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Maraton 1/3

A Seonghwa parecen habérsele fundido los circuitos, porque no dice una palabra.

Hongjoong interpreta el silencio como un rechazo a sus palabras, por lo que se apresura a balbucear palabras algo inconexas en forma de una especie de disculpa:

—Lo siento, se que habíamos acordado que solo sería algo del verano y ya, y que no íbamos a sentir nada tan...— se interrumpe, o mejor dicho, es interrumpido.

Seonghwa lo toma por la cintura y lo atrae hacia él, callandolo con un beso.

Hongjoong se queda algo sorprendido, por lo que tarda un poco, pero al final corresponde, rodeando con lo brazos el cuello de el más alto.

Seonghwa nunca ha sido bueno con las palabras (de su boca nunca salen cosas que él controle), por lo que esa acción es su forma de responder, y escuchar a Hongjoong decir esas palabras era todo lo que hacía falta para devolver a la vida su corazón roto.

—¿Joongie?

—¿Sí?— los ojos del más bajito están cargados de ilusión.

—Me acosté con tu madre.

Hongjoong le da un fuerte golpe en el hombro, frunciendo el ceño.

—¡No! ¡Perdona! ¡No era eso! ¡No era eso! No pude evitarlo— se disculpa Seonghwa, sin poder evitar reír, aunque pronto Hongjoong también ríe, y es entonces cuando aprovecha para acortar la distancia entre ellos y tomar las manos del contrario, mirándolo directamente a los ojos mientras le dice:

—También me he enamorado de tí, Hongie.

Hongjoong estaba seguro de que el mayor diría un estupidez, por lo que la sinceridad y dulzura en aquellas palabras lo toma un poco por sorpresa.

Un rubor (adorable a ojos de Seonghwa) cubre sus mejillas.

—¿Lo dices enserio?

—Nunca he dicho algo más enserio en mi vida, Hongie. No te acostumbres— Seonghwa está sonriendo. El más bajito ladea un poco la expresión, saliendo abruptamente de la burbuja que los envuelve.

—Pero...yo me iré...y mi primo... él no va a...— balbucea.

Seonghwa lo abraza con fuerza, tal vez ese gesto es incluso más dulce que un beso en éste momento preciso.

—Nada más me importa— dice, acariciándole la espalda.

Hongjoong graba en la memoria el aroma a menta y tabaco de la camiseta de Seonghwa — solo que te quedes conmigo todo el tiempo que se pueda.

—¿Estás seguro?

—O puedes quedarte y vivir en mi sótano, también es una opción— comenta, haciendo a Hongjoong reír.

—Así me gusta, mi Minion sonriente.

—No me llames así— se queja el más bajito, aunque en realidad ya no le desagrada tanto.

—No te oigo— bromea Seonghwa, y acto seguido comienza a repartir besos por las mejillas del contrario.

—Estás loco— ríe Hongjoong, disfrutando el momento.

—Ambos lo estamos— corrige Seonghwa.

—Tienes razón— asiente Hongjoong, y se inclina a besarlo en los labios.

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—No puedes prohibirme a Seonghwa— se queja Hongjoong , cruzándose de brazos y mirando desafiante a su primo por primera vez en su vida.

Áɴɢᴇʟ-  𝒔𝒆𝒐𝒏𝒈𝒋𝒐𝒐𝒏𝒈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora