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-Ella murió por una extraña enfermedad.-dijo con dolor en su voz, como si estuviese a punto de quebrarse-. Ella era mi mejor amiga.

Sentí pena, tambien era la mía.

-Ella era una gran consejera y un buen oído.-dijo nuevamente la mujer pelirroja, con una sonrisa melancólica-. Al igual que su hija.

La mire extraño, pero después le regale una sonrisa.

-No nos conocemos. Como sabes eso.-pregunte algo confundida, ella sonrió.

-Ashley, es mi sobrina.

La mire sorprendida y le sonreí.

-Aun no me ha dicho su nombre.-dije mirándola a sus ojos verdes, ella sonrió.

-Anna, Anna de Luque.

-Un gusto, Anna.

Gire mi cabeza hacia la izquierda y me encontré con la mirada penetrante de Samuel, mirando mis ojos.

-¿Mis ojos tienen algo malo, Samuel?-pregunte algo molesta, el se sobresalto y miro hacia abajo algo sonrojado.

-Son lentes de contacto.-respondió el.

-No, no lo son.-dije algo molesta-. Porque todos creen que uso lentes de contacto.

-¿Será porque saliste con los ojos de tu madre y no es un color algo normal en los ojos?-pregunto Anna-. Tus ojos son especiales.

Me ruboricé un poco, mirando hacia abajo.

-Gracias, Anna.

-Okay, mama, ¿Cuando haremos los malditos preparativos de la boda? acuérdate que sera en una jodida semana-pregunto Samuel molesto, cambiando de tema.

¡La boda!

-¿Que?-pregunte algo histérica-¿Nos casaremos en una maldita semana?

Esposa de un Desconocido. {SamuelDeLuque}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora