Eva
Me miró a los ojos, mi corazón comenzó a latir enérgicamente.
"Espero que me puedas perdonar, tenía que hacer algo. Lo vais a arreglar, y no es una pregunta."
Eva: Me cago en tus muertos, Samantha. - dije únicamente con los labios. Volví a alzar la cabeza, me estaba mirando otra vez. Hizo un gesto indicándome que me acercara, y eso hice. - Hola. - dije sentándome. -
Hugo: Hola. ¿Qué tal? - dijo tímido y sin mirarme. -
Eva: Bueno, podría estar mejor, la verdad. - me miró sin ningún tipo de expresión. Hubo un silencio, y yo decidí acabar con él. - Hugo...yo...siento mucho lo...lo que pasó ayer, no...hablé con seriedad, pero sabes que soy cabezota...muy cabezota. - él sonrió ante el adjetivo. Yo le miré tímidamente - ¿Podrás perdonarme? - me miró con cara de ternura. - Y no solo por eso, también...por lo que te hice en el pasado...no - pensé un momento lo que iba decir. Me mordí el labio aguantando las ganas de llorar. - ...no te lo merecías, después de todo lo que hiciste por mí. - él levantó la cabeza, y ante ese movimiento el llanto salió de mi interior. Entonces ocurrió algo que no esperaba. Se levantó de la silla y vino hacia mí, todavía mirándome. Sonrió y me tendió la mano, esperando a que la cogiera. Le miré confusa. Después miré su mano y luego otra vez a él. La cogí con timidez. Sentir su tacto otra vez despertó mis nervios. Mi cuerpo temblaba. Una vez me tenía lo suficientemente agarrada, tiró de mi, levantándome y quedando a su altura. Sonrió de nuevo. -
Hugo: Nunca rechazaría tu disculpa. - y dicho esto, se acercó mí y me abrazó, escondiendo su rostro en el hueco entre mi cuello y mi hombro. -
Me volví a sentir completa. Él era la última pieza del puzzle que necesitaba para ser feliz, ya lo tenía claro. Le rodeé también con mis brazos, poniéndolos a la altura de su nuca, y acariciándosela, como tantas veces habíamos echo en el pasado. Dejé que mis miedos salieran de mi mente en forma de lágrimas, apoyándome en él, que me acariciaba la espalda con dulzura. Una vez nos separamos, después de un largo rato, nos volvimos a mirar, él con sus manos en mi cintura, y yo con las mías en sus mejillas. Ahora sí, las mariposas volvieron a visitar mi estómago después de tres largos años.
Eva: Gracias. - dije susurrando, a la vez que sonreía. -
Hugo: Para eso están los amigos...¿no? - dijo rompiendo el contacto completamente. Yo hice algo parecido a un puchero al escuchar sus palabras. Había aceptado mi disculpa, y por lo que me había dicho, estaba dispuesto a empezar de cero. Rió ante mi cara, y después apartó mi silla un poco y me hizo un gesto caballeroso indicándome que me sentara. Le miré sonriente, y acepté su amabilidad. -
***
La comida pasó entre charlas y risas. Hablábamos como amigos de toda la vida, olvidando el pasado. En un momento dado, pagamos la cuenta y nos fuimos del restaurante. Nos quedamos en la calle sin saber muy bien que decir o hacer, hasta que él dio el paso.
Hugo: Me lo he pasado muy bien. ¿Repetirías algún día? Olvidando el pasado, aunque algún día habrá que hablar... - dijo mirándome atento. -
Eva: Me encantaría, y hablamos cuando quieras. - él sonrió. -
Hugo: Sin prisa. - le devolví el gesto. - Bueno, supongo que ya hemos terminado. - dijo moviendo los brazos. -
Eva: Sí, supongo. - escondí un mechón rebelde detrás de mi oreja. -
Hugo: ¿Me...me das tú número? - cerró los ojos esperando mi respuesta, cosa que me pareció adorable. -
Eva: Claro, si queremos repetir no nos queda otra. - reímos. Me ofreció su teléfono, que aguardaba agregar un número nuevo. "Por favor, que ahora no sea un sueño" , pensaba. - Ya lo tienes.
Hugo: Gracias. - sonrió. - Bueno, pues adiós, supongo.
Eva: Sí, adiós. Me alegro estar bien contigo. - sonreí. Se acercó y me volvió a abrazar, pero esta vez más efusivamente, y con tanta fuerza que casi me tira al suelo. -
Eva: ¡Ay, Hugo! ¡Qué me tiras! - dije riendo. -
Hugo: Hablamos, ¿no? - dijo al separarnos de ese reconfortante abrazo. -
Eva: Sí, luego hablamos. - sonreí. -
Hugo: Bueno, vuelvo a casa que si no Sam me mata. - reí. -
Eva: Vale, cuídate, ¿sí? - él asintió. Me dijo adiós y nos fuimos cada uno por dónde habíamos venido. -
.....................................................
Hugo
Sam: ¡¿Qué?! ¡¿Ha habido beso?! - dijo la rubia nada más me abrió la puerta. -
Hugo: Hola a ti también, y no, no ha habido beso. - dije entrando en el piso. -
Sam: Jolín, Hugo. Ese era mi objetivo. - dijo apenada. -
Hugo: Ya, pero lo hubo ayer y las cosas no acabaron lo que se dicen bien. - ella mostró indiferencia. -
Sam: Bueno, pues ¿qué ha pasado?
Hugo: Nos hemos perdonado. - ella se puso a dar saltitos. - Nos hemos abrazado. - ella saltaba mientras daba pequeños gritos. - Y nos hemos dado nuestros números. - vino corriendo a abrazarme. -
Sam: ¡Eso es genial, Hu! ¡Ya estais bien! - subió sus brazos en señal de victoria. - Pero la próxima vez que os veáis, comeos a boca de una fuckin'vez. - dijo más seria. -
Hugo: Ya veremos... - dije mirando al suelo y sonriendo. - Bueno, voy a dar un paseo. - ella lo aprobó. -
***
Caminé pensando en lo que había pasado con Eva y en lo que me había dicho la rubia.
Ojalá las cosas fueran tan fáciles.
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Holaaaa
Aquí la reconciliación final.
Decidme que os parece abajo.
Si os ha gustado votad y comentad y nos vemos el miércoles.
Chao :)
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Siete mil millones de cosas.
Teen Fiction"Si a ustedes alguna vez cuando veis una persona os entran las siete mil millones de cosas por el cuerpo, me podréis entender" Historia Evugo. 2ª novela. Espero que os guste. Él, triunfando en la música. Ella, con la música dejada un poco a un lado...