ᕱ ִֶָ֪֢ 𝗽𝗼𝘀𝘀𝗲𝘀𝘀𝗶𝘃𝗲 ⑅ 𝘁𝗮𝗲𝗸𝗼𝗼𝗸 ꕤ

☪︎ 𝘁𝗲𝗻

Taehyung colgó el teléfono y miró por unos segundos el aparato. ¿Por qué Jungkook no pudo llamarlo y no recibía las llamadas? No podía pensar que estaba con alguien más que Hoseok puesto que tampoco pudo llamar a Jung.

Aunque en realidad, no podía llamar a ninguno de sus contactos.

Hubo un leve silencio en el cuarto, el cual fue interrumpido por nada más y nada menos que su odioso compañero de cuarto.

-Así que...- sonrió Yang, reposando su cuerpo en el marco de la puerta.

Kim solo suspiró, harto de los juegos del chico que solo los hacía para obtener atención.

- Tu no paras nunca ¿Cierto?- exclamó enfurecido.

Jeongin solo reía, le parecía demasiado lindo ver a su compañero de trabajo tan serio y duro con él. Amaba a los chicos fríos y con carácter, se le hacía sexy y coqueto, siendo ese su tipo ideal, ¿Quien mejor que Taehyung para tener esas cualidades que tanto amaba?

-Jeongin-ah, ya fuiste demasiado lejos- bufó- ¿Por qué haces esto? ¿Qué quieres conseguir con esto?- dijo frustrado. Ya estaba cansado de él. No sabía que fue lo que hizo, pero si presentía que tuvo algo que ver.

-Mi lindo jefe- dijo con voz coqueta- No quiero nada más que tu presencia- intentó besar su cuello, pero fue apartado bruscamente por Kim.

-¡No seremos nada jamás, ya te dije que dejes de ilusionarte Innie! Tenemos un trato- se tiró de nuevo a su cama, llevando sus brazos a la cara para evitar que la luz llegue a sus ojos.

-¿Y los tratos no se rompen, lindo?- sonrió.

Taehyung miró molesto a Yang, le dio una mirada amenazadora, la cual el bajo admiró y le regaló una sonrisa coqueta.

-¿Que es lo que hiciste?- pidió una explicación de forma demandante. El menor hizo una cara pensativa.

-Mmm... déjame pensar- colocó su mano en su mentón- Solo, configuré unos números- rio- Hay muchas personas molestas en el mundo ¿No es así?

-¡Deja de meterte en mi vida!- gritó muy fuerte- ¡Tu bloqueaste a mis contactos y por eso no puedo llamar a nadie!

-Si lo pones así, no suena divertido- se puso serio y se cruzó de brazos.

-¡¿Qué le ves de divertido a esto?!- seguía gritando. Jeongin admitía internamente que la voz de Kim cuando gritaba daba miedo, ahora entendía a Jungkook.

-Ya, no seas tan aguafiestas lindo- sonrió.

Jeongin volvió a acercarse a Kim. Se sentó en sus piernas y comenzó a hacerle caricias, se sorprendió de que Taehyung no lo haya apartado.

-Estás demasiado estresado y no puedes pensar con claridad- comenzó a besar sus labios.

Taehyung lo bajó suavemente y se limpió la boca con su manga.

-Jeongin, ya para por favor- suplicó- No puedes hacerme esto, no puedes tampoco hacerte esto- gruñó.

-¿No puedo?- su sonrisa no se borraba, si bien a Taehyung le agradaba, ya le parecía molesto e irritante verlo así siempre.

-¡No! Ya para, por favor- gritó- Por favor Innie, no puedes hacerle esto a tu familia- se levantó de la cama- No puedes engañar a Hyunjin, no puedes jugar con los sentimientos de tus hijos, y no puedes destruir mi relación con Jungkook- juntó sus manos en su cabeza y enredó sus cabellos en sus dedos, sintiendo un verdadero estrés y un gran peso en su espalda por haberse acercado a Yang.

-Como si ellos me importaran- chasqueó la lengua- Taehyungie, solo importamos tu y yo aquí- rodeó con sus brazos el cuello del mayor- Solo piénsalo, una vez que volvamos a Corea dejamos todo de lado y formamos nuestra vida.

¿Una vida con un chico totalmente tóxico e infiel? Taehyung no negaba que le estaba siendo infiel a Jungkook, pero jamás llegaría al punto de destruir una familia. Quería cuidar a Jungkook, pero no sabe como llegó hasta este punto.

¿Qué hizo? Ni lo sabe, solo recuerda haber estrechado su mano, y luego de varios meses, estaba como loco disfrutando tener relaciones con el más bajo. Estaba completamente loco de haberse dejado llevar por un enfermo mental como lo era Jeongin.

Taehyung se soltó del agarre y trató de irse, pero paró en seco para hablarle al menor.

-Hoy tu me dijiste, los tratos pueden romperse, ¿No es así?- Jeongin se tensó, seguido, asintió- Perfecto- giró el pomo de la puerta, sacando su pie hacia el exterior del cuarto.

-¿Q-que quieres decir?- dijo nervioso, interrumpiendo las acciones del mayor.

Taehyung se calló por unos segundos, los cuales fueron de terror para Yang. Giró su cabeza y fijó su mirada en él, para luego dar su palabra final.

-Te libero del trato.

Sin más, Taehyung salió de la habitación dejando con la boca abierta a su compañero. Quería librarse de una forma u otra, no quería seguir haciéndole daño a Jungkook, más del que ya le hacía. Quería abandonar a Jeongin y poder volver a su casa a hacer su vida normal con Jungkook, él protegiéndolo de todo mal, riendo con él como hace casi un año, no le importaba si el menor volvía a estudiar, si tenía a sus amigos cerca, por el momento, solo quería volver a su casa y mantener vigilado a Jungkook de todo peligro, y mantener lejos a Yang.

Pero... ¿Yang Jeongin iba a librarlo fácilmente?

No.

Contenido sensible

Sus brazos sangraban como si fuera una cascada, su llanto era desgarrador. Toda la miseria que vivió en su vida pasaba por su mente, los recuerdos llegaban a él, como tuvo que salir de la situación, pero de una forma sigue ligado a esos viejos recuerdos que le dan una punzada en el pecho.

¿Cuántas veces en la semana intentó cortarse? ¿Cinco? ¿Seis? Perdió la cuenta, solo sabe que las lágrimas no le alcanzaban para desahogarse. Por esto mismo, optó por la autoflagelación.

Estaba tumbado en el frío piso de su baño con su cabeza apoyada en la pared, vestía su pijama de verano aunque hiciera frío. Sus ojos estaban cristalinos, con las lágrimas en el borde de sus ojos, las cuales salían sin detenerse. Sus sollozos eran ahogados por el miedo invasivo que tenía en el momento si llegaba a ser descubierto por alguien.

Tomó el cúter que había escondido en uno de los cajones y lo subió, miró por unos segundos al techo, pidiendo perdón por la locura que estaba cometiendo. Apoyó el filo de la herramienta en su pierna y aplicó fuerza. Presionó el elemento y comenzó a trazar una delgada y larga línea roja en su pierna, lentamente rasgando y separando su piel del muslo. La sangre iba fluyendo por los costados y corría, quemando apenas su delicada piel.

Al cabo de diez minutos, siete cortes trazados en sus muslos iban perdiendo sangre como volcán en erupción. Cubrió su cara con sus manos, las cuales estaban sucias con su propia sangre, manchando así también su rostro.

Perdóname Yugyeom

Hola! Perdonen a esta persona que parece anciana por no actualizar, díganme les está gustando la historia? Me ayudarían con su voto por favor :( nos vemos cuídense byee💗

🪴; minnh-aye