#26

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La comida de navidad es idéntica a la de noche buena, con la diferencia de que esta vez ni Louis sopla las velas, ni se vuelve a tocar el tema de la boda. La noche del 28 de diciembre, Johanna nos sorprende con su visita, pero más me sorprende su compañía. Una chica rubia, de la misma edad de Louis aparece tras ella con una sonrisa. A Louis al verla se le iluminan los ojos y corre a abrazarla. La levanta en el aire y después vuelve a depositarla en el suelo.

Mi ceño se frunce y aprieto los puños hasta que mis nudillos se vuelven blancos. ¿Quién diablos es esta? y ¿por qué tiene tantas confianzas con Louis? Johanna se acerca a mi y me abraza, para luego ir a por la niña que está dentro de su carrito. 

-Mira Hannah, esta es Valerie -la chica mira a mi hija con una sonrisa más falsa que un billete de tres euros y se acerca a ella con la intención de cogerla en brazos. Intento acercarme para impedirlo, pero Johanna se la tiende antes de que yo pueda hacer nada. 

Mi ceño se frunce todavía más, pero tengo que aguantar una risita cuando mi pequeña se echa a llorar cuando la tal Hannah trata de cogerla. Al final la niña acaba en mis brazos siendo acunada.

-Hannah, te presento a Julia -dice Louis con una sonrisa-. Julia, ella es Hannah, una vieja amiga.

Ya, claro. Una vieja amiga. Como si no te conociese Tomlinson.

Louis y Hannah se sientan uno al lado del otro en el sofá, y yo dejo a Valerie en su carrito y decido irme a la cocina antes de que se me de por dejar calva a la rubia de bote. Johanna viene tras de mi y prepara un poco de té mientras yo me encargo de la comida de mi hija.

-Hannah y Louis fueron novios cuando eran adolescentes, se quisieron mucho, pero Hannah tuvo que irse del país y mi pequeño quedó destrozado, desde entonces no ha tenido más novias. Hasta ti, claro -dice. 

Estupendo, el amor de la adolescencia de Louis en mi casa. Lo que me faltaba para acabar bien el año.

-Ha venido a pasar la navidad al pueblo y vino a casa de visita y como quería ver a Louis la he traído, espero que no te moleste -dice. Quiero gritarle que me molesta, por supuesto que me molesta, pero en lugar de eso tomo ejemplo de Hannah y pongo mi más falsa sonrisa.

-Por supuesto que no, Johanna. ¿Por qué habría de molestarme? -respondo enroscando la tetina del biberón con más fuerza de la necesaria. Ella me sonríe y deja las tazas sobre la bandeja.

Regresamos al salón juntas. Louis y Hannah están hablando cerca, demasiado cerca. Frunzo el ceño, saco a Valerie del carrito y más pancha que ancha me siento en medio de ambos. Después le lanzo una sonrisa a Louis y con todo el morro del mundo le digo:

-Mi vida, ¿quieres darle el biberón a nuestra pequeña? -él me mira confundido, pero acaba asintiendo con el ceño ligeramente fruncido. Ignorando el hecho de haberle llamado ''Mi vida'' le paso a la niña y le tiendo el biberón. Apoyo mi mano en su hombro y me dedico a observar a padre e hija con mi más grande sonrisa. Valerie termina durmiéndose en brazos de Louis mientras él la mira embobado. 

Hannah y Johanna se van a las seis. Recojo las tazas y las llevo a la cocina para lavarlas y mientras los estoy haciendo, los brazos de Louis me rodean la cintura.

-Celosa -susurra. Aprieto los labios para no soltarle algún improperio y sigo a lo mío ignorando su cercanía-. No conocía esa faceta tuya, pero desde luego me ha gustado. Te veías... graciosa.

-No estaba celosa -respondo.

-Desde luego que lo estabas -sus labios se detienen en mi cuello y depositan un húmedo beso que hace que me tiemblen las piernas-. Hannah fue muy importante para mi en su tiempo.

Estoy por darme la vuelta y soltarle que sin tan imortante fue que se largue con ella y a mi me deje en paz, pero mi cuerpo está paralizado por sus manos que se mueven por mi cintura y sus labios que no se detienen.

-La he invitado a la boda -murmura. ¡Venga ya! Ahora voy a tener a Hannah hasta en la sopa.

-Muy bien, yo invitaré a Greg, espero que no te moleste -digo porque para chula yo.

Se aparta de mi y me da la vuelta mirándome con el ceño fruncido. Lo he cabreado y tengo que esconder una sonrisa.

-No vas a invitar a ese gilipollas -gruñe.

-Desde luego que lo haré. tal y como tú has invitado a tu ex-novia yo puedo invitar a mi ex-jefe y amante.

-Ajá, o sea que es eso. ¡Ves como estás celosa! -su ceño fruncido se cambia por una sonrisa triunfadora. Será imbécil el futbolista de cuarta.

-¿Y tú qué? ¿eh? 

-¿Yo qué?

-Estás celoso de Greg, no soportas la idea de que lo invite a la boda porque tienes miedo de que te deje plantado en el altar para irme con él -murmuro con una sonrisa.

Él niega con la cabeza y se ríe. Que ganas de darle una bofetada a ver si espabila y se deja de gilipolleces.

-¿Celoso yo? Ni en tus mejores sueños, querida.

-Bueno, pues si no estás celoso ¿qué más te da que lo invite? -su ceño se frunce y sus puños se aprietan. Suelta un suspiro y finalmente dice:

-Muy bien, invítalo si tantas ganas tienes de que vaya -entonces se da media vuelta y sale de la cocina dejándome allí plantada esperando otro tipo de respuesta. 

Joder, y yo que me había hecho ilusiones pensando que el muy imbécil estaba celoso. 

Me seco las manos con un trapo y voy detrás de él. Este va a saber quien soy yo. Julia Richards no se amilana ante nadie y menos ante un futbolista mujeriego y sinvergüenza como Louis.

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¡Hola! Aquí tenéis un nuevo capítulo. Espero que os guste aunque está así un pco regularcillo porque lo he escrito a las prisas porque internet últimamente va y viene y no quería quedarme sin él y no poder subir capítulo.

¿Qué creéis que viene ahora? ¿Qué hará julia? ¿Creéis que Louis está celoso? Espero vuestras respuestas.

Besos :)

The Footballer ║LT║ (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora