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Besó a Hongjoong.

¡Oh por dios! ¡besó a Hongjoong! 

¡Y Hongjoong le correspondió el beso!

¡Hongjoong dijo que le gustaba!

Seonghwa acababa de sufrir un colapso. Su corazón latía desbocado, como si estuviera corriendo un maratón. Afianzó el agarre de la cintura de Hongjoong cuando éste hizo el ademán de separarse en busca de aire.

Hongjoong soltó un leve jadeo, pero no tardó en adaptarse al nuevo ritmo. Estaban experimentando, era su primer beso. Sus labios no se separaban más de dos segundos antes de volver a unirse. 

Seonghwa se sentía en el cielo, y era Hongjoong el ángel que lo había llevado hasta allí. 

Cuando al fin se separaron, juntaron sus frentes, recuperando el aliento, aún algo agitado.  Hongjoong nunca había besado antes, pero estaba seguro de que aquello había sido increíble, tenía que serlo.

Sentía que volaba, se había olvidado de todo. Solo estaba la sonrisa de Seonghwa y el contacto de los labios de éste sobre los suyos. 

—Es una locura— murmura Hongjoong, mordiéndose levemente el labio inferior—Yo...

—Oh Hongie, acabo de ser besado por un ángel —Hongjoong se sonroja

—No arruines el momento o me iré con tu madre

Hongjoong le da un golpe en el hombro. 

—No me llames Hongie — Seonghwa posa suavemente sus manos en las mejillas de Hongjoong y sonríe.

—Pero si te encanta que te llame así... 

—Yo me iré... Lo sabes, Seonghwa, y no te culpare si... 

—Dios, Hongjoong, aún queda un mes y poco más, ¿no crees que podamos disfrutar el momento?.

Seonghwa le acaricia al pequeño el cabello con la mano derecha.  Hongjoong sonríe de medio lado y asiente con la cabeza

—Punto para Chimue...— habla Seonghwa, pero es interrumpido por los labios de Hongjoong, que atrapan los suyos en un dulce vivén.

Cuando se separan, Hongjoong está sonriendo de forma triunfal.

—Okay— admite Seonghwa—. Ese fue punto para Hongie. 

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Sería un secreto. Tenía que serlo por muchas razones. Hongjoong se iría y ellos no podrían ser nada más, así que no le habían puesto nombre a su relación. Eran dos amigos que se gustaban y eso era suficiente, al menos de momento. 

Seonghwa acompañó a Hongjoong a su casa y luego volvió a la suya. No paraba de tocarse los labios con las llemas de los dedos. Su primer beso, mierda.  ¡Park Seonghwa ya no es virgen de labios perras!  Caminó a su casa casi dando saltitos por la emoción.

Al llegar, incluso se ofreció a servir el la mesa (su madre pensó que tenía fiebre o algo así).  Sabía que estaba mal el que Hongjoong le gustara tanto, no debía tomarselo tan enserio, pero no podía dejar de pensar en el, en su sonrisa y sus ojos de ángel, cuando se conocieron y Hongjoong no se rió, sino que le ayudó.

Era obvio que Kim Hongjoong no pertenecía a Suwon, porque en ese pueblo (a excepción de su grupo de amigos, claro) todos estaban muy jodidos. 

Pensó en que le gustaría llamar a Hongjoong y pedirle una... ¿cita? ¿Debería pedirle una cita?, y fue entonces que recordó que no tenía el número de su casa. 

Áɴɢᴇʟ-  𝒔𝒆𝒐𝒏𝒈𝒋𝒐𝒐𝒏𝒈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora