Capítulo III. 🌹

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Rose.

El aroma a mar se sentía divinamente, el sol en mi cuerpo casi desnudo hacía maravillas, amaba estar a 34 grados.

- ¿Quieres que te ponga bloqueador?- se acercó un chico súper guapo y musculoso.

- Por supuesto.- dije dándole mi típica sonrisa devora hombres. Estaba perdida en sus ojos azules y sus manos deslizándose por mi espalda cuando escucho que mi teléfono suena.

Maldita sea...

- Fue un maldito sueño.- dije en medio de un gruñido, tratando de quitar los mechones de rizos marrones que tenía pegados a mi rostro.- Con lo hermoso que era el chico, ya decía yo que no podía ser real.- Miré el reloj. Las 5 a.m.- ¿Por qué lo puse a estas horas si yo tengo trabajo a las 8 a.m.?- todavía estaba boca abajo enterrada en mi almohada cuando de repente la puerta de mi habitación se abrió de golpe y del susto que caí al suelo y si... mi trasero se llevó un gran golpe. Traté de girarme lentamente para apaciguar el golpe, hacia la persona que buscó morir esta mañana tan hermosa.

- ¿Quien demonios...?- me encontré con los enormes ojos verde jade de Lissa que me gritaban desesperadamente un "lo siento" y se contenían sin éxito alguno la risa.- ni te creas que te vas a salvar, Lissa.

- Rose, lo siento...- dijo suplicando y uniendo sus manitas de princesa.- Me llevó dos segundos más entender la situación del porqué Lissa estaría en MI casa y la cosa es que "esta" no era MI casa.

- LISS, ¿QUE DIABLOS PASÓ ANOCHE? TENGO QUE TRABAJAR Y ESTOY A DOS HORAS DE PORTLAND.- sentía que los ojos se me saldrían de mi rostro, mi corazón latía apresuradamente y mis manos sudaban... no, definitivamente estoy mintiendo en las últimas dos.

- Rose, para.- Liss trataba de calmarme.

- No entiendes, tú... Stan...- trataba de hilar mis ideas.- va a matarme- susurré añadiendo más drama a la situación y mirando mis pies descalzos.

- Harás homework hoy Rose.- levanté nuevamente mi mirada hacia Lissa y no sé que vio en mi cara y frunció el ceño divertida.- ¿Por qué te pones así por el trabajo?- se cruzó los brazos y sonrió divertida. Ja ja si, como no, es muy divertido jugar con Rose de madrugada...

- Entonces...- la tomé de los hombros y le di la vuelta.- no tengo que despertarme hasta las 8 a.m., adiós Liss.- dije empujándola hacia la puerta de nuevo.

- ¡Espera, espera!- intentaba detenerme, ¿Cuándo fue que adquirió tanta fuerza en su debilucho cuerpo translúcido?- tengo que decirte algo importante.

- Bien, adelante.- dije soltándola y moviendo mis manos a manera de rendimiento.

- Pues,en realidad son dos cosas- dijo sonriéndome dulcemente, era esa cara que me decía que había algo detrás de todo esto, un plan perfectamente diseñado por la cabecita de mi mejor amiga. Alcé ambas cejas interesada.- hoy sólo trabajarás hasta las 10 a.m.

- Esa si que es una excelente noticia.- dije interrumpiéndola.

- Yyyy...- hizo algunos movimientos con sus manos y también alzaba y bajaba rápidamente sus cejas sonriendo.- luego... ¡Nos vamos a Pensilvania!- lo dijo con tanta emoción que casi, CASI me emociono yo también.

Don't Stop Loving Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora