Abro los ojos lentamente, acostumbrándome a la luz. Unos brazos me rodean. Mi espalda está pegada al pecho de Louis y su respiración choca contra mi cuello. Entonces me doy cuenta de que estoy desnuda ¡y Louis también! La realidad me golpea. No puedo creer las estupideces que he hecho anoche. Definitivamente las hormonas terminarán por volverme loca.
Levanto el brazo de Louis con cuidado y salgo de la cama. Recojo mi bata del suelo, me la pongo y camino hacia el baño.
--¿A dónde vas? --pronuncia Louis con la voz ronca--. Vuelve a la cama.
--Voy al baño, ya vengo --digo y, finalmente, entro y cierro la puerta.
Me paro frente al espejo y veo mi reflejo. Mi pelo está hecho un desastre y además tengo un chupetón en mi cuello.
--¿Qué has hecho, Julia? ¿qué has hecho? --me digo a mi misma--. Estás loca. Completamente loca.
--¿Ahora hablas sola? --escucho decir a Louis del otro lado de la puerta. Bufo y abro el grifo de la ducha.
Me meto bajo el chorro de agua y cierro los ojos mientras siento las gotas resbalar por mi cuerpo. Pego un salto cuando unos brazos rodean mi cintura. Louis deposita un beso en mi hombro y yo me doy la vuelta.
--¿Qué se supone que estás haciendo? --le pregunto. Él sonríe y desliza una de sus manos por mi espalda.
--Me estoy dando una ducha --responde.
--Me estoy duchando yo, ¿no puedes esperar a que termine? --digo.
--No, es nuestro deber como buenos ciudadanos ahorrar agua.
--Agg, eres un pelmazo.
***
--Vale, definitivamente estás loca --dice Kat después de que termino de contarle todo lo sucedido la noche anterior.
--Louis me saca de quicio --digo.
--Lo deseas --comenta Lynn.
--¡No! ¡por supuesto que no! --exclamo escandalizada.
--Admítelo, estás loca por ese hombre --dice Kat y Lynn asiente en acuerdo.
--No, desde luego que no --digo. Me bebo un trago de zumo para tranquilizarme, no es bueno que me estrese tanto.
Todo se queda en silencio cuando la puerta se abre y Louis entra acompañado por Harry.
--Hola, chicas --saluda Harry con una sonrisa--. ¿Que tal?
--Bien --responden Kat y Lynn con una sonrisa.
--¿Estais listas para el gran partido del sábado? --pregunta Harry sentándose entre ellas, las cuales asienten embobadas--. Estoy seguro de que ese partido estará lleno de sorpresas.
Louis pasa por detrás de él y le da un golpe en la cabeza, Harry se queja.
--¿Has terminado de recojer tus cosas? --me pregunta Louis. Yo asiento. Hoy mismo nos mudaríamos a la nueva casa.
--Sí, las chicas me ayudaron --el asiente.
--Allá está todo listo. Solo tenemos que llevar nuestras cosas --dice y después entra en la habitación.
Vuelve minutos más tarde cargado con un par de maletas, y camina con ellas hasta la puerta, pero antes de salir se gira.
--¡Levanta el culo de ahí y échame una mano! --le dice a Harry, el cual bufa y se levanta perezosamente--. Coje las que quedan.
Harry hace lo que Louis le dice y le ayuda a bajar el resto de las maletas hasta el coche. Después ambos regresan.
--Bueno, es hora de irnos --dice Louis. Las tres nos ponemos en pie.
Abajo me despido de Lynn y de Kat, que, al parecer se irán con Harry a tomar una copa. Y después me subo al coche.
Louis conduce durante casi cuarenta minutos y finalmente llegamos a una casa preciosa, en un bonito barrio. Ayudo a Louis con las maletas a pesar de que él trata de impedírmelo.
El salón es amplio y luminoso y la cocina es perfecta. En el piso de arriba hay ¡tres habitaciones! Se acabó domir con Louis.
Entro en una de ellas. Es preciosa. Las paredes son color crema y la cama es de madera oscura. Me encanta. Dejo mis maletas en el suelo y abro la ventana para que ventile. Después me saco los zapatos y me tumbo sobre la cama. Tengo los tobillos hinchados y me duelen los pies.
Cierto los ojos para disfrutar del momento de paz, pero esta no dura mucho. Louis entra en la habitación cargado con sus maletas.
--Personalmente me gusta más la habitación de al lado, pero esta no está mal --dice y abre su maleta y empieza a sacar cosas de ella.
--¿Qué se supone que estás haciendo? --pregunto sentándome.
--Acomodar mis cosas --responde.
--Louis, aquí voy a dormir yo.
--No. Aquí vamos a dormir los dos --dice.
--Ni de coña. No voy a dormir contigo.
--Claro que si, debo asegurarme de que el bebé está bien.
--Louis, necesito que me des espacio. Y sino te aseguro que me iré. Me iré y no sabrás nada de mi hasta que nazca el bebé.
--Por Dios, no digas tonterías --dice, y me mira, entonces se da cuenta de que lo digo enserio--. Agg, está bien.
Recoje sus cosas y sale de la habitación dando un portazo. Suspiro y me levanto para empezar a guardar mis cosas.
Tardo un buen rato en ordenar todo, y cuando termino, salgo para comer algo. Mi bebé tiene hambre. En la cocina está Louis preparando algo. Me siento y observo como se mueve por la cocina para preparar la comida. Cuando termina, deja un plato en frente mio y se sienta a mi lado.
Se pasa todo el tiempo sin hablarme, más serio de lo normal.
--Vale, ¿y ahora qué te pasa? --le pregunto.
--¿A mi? Nada --responde. Se levanta y recoje los platos.
--¿No estarás enfadado porque no quiero que duermas conmigo?
--Por supuesto que no.
--Si tú lo dices...
La cocina enseguida está recogida y como me aburro decido sentarme a ver la tele un rato. Louis aparece poco después y se sienta a mi lado.
--Oye... --llama mi atención por lo que me giro para verlo--. No vuelvas a acostarte con ese gilipollas, al menos no mientras estes embarazada. No tienes ni idea de lo mal que lo pasé ayer. Tenía demasiado miedo por el bebé. Y ya sé que a veces me paso con mi sobreprotección pero... solo estoy tratando de ser un buen padre.
Sus ojos brillan mientras habla y con cada palabra me arrepiento más de lo de ayer. No me puse en su lugar. Solo quería fastidiarlo, no quería que se sintiese tan mal. Desde luego nunca haría algo que pudiese dañar a mi hijo, pero anoche actué sin pensar. Y actué mal. Aunque... él tampoco es un santo.
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¡Hola! Aqui os dejo un nuevo capitulo, aunque no he quedado muy contanta con él. No sé. No me gusta.
Espero vuestras opiniones. Besos ♡