Siete mil millones de cosas.

Capítulo 10

Eva

La rubia se acercó corriendo a nosotras, dejando a sus dos acompañantes atrás. Ella y Anne se dieron un abrazo. No me molestó, ellas seguían teniendo contacto, era normal. Cuando acabaron los ojos de Sam miraron los míos. 

Sam: Hola, otra vez - dijo ella -

Eva: Hola, enhorabuena, otra vez - reímos ante la repetición - 

Anne: Bueno, creo que me voy a hacer amigos nuevos, os dejo solas. ¡Chao! - dijo dándose la vuelta. Nosotras nos volvimos a mirar - 

Sam: Bueno, ha pasado mucho tiempo. ¿Cómo estás? - dijo llevando su mano a mi brazo derecho. - 

Eva: Bueno, podría estar mejor, aunque respecto a trabajo, ahora mejor que nunca. - sonreí - ¿Y tú?

Sam: Bueno, teniendo en cuenta que acabo de ganar un Odeón...bastante bien la verdad. - ambas reímos - Me alegra volver a verte. - dijo después de un incómodo silencio - 

Eva: A mí también. - después de decir eso esbocé media sonrisa y bajé la cabeza - 

Sam: ¿Qué te pasa? - dijo volviéndomela a levantar. Sí, ahí estaba la Sam de antes - 

Eva: No, no es nada. Solo que volveros a veros me trae recuerdos... - me crucé de brazos sin levantar la mirada, aunque pude ver cómo la chica miraba hacia atrás. Suspiró. - 

Sam: Eva...tienes que hablar con él. - ante esas palabras la volví a mirar - 

Eva: No sé, Samantha, ha pasado mucho tiempo...

Sam: Uf, que raro que me llames así - dijo - 

Eva: Sam, perdón. - sonrió quedando satisfecha - 

Sam: Ha pasado el mismo tiempo que conmigo y me estás hablando. - dijo mientras movía las manos - 

Eva: Pero tú no saliste conmigo - solté -

Sam: Pero te quise cómo si lo estuviera, y lo sigo haciendo... - sus últimas palabras fueron la gota que colmó el vaso. Las lágrimas salían de mis ojos de dos y tres en tres. Ella se percató y al segundo volví a sentir sus brazos atrapando mi cuerpo. Apoyé la cabeza en su escote. Ella me agarraba la cabeza. Definitivamente, la estaba echando mucho de menos - 

Eva: Perdóname, Sam. - dije todavía envuelta en ella - Perdóname por no acudir a ti cuando lo necesitabas, porque tu lo acabas de hacer y no llevamos ni 5 minutos hablando. Perdóname por haberme desecho de tu contacto, perdóname por haber querido olvidar cada uno de los momentos en los que estuve contigo por miedo a no verte nunca más. Lo siento muchísimo, te entenderé si no me quieres perdonar, y también si me odias toda la vida, por que es lo justo, y lo mínimo que merezco. - ella se deshizo del nudo en el que estábamos y me miró, muy seriamente. Pude comprobar que de sus ojos también salían lágrimas, y de su boca sollozos. - 

Sam: No es verdad, no te lo mereces y no lo haré. Perdóname a mi, por haber huido ante la situación que a los tres nos incluía, perdóname por haberos dejado solos y por haberme aislado de ambos. - yo solo negaba. -

Eva: ¿Nos perdonamos? - dije todavía llorando. Ella asintió, las dos sonreímos y volvimos a abrazarnos, esta vez riendo - 

Sam: Te quiero mucho - dijo poniendo voz de bebé - Y te he echado mucho de menos.

Eva: Y yo. - dije poniendo la misma voz. Ella rió - 

Sam: Habla con él. - dijo una vez nos separamos - Eva, no sabes cómo está. No debería decirte esto, pero no para de pensar en ti. No sabes la cara que tenía cuando has cantado en la gala. - yo estaba en shock -