Capítulo XI. 🌹

162 22 31
                                    

Jill.

Mi nuca dolía, cada hueso de mi espalda palpitaba por haber estado en una mala posición por horas. Había buscado en todas partes hasta dar con el.

Necesitaba pruebas, ustedes podrán decir "eres una Dragomir, pagalo y lo solucionas" o tal vez "ella es tu hermana, será suficiente y todos creerán en ti". Pero mi realidad es totalmente distinta a lo que muchos pintan.

Era mi palabra contra la de cientos. Ya que incluso los míos se pondrían en mi contra, creerían que estoy loca.

Que soy una niña en busca de atención, como dice Natalie. Que aún no supero la muerte de mis padres y me salté mi niñez por eso soy tan inmadura, como dice Stan. Que sólo necesito unas noches de leche y galletas, con cuentos felices y canciones de cuna, como dice Lissa. Que me falta conocer chicos guapos y divertirme, como dicen Rose y Adrián.

Adrián.

Había veces que sólo quería que cambiara esa estupida frase por "Podemos conocernos nosotros" y que incluso le agregara "puedo ser tu chico guapo"  y después me guiñara como siempre lo hace.

Pero siempre hay mechones alborotados llamando su atención. Y esos eran oscuros y rizados, nada que ver con mi cabello rubio.

Yo no podía ser su tipo.

¿Pero qué estas pensando Jillian? ¡Estás en medio de una misión de vida o muerte!

¡Enfócate!

Oí la cerradura de mi puerta girar y supe que estaba a punto de ser descubierta, por suerte, la había trabado y eso me dio tiempo de ocultar todos los papeles y archivos que había recolectado hasta el momento.

- ¿Jill? ¿Por qué está trabada la puerta?- la voz de Daphne sonaba cautelosa. Senti como mi cuerpo se relajó un poco.

- Ya voy Daph...

Abri la puerta y me recibió con una sonrisa espontánea y cálida. Baje mi mirada a sus manos que sostenían una charola con mi cena.

- Lissa lo mandó preparar para ti.- sentí una punzada de dolor por ella... por lo que iba a hacer ahora... Lissa va a estar preocupada, pero necesitaba esto, no podía seguir así.

- Muchas gracias.- sonreí intentando disimular mi incomodidad.- todo se ve delicioso, no puedo esperar para devorar esos brownies.- le guiñe, Daphne se acercó a mi como queriendo contarme un secreto.

- Las quemé un poco pero las partes quemadas se las di a Vincent.

- Prometo llevarme eso a la tumba.

- Me voy mi niña, espero te guste.

- Me encantara.- Daphne cerró la puerta y supe que era hora de actuar. Busqué una mochila y comencé a guardar todo.

¡Adrián! Necesitaba llamar a Adrián.

Del apuro, tumbe un jarrón, esperaba que nadie oyera nada. O que nadie prestara atención al sensor de movimiento y sonido que había en la casa.

Llamé una vez. No contestó. Espere un momento que se me hizo eterno, estaba haciendo un desastre en mi cuarto mientras empacaba. Llamé de nuevo y finalmente atendió.

Don't Stop Loving Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora