𝐉𝐚𝐮𝐥𝐚 𝐲 𝐋𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝 |𝐂𝐲𝐂²| 𝐋𝐞𝐯𝐢×𝐎.𝐂.×𝐂𝐨𝐥𝐭 𝐆𝐫𝐢𝐜𝐞

Cap. 53: "Niñas borrachas"

—Bueno.. tenemos lasaña y pastel. —Pieck soltó una risita tratando de calmar el ambiente y cuando escuchó el escándalo volteó hacia el chico haciendo una mueca. —Debes de hablar con Saya, ella se desahoga mejor contigo, Galliard. 

Galliard asintió suspirando mientras se pasaba las manos por la cara, ¿acaso eso siempre le tocaba a Colt cuando él y Pieck discutían? Empezó a bajar las escaleras con cuidado de que no le lanzara nada y entró a la celda.

—Saya... ¿quieres hablar? 

La chica estaba sentada en la cama con la cabeza hacia abajo sostenida por sus manos. Su respiración se iba calmando poco a poco, luego de la furia venía el dolor.

—Estoy harta, Galliard. Harta. —levantó el rostro y lo miró. —Intento... te juro que intento ser mejor persona para Colt. Mierda, si supieras la cantidad de veces que he pensado que no merezco a alguien como él. —inhaló y exhaló para evitar que su voz se quebrara. —Pero me harté, si él se cansó de que yo no le pueda dar la estabilidad que quiere, es mejor dejarlo de una vez.

Galliard tragó en seco ¿en serio estaba hablando de dejar la relación? Tomó aire y se sentó a un lado de ella.

—¿Te acuerdas la vez que te dije que él era muy parecido a mi? Bueno, me refería a que el pelea sin pensarlo, se deja llevar y suelta su lengua de más. Él está seguro de ti, él encontró algo en ti que en las demás no, él siente esa estabilidad contigo Saya. —pasó su brazo por los hombros de la chica algo dudoso para abrazarla.

—Mierda Galliard, yo soy igual cuando discuto... por eso se que cuando me enfado no solo suelto cosas sin pensar, suelto las cosas que me he estado guardando. —se pasó las manos por el cabello.

Esa es la razón por la que jamás discutía con Levi, ella podía gritar eternamente pero el azabache solo la observaba en silencio esperando a que se calmara. En cambio Colt le contestó de la misma manera potenciando la discusión cada vez más.

—Es muy explosivo y orgulloso Saya, él nunca se quedará callado en una pelea. Lo mejor que hago es evitar algún tipo de discusión con él. Colt es demasiado calmado y paciente pero si lo sacas de sus casillas se vuelve caótico. —suspiró meneando la cabeza. —Contigo he visto que muchas veces intenta contener pero le cuesta, es su naturaleza. No seas impulsiva, fue solo una discusión pequeñita.

La chica lo miró atentamente.

—No sé, Galliard. Ahora sigo enfadada y no pienso claramente. —se pasó de nuevo las manos por el cabello. —¿Sería mucha molestia si te pido que hoy me bajes la cena?

—Nooop, a mi rehén favorita nunca le negaré nada. —sonrió de lado mientras la abrazaba. Saya se tensó un poco pero levantó una de sus manos dándole palmaditas suaves en el hombro. —¡Miren, la niña está aprendiendo a abrazar!

Saya soltó una carcajada y lo empujó.

—Ya vete de aquí, Galliard.

—Tu lasaña me dio mucha energía, gracias. Si no bajo a tiempo te pido disculpas. —soltó unas carcajadas saliendo de la celda.

Para cuando el rubio subió animado hacia la sala, la pelinegra ya no se encontraba en la casa. Había salido al lugar donde sabía que iba Colt para calmarse después de cualquier discusión. Pieck tocó el hombro del chico con algo de timidez, no quería que la recibiera y la corriera a gritos como lo hacía las pocas veces que perdía los estribos.

—Colt, ¿quieres hablar? —el chico la miró de reojo.

—¿Qué quieres que te diga Pieck? Fue nuestra primera discusión y no fue nada suave.