𝐉𝐚𝐮𝐥𝐚 𝐲 𝐋𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝 |𝐂𝐲𝐂²| 𝐋𝐞𝐯𝐢×𝐎.𝐂.×𝐂𝐨𝐥𝐭 𝐆𝐫𝐢𝐜𝐞

Cap. 20: "¿Me extrañaste?"

(Una semana después)

[En Marley]

Pieck y Colt estaban caminando por las calles de Marley rumbo a la casa de los guerreros mientras la chica comía unas galletas que traía en la bolsa.

—¿Compraste todas estas galletas para hacer feliz a Galliard? —Pieck alzó una ceja mientras agarraba otra galleta. —Me terminaré poniendo celosa, eh.

Colt soltó una carcajada y meneó la cabeza.

—Se las debo de hace un tiempo. Y digamos que es una ofrenda de paz para que no mate a Saya.

—Bueno al menos estos días que estuviste fuera le llevó comida y no oí golpes solo gritos. —el chico se giró alarmado. —Es broma, es broma. Aunque... el señor Zeke le pidió a Reiner que hablara con ella.

—Uh, ¿y cómo salió eso?

—No lo sé, no nos dejó escuchar. Pero Pokko dice que desde ese día ella anda 'un poco' menos agresiva. —se encogió de hombros. —Reiner vivió mucho tiempo en la Isla, supongo que le dijo lo que jamás nos diría a nosotros... que se arrepiente de todo.

Colt se rascó la nuca y suspiró observando hacia la casa.

—Si, es lo mas seguro.. tal vez la animó hablando sobre la Isla o recuerdos.

Pieck frunció exageradamente el ceño.

—Colt, no creo que hayan hablado cosas bonitas. Más bien de los trastornos de ambos.

—Pero ambos se entienden. Eso me alegra algo.

—Se entienden... pero eso no quita que se odien. —suspiró. —Mira, a mi me da igual esa chica, pero si se ve que está media loquita, Colt.

—A ti todo te da igual Pieck. —rodó los ojos y volteó hacia la chica. —Oye, tú estás loca y sigo aceptando que estés con Galliard.

—¡No te comportes como un padre o un hermano, Coltsito! Déjame a mí y a Pokko en paz. —le sacó la lengua y comenzó a subir las escaleras que daban a la puerta de la casa.

—Déjame a mí y a Saya en paz. —murmuró subiendo detrás de ella. La chica se volteó mirándolo en shock, pero antes de reclamarle abrieron la puerta.

—¡Hasta que llegan! —los regañó Galliard y la chica lo miró ignorando un poco lo de antes.

—¡Pokko, te compré galletas! En verdad las pagó Colt, dijo que te las debía. —sonrió dándole una bolsa, la cual solamente tenía una galleta que le había sobrado.

—¡Pero Pieck! ¡¿Cómo que una sola galleta?! —reclamó mirando la bolsa

—¡Demonios Pieck! Compré diez galletas, no es posible que puedas comer tanto. —frunció el ceño Colt mientras dejaba unas bolsas en la mesa. —¿Qué has estado haciendo Galliard? Te dije que limpiaras la casa.

—Ohm, bueno... pasé la tarde conversando con... Saya.

—¿¡Con Saya, Galliard!? —frunció el ceño la pelinegra.

—¿Qué mierda hiciste? Dime que conserva cada parte de su cuerpo. —se acercó el rubio hacia la entrada del sótano.

—Oh, vaya. Gracias por la confianza que me tienen, amigos míos. —ironizó Porco cruzándose brazos.

Pieck sin decir ni una palabra se levantó y se encaminó a su habitación, solamente se escuchó como azotaba la puerta. Colt la miró confundido mientras regresaba para sentarse enfrente del rubio.