Cuando me despierto son las nueve de la mañana. Me giro y veo a Louis apoyado contra el cabecero de la cama observándome. Acaricia mi cabeza y me sonríe.
—Buenos días —murmura. Le respondo y me siento en la cama.
Me invaden las imágenes de la noche anterior y me muero de vergüenza. Estoy loca ¡completamente loca! Estuve a punto de acostarme con Louis, otra vez. Como si la primera no me hubiera traído ya suficientes problemas.
—¿Por qué te sonrojas? —me pregunta Louis. Me muerdo el labio y esquivo su mirada.
—Tengo calor, eso es todo.
—Oye... lo que pasó anoche, o, bueno, lo que estuvo a punto de pasar...
—Fue un error que no se volverá a repetir —respondo tajantemente. Me levanta y busco mi ropa para vestirme. Miro a Louis a la espera de que salga para darme un poco de intimidad, tiene la cabeza gacha y juega con sus dedos—. Louis, ¿podrías salir? quiero cambiarme.
—No tienes nada que no haya visto ya —dice encogiéndose de hombros.
—Por favor, ¿sí? necesito un poco de intimidad.
Suspira y, finalmente, se pone de pie y sale del cuarto rozando mi brazo cuando se cruza conmigo. Me visto rápidamente y después salgo yo también.
Busco a Louis y lo encuentro en la cocina hablando con su madre. Johanna me saluda amablemente y me invita a sentarme.
—¿Te apetece un té? —me pregunta. Asiento con una sonrisa, a modo de respuesta Louis me pasa el botecito de pastillas de ácido fólico y una galleta de jengibre. Me tomo ambas cosas sin protestar.
No habla, continua serio mirando la taza de té que tiene en sus manos. Algo me dice que se ha enfadado conmigo por algo, pero, vamos, no creo que se haya enfadado por haberlo echado del cuarto ¿o sí?
—Y dime, Julia, ¿ya has tenido algún antojo? —me pregunta Johanna.
—No, todavía no. Pero sí he tenido unas náuseas horribles, aunque Louis ya se ha encargado de ello.
—Estoy segura de que mi hijo va a ser un gran padre. No puedo esperar para tener a mi nieto en mis brazos —dice emocionada. Louis en nigún momento interfiere en la conversación, se mantiene sumido en su mundo.
A la hora de irnos, nos despedimos de todos y nos subimos al coche. Louis esta ausente parte del camino, se concentra en la carretera prácticamente ignorándome. Pero de un momento a otro decide entablar una conversación.
—El sábado es el último partido de la temporada —dice—. Me gustaría que fueses.
No soy muy aficionada al fútbol, pero no le veo nada de malo, así que decido aceptar.
—Puedes invitar a tus amigas, los chicos y sus novias también irán —murmura. Asiento y miro por la ventana.
En algún momento del camino me quedo dormida, y me despierto en la habitación del piso de Louis. Me incorporo y veo a mi alrededor, no hay señales de Louis. pero entonces veo encima de la mesita de noche, y encuentro una notita.
He tenido que salir, no me esperes para comer. Louis xx
Cuando veo la hora me doy cuenta de que son pasadas las tres de la tarde. Me levanto con algo de pereza y voy a la cocina para comer algo. Después me siento en el sofá y llamo a Kat y a Lynn. Las aviso sobre el partido y aceptan acompañarme encantadas, y más después de saber que ciertos individuos de aspecto sexy también irán.
No hay noticias de Louis en todo el día, por lo menos no hasta las nueve de la noche, cuando suena el timbre y al abrir me encuentro a Harry sosteniendo a un Louis que parece estar borracho. Los dejo pasar y Harry guía a Louis hasta el sofá donde lo suelta.
—Lo siento, he tratado de impedir que se le pasasen las copas, pero... es terco, ya sabes.
—¿Podrías ayudarme a llevarlo a la habitación? —Harry asiente y lo levanta del sofá para llevarlo al cuarto. Una vez allí lo deja sobre la cama.
Un rato después Harry se va y Louis se queda dormido. Barajo la opción de dormir en el sofá, pero al final decido meterme en la cama. Los brazos de Louis me rodean, y bufo. Hasta durmiendo es agobiante.
Me despierto al sentir una mano apretar uno de mis pechos. La aparto enseguida y me giro dispuesta a gritarle algún improperio a Louis, pero veo que está dormido. Vuelvo a apoyar la cabeza sobre la almohada tratando de dormir, pero la mano vuelve al mismo sitio de antes y da otro apretón a mi pecho. Vale, esto ya es pasarse. La mano desciende sobre mi vientre y Louis me aprieta contra su cuerpo.
—No niegues que te gusta, y lo que pasó anoche también te gustó —susurra en mi oído. Muerde el lóbulo de mi oreja y me estremezco.
No, no lo voy a negar. Lo que pasó anoche -o estuvo a punto de pasar- me gustó, y hubiese querido que pasase. Pero no pienso reconocerlo en voz alta, no le voy a dar ese gusto para que siga alimentando su ego.
—¿Por qué te resistes? —pregunta— Quieres esto tanto como yo. Lo noto, noto como tu cuerpo se estremece ante mi tacto, noto como se te entrecorta la respiración, y como tu corazón se acelera.
Vale, es verdad, pero sigo sin querer admitirlo en voz alta. Eso no lo haré jamás.
—Julia... —suspira y me da la vuelta. Quedamos frente a frente. su mano delinea mis labios, y acaricia mi cuello. El muy maldito está usando sus armas de seducción conmigo, y lo peor de todo es que está funcionando.
Su mano se cuela bajo mi camiseta y agarra mi pecho, rozando el pezón. Suspiro. ¡A la mierda todo! ¿qué tiene de malo? Somos dos adultos, que desean satisfacer sus necesidades sexuales.
Me besa con desesperación, su lengua juega con la mía, mientras sus manos exploran. Se coloca sobre mi y se saca la camiseta. Todavía huele a alcohol, pero eso es lo de menos en estos momentos. Continua besándome, y cuando se aburre, saca mi camiseta y su boca ataca mis pechos. Los chupa, lame y mordisquea mientras se regocija ante mis gemidos. Una sonrisa de satisfacción aparece en su rostro. Cabrón, ni siquiera en momentos como estos puede dejar de lado egocentrismo.
_______________
¡Hola! y aquí otro capítulo, espero que os guste y comentéis y votéis mucho. Vuestros comentarios me alegran el día.
¿Como queréis que termine esto? ¿queréis que caigan en la tentación y terminen lo que empezaron o... queréis otra interrupción?
Bueno, espero que os haya gustado el capitulo.
Besos :)