos que no tenían voz.

- ¡Levántense amigos! - prosiguió Deku - ¡No teman! ¡Llegó la hora de hacerles ver, a todos los mugrosos humanos que nunca debieron despertar nuestra ira! Les cuento que en mis antepasados había un inmenso don llamado One For All. Se lo usaba para ayudar y proteger a la gente. Soy el heredero de ese don pero ¿saben algo? Ustedes no se merecen ser protegidos. Por lo tanto lo usaré a la inversa. ¡All For One! ¡Observen!

Deku golpeó con su pie el suelo e inmediatamente se agrietó. Luego volvió a golpear el suelo gritando:
-¡All For One! - segundos después el palacio de justicia fue desintegrado matando a muchisimas personas como si se hubiese sucedido un gran terremoto.

Tomura apareció recién frente a la cámara con aquella fría mirada.
- Si se sienten frustrados y desean vengarse de los humanos, no duden en responderles con un fuego mayor. Recuerden que nosotros somos los damnificados.

-Vengan con nosotros, cambiaremos la ley. ¡No somos personas para ellos y tienen razón! ¡Somos dioses!
- Y los dioses somos muy caprichosos, recuerdenlo - finalizó Tomura cortandose la filmación.

Casi al instante, los que poseían un don, sintieron que su momento había llegado, y comenzaron a usar sus dones para desintegrar a sus dueños, sus familias y demás personas sin dones.

Así, llegada la noche, las calles eran escenarios de batallas campales. Había quienes no deseaban involucrarse en ningún bando y se encerraron en sus casas. Pero la situación brevemente se salió de control.

Deku y Tomura como Fuyumi y Dabi fueron recibiendo aliados locos y poderosos, dispuestos a emfrentarse a muerte los unos contra los otros.

Pero Kirishima ignoraba toda ésta situación, porque se encontraba en el hospital con el único pensamiento centrado en su amado esposo y su recuperación.

Izuku pudo sentir el odio de su gemelo, en el preciso instante en que Deku destruyó el palacio de justicia matándo muchos inocentes.

Abrió los ojos murmurando con pesar:
- Deku ¿qué hiciste hermano?
-¿Izuku? - susurró Kirishima - ¿Mi amor?
- Eijiro...al fin...pude volver...a tí...

Kirishima lo abrazó suavemente mientras lloraba de la emoción.
- Mi amor, estaba tan preocupado. - Se besaron al tiempo que la enfermera entraba - Nunca más vuelvas a hacer ésto Izuku.
- Nunca te dejaré Eijiro.

La enfermera salió de la habitación al instante para informar que el paciente había despertado. La situación ameritaba tomar una decisión sobre el proceder con ese paciente poseedor de un don.

Pero kirishima e Izuku supieron aquello gracias a la telepatía. El peliverde recuperaba su fuerza en cuestión de segundos. Ésto le facilitó las cosas, así cuando los guardias junto con el doctor aparecieron la habitación estaba vacía.