Karma

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Después de vendar mi mano con los nudillos magullados me dirigí a mi habitación sin decir una palabra aun con los chillidos de perro de fondo

Me encerré a llorar por horas la pérdida, recordando los tantos buenos momentos que había pasado con mi amada tía Lou

Lloro grito y pataleo sin parar a la vez que ideo como llevar a cabo la promesa que hice hace unas horas

Salgo de la habitación rumbo al baño para limpiar mi rostro

Se que a mi tía nunca le hubiera gustado que alguien le hiciera daño a su hija, pero por esta vez solo por esta vez voy a tener que fallarle

—¿Nagaru?—lo llamo pero no lo veo por ningún lado

Hasta que un ladrido detrás de mi me alerta

—¿Por qué sigues así?—ladra desesperado y no entiendo nada—entiendo el que no quieras consolarme pero no tienes que evitarme con esa forma

Me mira pero no cambia sigue siendo un perro y eso... me molesta

—Oye entiendo el que sea raro verme así y no quiero ni necesito que me digas nada, no te estoy pidiendo nada carajo pero al menos hazme sentir que te importa un poco el como me siento

Ladra, solo ladra

—¿Sabes qué? Vete a la mierda que no te necesito, ni me importa lo que sientas por mi ni si te preocupo o no, solo vete a la mierda

El sigue ladrando pero lo ignoro completamente ¿qué tan mal me verá para que ni siquiera quiera verme en su forma humana? Tomo mi celular y marco

—Tiempo sin saber de ti

—Necesito tú ayuda

—¿Porqué me hablas cada vez que necesitas utilizarme?

—No quiero esa clase de ayuda imbecil

—Oh parece que alguien no está de humor

—¿Qué esperabas? Vivir con Nagaru es una mierda

Bien, ya hablaremos de ello, mándame tu dirección estaré allí lo más rápido posible

—Gracias

Evitó mirar a Naru a pesar de que esta rasgando cosas y ladrando como un loco para llamar mi atención, no estoy de humor para sus estupideces

Suena el timbre y abro la puerta para toparme a Dean todo vestido de negro incluso trae consigo unos guantes de cuero negro

—¿Acaso estabas enterrando a alguien?—palidezco

—No, vengo de ver a mi madre—Responde sereno

—Uy, perdona—me apenó enserio

—Olvídalo, te ves terrible ¿Estás bien?

—Yo...

hace un ademán por tomar mi rostro pero antes de que su mano llegue al lumbral de la puerta la quita rápidamente como si quemara

—Pero... ¿Qué carajo? —mueve su vista en todas direcciones para terminar plantándola en lo que mi abuela me regaló en la tarde

—Bien me parece ilógico invitar a un medio demonio a tu casa cuando tienes uno de estos colgado para que no pueda pasar—cuando escucha ladrar a Naru se asoma por encima de mi hombro—espera, no me digas que ¿colgaste esto cuando ese imbecil estaba en esa forma?

Pregunta y yo asiento

—JAJAJAJAJJAJA ¿Es por eso que estás enojada con el? ¿Porque no ha vuelto a su forma humana? JAJAJAJA carajo no... no puedo

Atados [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora