16.

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—¡NO!

Me levante sobresaltada, sentada en una cama que no era mía, mire a ambos lados, estaba sola. Deje escapar un suspiro de alivio, había sido todo un sueño, todo un maldito sueño. 

Un fuerte portazo se hizo presente y un Samuel preocupado entro dentro.

—¡Tessa! ¿Estas bien? Hoy un grito, ¡Dime que estas bien!—dijo preocupado mientras se sentaba a mi lado y examinaba mi cara, yo sonreí con dulzura.

—Si, una pesadilla, solo eso.

 El dejo escapar un suspiro de alivio, parecía que el estaba mucho mas preocupado que yo misma.

—Me haz pegado un susto, Tessa—dijo el con una sonrisa en su rostro mirándome a los ojos, yo sonreí con un leve sonrojo en mis mejillas.

—¿Donde estamos?—le pregunte mientras miraba por todos lados, el sonrió.

—En nuestra casa en París, no te lo había dicho, ¿No?—yo negué y arquee una ceja.

—Ahora dime, Samuel, ¿Que significa esta casa?

El rió y me miro con ojos brillosos—Aqui viviremos por una temporada, espero que no te moleste además...—vi como un poderoso e intenso sonrojo se apodero de sus mejillas—. Dentro de unos... de unos cajones tuyos había un cua-cuaderno con una casa diseñada en ella y pues... La mande a hacer el segundo día que... Que te conocí. 

Yo salte a sus brazos, abrazándolo. Era lo mas tierno que nadie pudo hacerme en mi vida. El sorprendido, correspondió mi abrazo. 

—Gracias, Samuel. 

El empezó a acariciar mi espalda, de arriba a abajo.

—De nada, cariño—el me separo un poco de el, con ambas manos en cada uno de mis hombros, mirando a los ojos—. Nunca te lastimare, lo sabes, ¿No?

Yo sonreí con la comisura de mis labios y asentí, para después mirar hacia su pecho y jugar con los cordones de su sudarera, nerviosa y sonrojada.

¿Me lo prometes?

El sonrió dulcemente y asintió.

Te lo prometo.

Me sujeto un poco mas fuerte de mis hombros y me atrajo mas a el, rozando sus labios con los mios, en un dulce y cariñoso beso, que recordare por siempre. 

El mordió mi labio inferior haciéndome gemir y dándole paso a que su lengua pelee con la mía, haciendo que el momento se vuelva mas apasionado, mientras yo lo agarraba del cabello empujándolo mas a mi, haciéndonos caer a ambos hacia atrás, sobre la cama, el con sus brazos a cada costado mio, entre mis piernas, sintiendo el cariño que nos sentíamos, sintiendo la necesidad que teníamos ambos por sentirnos unidos.

—Tess...—susurro el contra mis labios—. Déjame hacerte mía. 

Esposa de un Desconocido. {SamuelDeLuque}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora