Dean

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—Date prisa o te juro que me iré sin ti

Hablo tras la puerta de la habitación de la cual Naru se apoderó ya que no cuerdo habérsela dado

—Eres una pesada Daya—me dice saliendo vestido completamente de negro, con un jeans rasgado, Vans, y una camiseta sin mangas, su cabello está húmedo y despeinado de una manera que innegablemente lo hace lucir sensual

Yo por el contrario opté por una falda de mezclilla con una chaqueta de este mismo material, converse blancos, una blusa de tirantes blanca, con mi cabello recogido en una coleta alta

—Escúchame bien—lo encaro cuando salgo de mi trance por su sensual apariencia—compórtate, lo ultimo que necesito es que por tus travesuras la gente empiece a considerarme la rara del pueblo

—No te prometo nada—dice avanzando hacia la puerta, pero antes de salir se voltea para reparar mi apariencia—falda—murmura muy bajo con esa estupida sonrisa en su rostro que grita "Al engendro pervertido de gusta lo que ve"

Ignoro por completo su mirada y subo al asiento del copiloto, decidí que ir a la reunión de Sara es una buena oportunidad para comenzar a tener una vida social

—Aquí es— le indicó una vez estamos frente a la casa de la Rubia

Nagaru no dice nada, se estaciona y bajamos en silencio, pero en el momento en el que voy a tocar la puerta me toma del brazo jalándome hacia atrás muy rápido, me coloca a sus espaldas y lo veo tensarse

—¿Pero qué rayos te pasa?—le reclamo tomándolo del brazo, él está con la mirada fija en la puerta pero sus músculos enserio están muy tensos

—¿Na-Naru?—preguntó un poco más preocupada y parece que lo sacó del shock 

Parpadea un par de veces y por fin me mira pero lo que veo en sus ojos me parece indescifrable, ya que nunca le había visto esa expresión antes

—Todo está bien, pero—no termina de hablar cuando lo veo dirigirse al auto para sacar su chaqueta de cuero, luego se acerca a mi y tira de la liga de mi cabello provocando que esté caiga suelto sobre mis hombros—déjalo así—me pide sin despegar sus ojos de los míos—y por ningún motivo quites tu chaqueta— ¿está claro?

Asiento —me explicarás después ¿qué pasa?—asiente —está bien, entonces te haré caso—trato de ignorar su extraña actitud y me acerco a tocar la puerta

Pasan lo segundos y

—Dayana!!! —Me abre una muy emocionada Sara lanzándose a mis brazos—creí que no vendrías! Me alegra mucho verte déjame presentarte a mis amigos—

me toma de la mano con intención de llevarme adentro pero detiene su mirada en el chico de los ojos ámbar— rayos—silba—¿quién es tu amigo Dayana?—pregunta y estoy segura de que empezará a salivar en cualquier momento

—El es Nagaru—señaló al pelinegro —está viviendo conmigo por un favor a mis abuelos, espero que no te moleste que lo haya traído

—Oh no, no te preocupes y mucho gusto Nagaru, soy Sara—se presenta y el maldito mal educado solo levanta la cabeza, así que ella nuevamente me toma la mano—bueno, vengan ya!

Entramos y la casa es algo grande a decir verdad, nos adentramos a la sala en donde hay un sillón  de 3 asientos, uno de dos y uno individual que es el único que se encuentra desocupado

Entro yo y nada, sin embargo las miradas si van dirigidas a mi acompañante

—¡Chicos! Si pudo venir mi amiga Dayana, y él es su compañero de apartamento Nagaru—nos presenta

Atados [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora